Archivo | octubre 20th, 2020

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La comadreja overa: Un curioso animal que habita en Mendoza

También conocida como zarigüeya, este particular ser nocturno se puede avistar en algunos lugares de Chacras de Coria y otras áreas de Mendoza. Su rareza está vinculada a que son “marsupiales”, uno de los grupos de mamíferos más antiguos que existen en el mundo, con la particularidad de que se ubican sólo en América y Oceanía.

Por Melisa Morales*

Estos marsupiales son considerados un ejemplo moderno de éxito ecológico, ya que se adaptan rápidamente a los cambios ambientales y poseen una eficaz estrategia de reproducción. Las crías nacen en un estado embrionario poco avanzado, continuando su gestación en un pliegue externo de piel, denominado marsupio o bolsa marsupial. Las bebés comadrejas completan su desarrollo a través de una lactancia de aproximadamente 2 meses y medio, mientras se movilizan junto a su madre para recorrer diferentes refugios.

La especie que podemos encontrar en Mendoza es conocida como comadreja overa (Didelphis albiventris), que ha seguido la distribución del ser humano y habita diferentes territorios desde Brasil hasta el centro de Argentina. Inclusive ha llegado a regiones que antes no ocupaba, siguiendo tanto el avance de la urbanización como el de la agricultura, como es el caso del oasis de cultivo de la Provincia.

La amplia disponibilidad de alimentos que ofrece el área irrigada de Mendoza, parece haber favorecido su permanencia. Inclusive los primeros estudios en estos marsupiales fueron realizados en 1971 por el reconocido naturalista doctor Virgilio G. Roig, quien estudió una población de comadrejas en las mediaciones de la actual Facultad de Agronomía de Luján de Cuyo.

Durante el día se suelen refugiar en huecos de árboles, troncos caídos o cuevas, saliendo recién al anochecer o de noche. Es frecuente observarlas en la época de apareamiento, la cual coincide principalmente con el inicio de primavera e inicios del verano. Durante el invierno, presentan poca actividad ya que pasan la mayor parte del tiempo durmiendo.

Consumen una amplia variedad de frutos, huevos, insectos, aves y pequeños mamíferos. Su cercanía al hombre las predispone fácilmente al consumo de basura y pueden atacar animales de granja como conejos y gallinas, e inclusive frutales que puedan existir en los jardines de áreas periurbanas. Sin embargo, también cazan cucarachas, ratas y ratones, por lo que son importantes controladores de plagas.

En los últimos meses, tanto humanos como animales silvestres se han visto alterados en sus hábitos y costumbres. Como ejemplo se ha observado que la disminución del tráfico y ruido en la ciudad, ha generado el avance y la presencia de fauna en nuevos lugares. A su vez, la conversión de fincas en barrios privados, puede desplazar a las comadrejas hacia nuevos sitios. Por otro lado, la observación del entorno natural que rodea a las personas, en relación al mayor tiempo de permanencia en los hogares, ha impulsado al reporte de especies presentes en ecosistemas urbanos. De todos modos, siempre es importante observar, registrar, analizar y estudiar estos cambios ya que la dinámica poblacional de especies silvestres amerita de estudios científicos a lo largo del tiempo.

Recomendaciones

-No les temas, si no las tocás nunca te van a atacar. Sólo abren su boca como comportamiento de defensa.

-Respetalas como parte del ecosistema urbano que compartimos humanos y fauna silvestre.

-Evitá dejar basura en la noche si no hay recolección.

-Denuncias por Maltrato Animal: 261-4201408 – Dirección de Recursos Naturales Renovables o al 911 – Policía Rural.

*La autora es veterinaria. Laboratorio de Medicina y Endocrinología de la Fauna Silvestre. IMBECU. Conicet-UNCuyo, CCT-Mendoza. Contacto: memorales@mendoza-conicet.gob.ar

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