Archivo | junio 1st, 2015

En busca de Mateo -->

En busca de Mateo

¡Su familia lo extraña! Se trata de un labrador color negro, de 2 años aproximadamente. Tiene collar azul. Se perdió el domingo 31 de mayo en Chacras de Coria, en calle Viamonte (cerca de la Piedra Pintada). Quien tenga datos sobre él, por favor comunicarse al 2615993063-2616654277.

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Gas pimienta: El escándalo de La Bombonera -->

Gas pimienta: El escándalo de La Bombonera

La opinión de José Félix Suárez sobre el fútbol violento y las barras.

La locura generalizada que tanto daño ha causado al fútbol argentino desde hace largo tiempo, donde pareciera que no existen límites y donde la realidad supera a la ficción -imposible de controlar o erradicar porque realmente no existe la voluntad política para hacerlo- y que se manifiesta cada vez con más odio, irracionalidad, desprecio y bajos instintos, es la consecuencia de una sociedad cada vez más enferma y agresiva donde la inseguridad y la violencia ocupan diariamente las páginas de los diarios.

Esa barbarie quedó demostrada el pasado jueves 14 de mayo en el llamado “Escándalo de la Bombonera” cuando los  jugadores de River Plate fueron agredidos con gas pimienta o algún otro preparado tóxico de origen casero al salir  por la manga para reanudar el segundo tiempo, lo que obligó a la suspensión del partido y a la posterior eliminación de Boca Juniors de la Copa Libertadores de América.

Es la consecuencia además de la triste herencia que dejó Julio Humberto Grondona, el dirigente que con su autoritario y personal estilo gobernó durante más de 30 años la AFA –Asociación del Fútbol Argentino–, responsable de la histórica y polémica frase “Todo Pasa”, propia de un fútbol sin penas ni castigos que dejó cerca de 200 hinchas muertos solo bajo su gestión, y en el que la dirigencia de los clubes se acostumbró a convivir con los llamados barras bravas. Primero como cómplices y después como rehenes, porque el miedo no es sonso y estos nefastos personajes que gozan de impunidad en cualquier escenario provocan temor con su sola presencia, gestos y amenazas. Sujetos sin códigos ni ideales que cambiaron  el amor a la camiseta por el poder y la plata, como el manejo de la reventa de entradas, el estacionamiento, la venta de ropa deportiva no oficial y hasta la comercialización de la droga.

En su mayoría se trata de punteros políticos o gremiales, enquistados en distintas áreas de gobierno, municipios o sindicatos, por lo que es imposible la acción del Estado para erradicarlos definitivamente al tener “padrinos” de mucho peso. A veces solo se los condena con el derecho de admisión que es pasajero y que no siempre se cumple. Que además participan en la vida política de cada club, que por la relación que tienen con los dirigentes hasta ocupan cargos en la comisión directiva y que han llegado a viajar a un Mundial (Sudáfrica 2010) en el mismo avión chárter de la Selección Argentina.

Como una brutal ironía del destino el  mismo día que se conocía la noticia de la muerte de un humilde futbolista jujeño de 21 años –Emanuel Ortega- que se jugó la vida por una pelota y terminó con una doble fractura de cráneo al chocar su cabeza  contra una pared de cemento de una cancha muy precaria del ascenso, por lo que se declaraba a modo de  duelo nacional  un fin de semana sin fútbol oficial  de primera división, se producía ese lamentable episodio con cuatro futbolistas riverplatenses -Leonel Vangioni, Matías Kranevitter, Leonardo Ponzio y Ramiro Funes Mori- comprometidos físicamente:  queratitis química y abrasiones de córnea. Un individuo de aparente clase media, socio de la institución, propietario de tres panaderías que heredó de su padre en el partido de Villa Alsina, casado con una hija en edad escolar, identificado como  Adrián Napolitano y conocido como “El Panadero”, quien pretendió pasar desapercibido escondiéndose en el anonimato de una tribuna sin saber que estaba siendo filmado, fue el principal responsable junto a otros 16 sujetos (hay tres menores de edad) de un atentado sin antecedentes por su gravedad y  riesgo. Ahora la comisión directiva Xeneise, en una medida inédita y ejemplarizadora, decidió además de expulsarlos de la institución iniciar una demanda civil a modo de indemnización por 70 millones de pesos que es la suma que Boca Juniors deja de percibir por el lucro cesante, la pérdida de recaudaciones y los derechos de TV y de imagen entre otros.

Mientras tanto se tramita una acción penal para que se les pueda probar en su condición de autores material del hecho que existió asociación ilícita (cuando actúan más de tres personas) y se investiga  quien o quienes puedan ser los responsables  intelectuales. Por ahora el delito está caratulado como lesiones leves agravadas con una pena de 16 meses de prisión (12 por las lesiones, 4 por haber sido en un  estadio deportivo) por lo que es excarcelable. Siempre habrá una primera vez para que éstos violentos vayan a la cárcel y no pisen nunca más una cancha de fútbol.

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Chacras de Coria ¿hacia dónde vamos? -->

Chacras de Coria ¿hacia dónde vamos?

