En esta edición elegimos no mostrar a nuestros lectores recuerdos TAAAN antiguos sino más bien algunas postales de hace unos añitos nomás, cuando las calles del pueblo eran el lugar del encuentro y el saludo entre los vecinos, cada uno con su actividad y siempre con tiempo para el chiste o el comentario. Toda gente sencilla, sin más pretensiones que vivir felices, tranquilos y en armonía con el entorno. Y sino, míreles las caras de felicidad que portan.

El Pety en la puerta de su carnicería, famosa por sus carnes de la pampa húmeda -otra institución-, al lado de donde hoy tiene su negocio de artículos de limpieza.

El Rigo en la puerta de su bar Beggis, de calle Viamonte, saluda a Tomás que pasa en su triciclo, muy jóvenes los dos.