El edificio más emblemático de nuestro pueblo, ubicado frente a nuestro principal espacio público, ha despertado el interés de los vecinos por preservarlo y revalorizarlo. Se juntaron más de 500 firmas avalando la movida.
Por Adriana Sayavedra
La idea es que se lo incluya entre los bienes culturales municipales. Méritos no le faltan, si ponemos en valor su encanto, su estilo y su importancia como ícono indiscutido del pueblo, punto de referencia y ámbito arquitectónico representativo de nuestros ancestros. Todo ello conforma un cúmulo de valores sociológicos, que trascienden lo religioso. Hablamos de un bien de toda la comunidad chacrense, en forma particular, pero también, por extensión, lo es de Luján todo.
“Cuando se nombra a Chacras de Coria, inmediatamente la gente asocia el lugar a la histórica iglesia y a su pequeña y coqueta plaza”, nos comenta un vecino, fanático lector de Correveidile. Y como él, son muchos los que sienten identificación con el edificio de nuestra Iglesia, íntimamente integrado a la plaza del pueblo.
Por ello, hace unos días han comenzado a juntar firmas para luego presentar ante las autoridades pertinentes el petitorio de declaración de patrimonio cultural de la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
La historia
La Parroquia del Perpetuo Socorro fue inaugurada el 11 de setiembre de 1935. La iniciativa había surgido desde una activa comisión de vecinos, quienes se ocuparon de que el lugar que habían elegido para vivir contara con un centro cívico.
Según describe el diario La Razón, de fecha 11 de setiembre de 1935, el proceso de creación de nuestro edificio más emblemático y nuestro principal espacio público fue de la siguiente manera: “…por iniciativa del vecino José Fernández Cabrera –bisabuelo de nuestro director Alberto Cabanillas-, el día 16 de julio de 1902, tuvo efecto una asamblea de vecinos que gestionó y obtuvo del señor José Mazzolari y señora María Bresciani de Mazzolari, la donación de los terrenos necesarios para la iglesia, la plaza y la comisaría”.
“Inmediatamente se empezaron los trabajos para formar la plaza y en Mayo de 1903 se solicitó del obispo de Cuyo, la autorización necesaria para la construcción de la Iglesia…”.
“Una comisión de caballeros y otra de damas, presidida ésta por la señora Teresa O’Connor de Fernández, dieron principio a la construcción de la Iglesia, colocándose la piedra fundamental el día 4 de junio de 1905…”.
“Otra comisión de damas, presidida por la señora Encarnación Rosell de Martínez, con la cooperación de otra de caballeros, presidida por Ricardo Deromenis, prosiguió los trabajos hasta concluir la sacristía…siendo inaugurada el 26 de julio de 1910…”.
Finalmente otra comisión de damas, “presidida por la señora Angélica San Martín de Correas –esposa del reconocido doctor Francisco Correas, quienes vivieran en calle Mitre de nuestro pueblo y en cuyo homenaje se llamó a la escuela pública secundaria-, secundada por otra de caballeros, dio término a la construcción total de la Iglesia y casa para el cura”.
Según la historiadora Norma Accordinaro, “fue construida por los hermanos arquitectos Civit, entre 1936 y 1943. Y presentaba una exclusividad, ya que se creó con un concepto diferente para la época: tenía espacio para jardines”. Sin embargo un lector de nuestro periódico afirma que “el arquitecto y constructor de dicha obra fue Carlos Raffin”.