Este hermoso distrito de nuestro departamento le debe su nombre al militar Gregorio Ignacio Perdriel, gobernador de las Provincias de Cuyo entre 1815 y 1816. Imperdibles las antiguas construcciones de barro, típicas de la arquitectura rural mendocina, como así también nuestras viejas arboledas (algunas en riesgo de muerte). Pasear en auto, en bicicleta o a pie resulta igual de placentero para quien decide sumergirse entre bodegas y viñedos dispuesto a disfrutar de un entorno maravilloso, con la inigualable vista al Cordón del Plata.
Fotos: Adriana Sayavedra