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“La pandemia nos lleva al paraíso”

Los paraísos suelen ser decepcionantes. El jardín del edén exhibía una exuberante abundancia lista para satisfacer todos los deseos de Eva y Adán antes, incluso, de que se constituyeran en necesidades. La decisión de Eva y Adán, sin embargo, no podría haber sido más apropiada: ese lugar era una condena al aburrimiento eterno.

Por Luis París. Dr. en lingüística. Investigador del CONICET

De alguna forma paralela, el imaginario popular tiene a la casa como un paraíso terrenal. El refugio en el que protegemos a los que amamos más y donde compartimos con ellos los momentos más felices. El espacio de intimidad donde podemos relajarnos y ser nosotros mismos y donde no necesitamos probar nada: los niños nos aman sin más mérito que el de ser sus padres.

Suena algo incongruente, entonces, que el gobierno tenga que obligarnos a estar en casa. ¿Por qué vamos a querer salir de un paraíso? Sin embargo, desde los chistes en grupos de WhatsApp hasta artículos en prestigiosos diarios, hablan de lo traumático de esta cuarentena. Se la asocia al mal humor, la tristeza y hasta la depresión.

¿Cómo es que el sueño de vivir en el paraíso puede convertirse en pesadilla? Por lo pronto reconozcamos que algunos están privados del parámetro optimista: la casa puede ser un lugar de abuso, de sufrida soledad y abandono o de escasez de todo tipo. Sin embargo, incluso para aquellos que tienen en casa un hogar, este tiempo ha resultado traumático. ¿Por qué?

La razón es que por suerte somos bastante más complejos. No logramos satisfacer todas las necesidades en el espacio de la intimidad. Ahí tenemos lo esencial: los vínculos profundos que tienen sentido en sí mismos, pero somos subjetividades que necesitamos dar sentido y lo necesitamos hacer también lejos de casa.

Demandamos motivaciones para construir desafíos que prueben hasta dónde podemos llegar. Necesitamos de narrativas que estructuren un tiempo en el que pasado, presente y futuro se integren de manera consistente para que podamos proyectarnos más allá del aquí y ahora. Más lejos, más alto, más fuerte. Ese esfuerzo es parte de la entrega diaria que ofrecemos para contribuir al todo social y es parte central del sentido: poder ofrecerle al gran otro algo que nos haga sentir valiosos.

Necesitamos, además, de las rutinas concretas que ejecutamos a diario para hacer reales esas narrativas. La cuarentena nos aleja del horizonte de sentido. Las narrativas que le dan sentido a la cotidianeidad pierden referencia; una parte esencial del tejido que nos amarra al mundo se ha rajado. La pérdida de sentido es traumática: nos llena de angustia estar frente a ese desconocido vacío. No sabemos qué vamos a hacer en una hora, un día o una semana.

¿Qué aconsejan los que han analizado las estrategias para superar traumas? Lo esencial es comprender que el centro no es la felicidad sino el dar y encontrar sentido. Es difícil y quizás imposible ser feliz en el trauma, pero sí podemos encontrar y darle sentido. Se trata de salir mejores después de esta cuarentena traumática. Lo primero es no negar el dolor y la angustia sino reconocerlos como problema para luego comprenderlos, justamente lo que intentamos aquí.

Luego debemos crear sentido, es decir, proponernos sacar algo positivo de esta experiencia. Quizás resignificar los vínculos con nuestros amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo; pensar que, elegidos o no, son parte de la tripulación que nos acompaña en este viaje no tan largo que es la vida.

Quizás decidirnos a salir del miedo paralizante cuando esto termine e intentar cambiar en algo el mundo que le quedará a los hijos. Quizás leer, quizás explorar nuevas músicas, quizás escribirle a ese amigo que hace años no vemos o a una amiga médica que le está poniendo gratis el pecho al virus; quizás coser barbijos o quizás simplemente hacerle este tiempo más llevadero a los niños que padecen este encierro y tienen menos recursos para encontrarle sentido. Lo bueno del universo del sentido es que es libre: cada uno tiene que encontrarlo.

1 Comentar este artculo

  1. Raquel Alvelo Dijo:

    Bellísima Nota . Muy Profunda Felicitaciones ✨✨✨✨✨

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