Siguiendo el ejemplo de Martín Ortiz, el zapatero de Chacras, y su compañera María Inés Espinosa, descubrimos la hermosa tarea de hacer que de la tierra crezcan milagros. En el jardín de nuestros vecinos crecen custodiados por el sol, zapallos, tomates, cebollines, choclos, poleo, albahaca y cedrón. Además de tratarse de una tarea útil y agradable, disponer de una huerta familiar supone beneficios para la salud y para la economía.
febrero 17th, 2014 at 17:26
Hay mi papi querido te extraño tanto,que hermosa tienen la huerta papi,estas flaquito y HERMOSO como siempre te amo mucho papi y te extraño mucho,te mandan besos tus nietos y yerno de Tucuman y yo que te amo con toda mi alma