Desde hace mucho tiempo se discute en nuestra provincia sobre el ‘ordenamiento territorial’. Muchos profesionales, entre ellos geógrafos, sociólogos, arquitectos, ecologistas, ingenieros, vienen estudiando lo que podría llamarse el “desorden territorial”.

Hace poco un grupo de estudiosos de la UNCuyo mostró cómo la urbanización le está ganando espacio a tierras productivas en Departamentos del Gran Mendoza. No es difícil observar que el paisaje va mutando de semirural a urbano o semi-urbano en sitios donde otrora solo había viñedos o chacras.

Las explicaciones de este fenómeno son varias. Seguramente la primera variable sea la económica. Pequeñas fincas que dejaron de ser rentables se fueron transformando en loteos. Es que a los propietarios les convenía más vender el suelo que poner trabajo y esperanzas en lo producido.

Es cierto que la población crece y con ella las necesidades habitacionales. Hay que construir cada vez más viviendas. El tema es cómo y dónde.

Toda transformación del paisaje natural, por mínima que sea, trae aparejado un impacto ambiental más o menos severo.

Nuestro pueblo, Chacras de Coria, tiene historia. Como todo pueblo chico. Entonces nuestros gobernantes no podían planificar, ni siquiera imaginar el descontrolado crecimiento urbanístico que vendría después. Calles angostas y muchos callejones comuneros, lotes de generosas medidas como para tener su huertita y criar algunos animales. Había el comercio necesario  para todos los habitantes. La hermosa plaza, la Parroquia, la Comisaría, la Escuela y el Registro Civil. Y sobre todo, muy buena calidad de vida. Porque todos éramos vecinos, conocidos, solidarios y respetuosos.

Paulatinamente nuestro paisaje fue cambiando. Al principio, algunos pensaron que estaba llegando “el progreso” a Chacras. Comenzaron a venderse tradicionales casas de familia, pequeñas fincas para dar lugar a centros comerciales, galerías, restaurantes, bares, hoteles, comercios de los más variadoss… Todo esto en el mismo espacio físico de hace 100 años.

Seguramente el buen clima veraniego, la tranquilidad que reinaba en el Pueblo hace treinta años sedujeron a los primeros “nuevos” vecinos que eligieron la paz de Chacras en lugar del bullicio ciudadano.

Sin embargo, hoy muchos ya desearían marcharse. Es que es tal el desborde del incontrolado crecimiento que muchas veces nos sentimos atosigados.

Tal vez, si realmente se hace un serio estudio de impacto ambiental, antes de autorizar algún nuevo negocio, debería contemplarse el ítem “calidad de vida” que es lo que hemos perdido como pueblo en estos últimos años, aunque a algunos le haya ido muy bien para sus bolsillos.

De una buena vez por todas alguien debe ponerle el cascabel al gato, tomar decisiones consensuadas con los vecinos y no seguir adelante con el desorden urbano y demográfico que nos afecta a todos.

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Gran festejo aniversario: 25 años de amor, guía y contención -->

Gran festejo aniversario: 25 años de amor, guía y contención

Con una fiesta en la plaza que reunió a gran parte de la comunidad, el Jardín Maternal y el Centro de Apoyo Escolar festejaron su primer cuarto de siglo de trabajo solidario. Hubo teatro comunitario, música, baile, comidas ricas y saludables y, sobre todo, mucha alegría.

Por Adriana Sayavedra

Veinticinco años han pasado desde aquellos días de 1990 en que un grupo de mujeres se unió para colaborar con otras congéneres que no la estaban pasando tan bien. Aquellas generosas vecinas se organizaron para cuidar a los niños pequeños de esas madres trabajadoras mientras éstas trabajaban, ya que no tenían dónde dejar a sus hijos mientras tanto.

Y es que la realidad de esas madres de escasos recursos era bastante difícil: muchas de ellas madres solteras, o con problemáticas difíciles de violencia familiar, alcoholismo, etc. “Por eso apuntamos a proteger a los niños”, nos cuenta Mary Loza, alma máter del proyecto. Solidaridad de género que le dicen.

Ellas eran María Rosa Casañas de Loza -la popular Mary Loza-; Ángela Lemmo de Arroyo, María Teresa Moreno de Arenas, Mónica Veyra de Carballo y María Fernanda de Törok, por aquellos tiempos integrantes de la comisión de Cáritas de Chacras de Coria. Encargadas de acopiar y distribuir las donaciones recibidas entre quienes las necesitaban, cuándo le preguntaban a las mujeres que retiraban la mercadería por qué no trabajaban, recibían constantemente, en la gran mayoría de los casos, la misma respuesta: “porque no tengo quien cuide a mis hijos mientras trabajo”.

Y así, ante una sugerencia del padre Reynaldo Godino, más conocido como el padre Aldo, por entonces párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, quién las estimuló para que les dieran una mano –o varias, literalmente hablando- rápidamente se organizaron y se hicieron cargo de los hijos de las madres trabajadoras.

