Fresnos en Álzaga, plátanos en Besares, álamos en Darragueira. Nos tocó el momento de presenciar el recambio de añosos forestales, una tarea importante y delicada por el valor que implica el arbolado para (la mayoría de) los habitantes de este pueblo. Replante según los preceptos de la ley de Arbolado Público.
Por Adriana Sayavedra
El proyecto de reforestación del departamento surgió en enero, a raíz de la gran cantidad de reclamos y denuncias recibidos en el municipio por árboles caídos y talados. La tormenta del 25 de febrero, que fue muy grande, aceleró los tiempos para que la problemática se instalara en la agenda municipal.
“Había que trabajar en el mantenimiento del arbolado público por un tema de seguridad”, explica la ingeniera agrónoma Emilce Barzola, de la oficina de Arbolado Público departamental, quien está encargada de supervisar los trabajos de erradicación y replante: “Realizamos un relevamiento de las calles con mayor cantidad de reclamos y nos focalizamos en los árboles de mayor riesgo. Muchos de éstos corresponden a calles de jurisdicción de Vialidad: como Brandsen, Guardia Vieja, Cobos. Así es que decidimos primero trabajar en calles que corresponden al municipio, donde existen zonas más nuevas –urbanísticamente hablando- por lo que el arbolado también lo es. Pero en Chacras, Carrodilla o La Puntilla, los árboles son más viejos, y muchos ya estan en mal estado con riesgo de caída, por lo que planteamos la necesidad de reforestar. Se diseña el proyecto y se presenta en la Provincia y al Concejo de Defensa del Arbolado. Ahora estamos esperando el dictamen de la Universidad”.
La parte del plan que corresponde a nuestra zona incluye diferentes especies forestales según la calle. Así por ejemplo, en calle Besares se erradicarán los ejemplares en mal estado, en su mayoría acers y álamos, y se reemplazarán por plátanos –un bellisimo forestal para arbolado público-, aprovechando que ya existen varios de ellos en esta arteria que gozan de buena salud.
En tanto en calle Darragueira, también se plantarán plátanos en la zona del nuevo derivador vial que actualmente se está construyendo en la intersección con Besares e Italia, en reemplazo de los históricos forestales recientemente erradicados allí. “En este tramo serán plantados a 12 metros de distancia entre sí”, asegura Barzola. Y en el resto de esa calle, ícono de nuestro pueblo, se plantarán álamos que, aunque sabido es que no se usa esta especie como árbol urbano, la intención de los funcionarios ha sido respetar la idiosincracia chacrense: “Chacras era así”, explica la ingeniera refiriéndose a la histórica postal de calle Darragueira con sus bellos álamos criollos, “y la idea era mantener el paisaje. Por eso, a pesar de que los álamos no son para zonas urbanas, en este caso los vamos a reponer”.
Primera etapa en marcha
Cabe resaltar que el susodicho plan ya está funcionando. La primera parte comenzó en calle Álzaga, entre Liniers y Besares, donde se plantaron 60 ejemplares de fresno dorado.
Por su parte, en Álzaga desde calle Pueyrredón hacia Almirante Brown se realizará primero una serie de trabajos pendientes, como la tala de esos enormes sauces en mal estado ubicados en la esquina con Pueyrredón.
En cuanto a la calle Cubillos, con sauces mimbres en muy mal estado en el tramo cercano a Besares, aseguran que se trabajará primero en esta parte, debido a la urgencia del riesgo, pero el resto quedará pendiente: “no alcanzamos a hacer todo”, se disculpa Barzola.
El plazo de finalización de este plan de reforestación depende de cuándo se terminen los trabajos de tala, “porque a pesar de que se proyectó erradicar y reponer ejemplares en forma simultánea, no se pudo concretar por problemas que demoraron la tala”.
Replante según la ley
Y uno de esos problemas es el destoconado, menuda tarea de la reforestación. “Si no retiramos los tocones que van quedando con cada erradicación, no se puede replantar”, cuenta Barzola y agrega con paciencia: “Hay que ir de a poco”.
Otro aspecto al que la ingeniera presta especial atención es al tema de los nichos obligatorios en la acequia con que debe contar cada forestal público. Según la ley y su reglamentación, el espacio donde se planta el nuevo árbol debe estar libre de cemento y es de 0.80 x 0.80 cm. Además, la plantación debe ser al nivel del piso de la cuneta para evitar problemas a futuro de cañerías y de veredas. Todo esto es debidamente exigido y supervisado por la ingeniera Barzola, especialmente en las obras de cordón, cuneta y banquina, y en las tareas del plan de reforestación, donde se hizo incapié en la adecuación de los nichos allá donde hiciera falta. “Desde la Secretaría de Obras se comprometieron a colaborar para adecuar los fondos de cuneta, aunque aún no hay fecha de inicio de estos trabajos”.
Por su parte, para asegurarles el acceso al agua a los nuevos forestales, se diseñó un esquema de riego con camiones, en esta primera etapa, ya que el municipio no cuenta con agua para riego por acequias, debido a un viejo conflicto económico con la Inspección de Riego, del Departamento de Irrigación.