Archivo | abril 27th, 2015

Jueves de canciones -->

Jueves de canciones

El jueves 30 de abril, víspera de feriado, se presenta La Pagana en Sofía, Arístides Villanueva 650 de Ciudad. Sobre el escenario, Silvia Mechulán (voz), Gabriel Núñez (piano), Oscar Reta (percusión) Gabriel Narváez (contrabajo) harán versiones de canciones de The Cure, The Police, Stevie Wonder, Billy Joel, Michael Jackson, Soundgarden, entre otros, y algunos clásicos de jazz. Previo al show musicaliza DJ Martín Guerrero. Reservas al 4299836.

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Tres serán los candidatos que competirán por la intendencia de Luján -->

Tres serán los candidatos que competirán por la intendencia de Luján

Pasamos las PASO. Próxima estación: junio.

Por Adriana Sayavedra

Luego del sufragio del domingo 19 de abril, en Luján de Cuyo serán tres las opciones de candidatos a intendente para las elecciones generales del 21 de junio.

Con mayor cantidad de sufragios quedó el demócrata-macrista Omar De Marchi -54 % de los votos- ; en segundo lugar el intendente justicialista Carlos López Puelles -que busca ser reelecto-  con casi el 35 % y en tercero, el concejal de la Izquierda, Facundo Terraza (FIT), con casi un 6 % de los votos.

Por su parte el Movimiento Socialista de los Trabajadores, el Partido Federal y el resto de los partidos participantes quedaron fuera de la contienda por no alcanzar el mínimo requerido del 3% de los votos.

Larga jornada eleccionaria

El  caos y los reclamos de los electores fueron el signo de este debut de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO).

Y es que ante el abandono masivo de los presidentes de mesa designados, se demoró demasiado tiempo en constituir las mesas y así poder comenzar el comicio, ante el razonable malestar de quienes habían llegado muy contentos a ejercer su derecho y deber de elegir a sus autoridades.

Superado este mal comienzo, los comicios transcurrieron con tranquilidad, en general. Se estima que el 75 % del padrón electoral emitió su voto.

Y en este sentido cabe destacar, como contracara de la desidia de los casi 1.700 presidentes de mesa, la gran cantidad de gente mayor y discapacitada, que concurrieron a las urnas, aún cuando no estaban obligadas a hacerlo. Una de cal y una de arena.

Superadas las PASO, cada uno de los candidatos se encuentra evaluando su estrategia, la que le permita acceder a través del voto popular del próximo 21 de junio a la intendencia lujanina.

Esto es así, especialmente en un escenario que luce ya casi como definido ante la gran diferencia que separa al candidato de la alianza radical-demócrata-macrista, Omar De Marchi, del actual intendente justicialista Carlos López Puelles, relegado a un atrasado segundo lugar, con más de 20 puntos de diferencia entre ambos. Más teniendo en cuenta que el actual jefe comunal apenas logró posicionarse por sobre el otro candidato en las internas de su partido, el actual ministro de Infraestructura Rolando Baldasso, y fue gracias a los votos que le sumó la gran cantidad de listas colectoras que llevaba. En el cuerpo a cuerpo, fue Baldasso quien superó en muchas mesas al cacique lujanino.

De todas maneras ahora y hasta junio, la contienda es entre De Marchi- López Puelles. Una dura campaña se viene, señores.

Luján de Cuyo en números

Sobre un padrón electoral de 95.000 votaron 70. 362 personas, o sea el 75 %.

De los cuales el 54, 09 % -38.059- votos fue para el Frente Cambia Mendoza, con Omar De Marcchi a la cabeza; casi el 35 % -24.254 votos- para el Frente para la Victoria  y el 5,59 % -3.936 votos- para el Frente de Izquierda de los trabajadores.

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Qué nos pasó con las PASO -->

Qué nos pasó con las PASO

En 1981 o cerca del 82’ un general del Ejército Argentino, que usurpaba el cargo de Presidente de la Nación, con voz ronca y amenazante le decía al pueblo argentino y a los políticos que no se impacientaran, las urnas están bien guardadas. Mensaje claro:no sueñen con elecciones. Los militares golpistas del 76’ no querían que el pueblo votase a pesar de los reclamos cada vez más fuertes de todos los sectores populares. La aventura frustrada de Malvinas precipitó un cambio no deseado por los dueños del poder. La dictadura había jugado una carta muy brava para perpetuarse en el gobierno y les fue (nos fue) muy mal.Irremediablemente, frente a una dolorosa derrota y ante el clamor del pueblo, los militares se resignaron a desempolvar aquellas urnas que estaban bien guardadas.
Después de siete años de gobierno de facto, el pueblo recuperaba su derecho al voto. Había que retomar la vedada gimnasia democrática. En 1983 se convoca a elecciones. Muchos jóvenes de 24 o 25 años no habían votado nunca en su vida. Por primera vez iban a ser protagonistas, podrían elegir a sus autoridades. Seguramente para esos jóvenes debutantes fue una experiencia inolvidable. Aquellas elecciones nacionales, provinciales y municipales fueron un ejemplo de ciudadanía comprometida. Ser convocado como presidente de mesa, después de siete años sin votar, no sólo era un reto sino también un honor. Entonces no se impartían cursos a las autoridades de mesa, tampoco se les pagaba un centavo. Sin embargo no hubo noticias sobre faltazos, renuncias u otro tipo de excusas para no cumplir con la carga pública. Desde entonces, felizmente, tenemos elecciones cada dos años.De a poco fuimos retomando el ritmo democrático y a sentir que votar era sumamente normal.
Lo cierto es que esta sana y buena costumbre de poder elegir libremente a nuestros gobernantes parece haber perdido vigor y entusiasmo entre la ciudadanía. Algo así como decir, protestando quejándonos: ¡otra vez hay que votar! Esta triste sensación está flotando en nuestro ambiente desde el domingo 19 de abril cuando debimos concurrir a las PASO. Poco más del 75% del padrón electoral cumplió con su obligación, muchísimos presidentes de mesa no cumplieron con su obligación, a pesar de que se les pagaba una suma de dinero. Fue noticia nacional el repentino ataque de enterocolitis o diarreas que afectó simultáneamente y particularmente a las personas que fueron designadas como autoridades electorales. Lo que antes fuera un motivo de orgullo, hoy parece un castigo. ¿Por qué? ¿Será que esta rutina democrática nos hizo olvidar las penurias de la dictadura? Esperemos que no.
Algo nos indica una marcada desaprensión frente a un acto electoral. Desinterés, desinformación, descreimiento. Esta última experiencia electoral debe ser motivo de reflexión tanto para los políticos de profesión como para la ciudadanía en general. La indiferencia democrática no es buena señal. No perdamos la memoria por una comodidad dominguera. Nunca más permitamos que nos digan que las urnas están bien guardadas. Sólo participando y comprometiéndonos responsablemente como ciudadanos seguiremos creciendo y construyendo una sociedad más justa.

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