El lugar elegido fue el Salón Parroquial. Allí los niños eran recibidos con una taza de leche y pan con dulce. Al poco tiempo, viendo que los horarios de trabajo de las madres se extendían hasta después del mediodía, se las ingeniaron para poder servirles también el almuerzo. La Guardería Parroquial había nacido.

Y como gran parte de la comunidad de nuestro pueblo está siempre dispuesta a solidarizarse, la ayuda no tardó en llegar:  otro grupo de mujeres empresarias también se organizó para hacerse cargo de asegurar el servicio de comedor. Así le dieron vida a la Asociación Cooperadora de la Guardería Parroquial.

Más tarde, en 1993, llegaría otra actividad paralela a la del cuidado y atención de los niños: el Apoyo Escolar, también en el Salón Parroquial. Comenzaron con treinta niños de la Escuela Teresa O’Connor, desde 1º a 7º, a quienes además de brindarle colaboración en las tareas escolares, también les ofrecían el almuerzo.

“El trabajo de apoyo escolar por esa época lo realizaban maestras jubiladas, recién recibidas y madres, en forma voluntaria y ocasional”, sigue contando Mary.

Con el tiempo y más niños que atender cada día, estas mujeres solidarias fueron implementando varios proyectos para seguir adelante con su loable gestión. Así consiguieron la construcción del edificio propio –el salón parroquial ya les quedaba chico- por parte de la Fundación Bemberg. Más adelante, esta misma Fundación solidaria, les donó el edificio para las tareas de Apoyo Escolar. Se trata de la popularmente conocida Casita de la Parroquia, ubicada en calle Italia, junto a las vías, al lado de la casa Poli Decoraciones.

Otros logros del trabajo silencioso y comprometido de estas loables vecinas es la inclusión en el Programa Provincial Nutricional y en el Servicio Educativo de Origen Social, que les permitió conseguir del gobierno provincial las raciones diarias de alimentos y las docentes necesarias para implementar la ayuda escolar.

Cómo estamos hoy

Hoy el Jardín Maternal Nuestra Señora del Perpetuo Socorro asiste a niños desde los tres meses hasta cuatro años de edad. Por su parte, el CAE –Centro de Apoyo Escolar- atiende  a alumnos de 1º a 5º de escuelas aledañas. Ente ambas instituciones “brindan cuidados especiales, apoyo escolar, desayuno y almuerzo” a más de 200 niños, provenientes en su mayoría de familias de escasos recursos.

Ya las clases no las brindan sólo voluntarias, ahora cuentan con dos docentes a cargo. Aunque algunas madres y maestras jubiladas continúan con su labor solidaria, como la vecina Virginia Ferrari, también integrante de la Unión Vecinal Chacras de Coria, quien “se mantiene firme en su tarea docente”, al decir de Mary, quien invita a aquellas personas que quieran sumarse en este trabajo comunitario para que se acerquen a la institución.

La gente de la Guardería. Daiana y su hija, Vanesa, Silvia, Teresa, Miriam, Coti, la familia Ruarte, Matías, Mary, Flor, Vanesa, Antonella, Nicolás, Sonia, Petty y Cuqui.

Socios y voluntarios se necesitan

Ante el crecimiento poblacional del Jardín Maternal y del Centro de Apoyo Escolar, se necesita cada vez mayor cantidad de recursos para gestionar ambas instituciones. Por eso invitan a la comunidad a unirse a su lista de socios, ya que es a través de las cuotas que éstos abonan que pueden llevar adelante los dos emprendimientos.

También aquellas personas que deseen colaborar con tiempo y dedicación voluntaria son muy bienvenidas. Siempre son necesarias manos para servir la comida, en el mismo apoyo escolar o servicios profesionales de salud, tales como controles oftalmológicos, de audición, psicológicos, etc.

Para más información, llamar a Mary o a su hija Cuqui al Jardín al teléfono  4964125, o pasar por allí, en Italia 5480, de lunes a viernes de 8 a 14 hs.

La Fundación Bemberg

Fundada en 1989, formó parte de un grupo de fundaciones y empresas que invierten en el campo social, en el marco de la Responsabilidad Social Empresaria. Hoy ya no funciona más.

Sus objetivos eran las donaciones y programas relacionados con la salud y la educación de la niñez, desde la concepción hasta la pubertad. Y sus áreas de influencia estaban acotadas a las zonas donde se ubicaban sus establecimientos industriales. En este caso, era la Cervecería Andes, una de las empresas del grupo Bemberg.

El contacto con esta institución les llegó a nuestras vecinas a través del por entonces gerente de la Cervecería Andes, a la sazón marido de una de las primeras integrantes de la comisión de Cáritas de Chacras, María Teresa Moreno de Arenas. El proyecto de un jardín maternal para madres trabajadoras pronto fue del interés de los directivos de esta institución dedicada a solventar proyectos solidarios. Así llegó la construcción del edificio propio de la Guardería, luego un vehículo utilitario -la conocida traffic con Mary al volante- y más tarde la casita de apoyo escolar.

Miscelánea y Andrea son las encargadas de alimentar a toda la familia de la Guardería y el CAE.

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