El equipo de Luján de Cuyo es un ejemplo de entrega, profesionalismo y trabajo desinteresado por la comunidad. Un servicio humanitario imprescindible.

El pasado 2 de junio fue el Día del Bombero Voluntario, fecha en que se recuerda el surgimiento en 1884 de la Sociedad Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca. El 5 de agosto, el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Luján de Cuyo cumplirá 50 años desde su creación, una realidad que hizo posible un grupo de vecinos del departamento, entre los que se encontraban el andinista y comerciante Ulises Vitale y quien es considerado el primer bombero de Luján de Cuyo, Isaac Rubén Frenck.

Actualmente, integran su cuerpo activo cadetes de entre 11 y 17 años, una escuela con aspirantes mayores de edad y el equipo de 87 bomberos, hombres y mujeres, que sirven a la comunidad y que continuamente perfeccionan sus conocimientos en centros académicos de primer nivel de Argentina, Latinoamérica y Francia.

También una comisión directiva responsable, entre otras funciones, de conseguir los fondos necesarios para que el cuartel se mantenga en pie, el parque automotor en condiciones, los servicios pagos y los trabajadores cuenten con el equipamiento adecuado y sus necesidades estén atendidas durante las horas de servicio.

Las especialidades del equipo de nuestro departamento son el manejo básico de traumas, el rescate vehicular, los incendios industriales, forestales y estructurales, la atención de contingencias con sustancias peligrosas, el rescate acuático y el reconocimiento e intervención en medios peligrosos.

“Creo que uno nace con el sentido de ayudar al prójimo y quienes integran los Bomberos Voluntarios lo hacen por ese motivo. Esto no es un hobby peligroso, es un trabajo y una profesión. Permanentemente nos estamos capacitando porque atendemos vidas humanas. Esto no es una institución de paso: hay exigencias, guardias obligatorias nocturnas y la necesidad de colaborar con la comunidad ad honorem. Más allá de que el voluntariado existe, también necesitamos de los gobiernos”, explica el comandante Gustavo Tiritera, jefe del cuartel y miembro de la asociación desde sus doce años. Al 2% que reciben de las tasas municipales se suma un subsidio anual proveniente de Nación, aunque los gastos para el mantenimiento del servicio son elevados.

“Cuando mandamos un bombero a la calle lo que deseamos es que vuelva. Muchas veces dan la vida y suceden desgracias inevitables, pero lo que queremos siempre es que regrese. Detrás de ellos hay una historia valiosa, una vida, una familia que los espera y una entrega muy grande”, amplía el actual coordinador del cuerpo de Luján de Cuyo.

El Cuartel queda en Roque Sáenz Peña 1900. Teléfono: 4980999.