Una plataforma de streaming con mucho para ver, seleccionada por expertos. Algunas joyitas para descubrir en la siguiente nota…
Por Patricio Pina*
En 2007, el joven empresario turco Efe Cakarel se encontraba en un bar de Tokyo con un antojo muy particular. Egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (el famoso MIT) como ingeniero eléctrico e informático, y con una maestría en la Escuela de Negocios de Stanford, su único deseo era poder ver en su iPad aquel extraordinario film de Wong Kar-wai donde un hombre y una mujer viven un intenso y poético amor platónico tras descubrir que sus respectivas parejas les son infieles entre sí. Cakarel sabía que el ancho de banda (veloz y eficiente en Japón) no sería un impedimento, pero, al poco rato de indagar, constató que sus intenciones se verían frustradas: ni Netflix, con una década de andadura, ni la flamante Amazon, contaban en su catálogo con In The Mood For Love. En su vuelo de regreso a Europa, este emprendedor cinéfilo escribió el Plan de Negocios de lo que hoy, a un par de clics de cualquiera de nuestras computadoras, es uno de los mejores servicios de streaming de cine del mundo: MUBI.
MUBI tiene un par de características distintivas: un criterio de selección de películas y cortometrajes de excelencia, alejado de los formatos masivos de recepción de films, sin series ni ataduras temporales (desde cortos de Man Ray en los años veinte hasta la obra notable del filipino Lav Díaz) y una rotación permanente de películas, disponibles para ser vistas durante 30 días. Cada medianoche, un film nuevo se suma al catálogo y otro se despide. Con el advenimiento de la pandemia, este régimen se amplió con la apertura de La librería, un invaluable arcón de tesoros donde todas las obras que pasaron por MUBI tienen una sobrevida extensa (¡pero nunca suficiente para poder disfrutarlas a todas!).
Este pequeño paraíso cinéfilo está a 219 pesos mensuales de quien quiera disfrutarlo, y allí están, entre otras muchas joyas, Family Romance, LLC (una ficción basada en una increíble empresa real que existe en Japón, realizada por el gran Werner Herzog), Los hijos de Isadora (poético acercamiento del bailarín y director Damien Manivel a una gran tragedia de la vida de la extraordinaria Isadora Duncan), El proceso (María Ramos documenta con precisión y atrapante pulso narrativo la vergonzosa destitución de Dilma Rousseff), Beanpole (extraordinario melodrama de Kantemir Bagalov, con una apabullante fotografía que privilegia los verdes y ocres), Wind (cortometraje ganador de la Palma de Oro en Cannes, donde Marcel Ivány redefine una vieja fotografía con un memorable plano secuencia), Strasbourg 1518 (corto donde se recrea un hecho real ocurrido en el siglo XVI, pero en clave de hipnótica danza contemporánea, con música de Mica Levi y dirección de Jonathan Glazer)… Y un ciclo de tres films de la realizadora portuguesa Rita Azevedo Gomes, un paquete de cortometrajes que la marca de ropa Miu Miu le encargó a algunas de las mejores directoras del mundo (de Agnès Varda a Naomi Kawase, de Alice Rohrbacher a nuestra Lucrecia Martel)…
*Rector de la Escuela de Cine. Junto a Claudia Nazar llevan adelante un Taller de Cine, todos los sábados a las 16:30 hs. Obviamente, quedándose todos los asistentes en casa…
