El domingo 19 de enero pasado Marco Antonio Gallar, el querido Toño, amigo de la casa y diácono de la Parroquia durante años hizo las valijas para ir a tomar su lugar junto a San Pedro. Desde allí lo debe estar manteniendo ocupado, llendo de acá para allá, llevando comuniones y palabras de aliento para enfermos y para quienes también se preparan para realizar su último viaje.
Desde acá lo recordamos con inmenso cariño. Más allá de ser el padre de nuestros amigos Gabriel y Javier, fue una persona excepcional, esas de las que vale la pena haber tenido cerca.
Aquí unas palabras de afecto de algunas de las personas que lo quisieron.
EDUARDO FERRER
Tuve la bendición de conocer a Marco Antonio Gallar allá por la segunda mitad de la década del 70. Yo tenía 15 años y había terminado de tener un encuentro personal con JesúsXto a través del Movimiento Juvenil Peregrinos, fundado por el P. José Manzano q.e.p.d. en 1974.
En el Movimiento conocí a dos de sus hijas, mi amiga Marité, y luego a Lucía. Su casa en calle O’Brien de Guaymallén, era un hervidero permanente con jóvenes de todas las edades, correspondiente con las edades de todos los hijos de Marco, que literalmente “tomábamos” la casa, y también tomábamos la leche. Era una de las casas para los “asaltos” de la época. Se respiraba “FAMILIA”.
Allí conocí la alegría de vivir de los Focolares y el testimonio tremendo de Chiara Lubich, su fundadora.
Años después lo encontré trabajando denodadamente en la Curia sirviendo con humildad a todos los que se arrimaban.
El 17 de diciembre de 1997 tuvimos la suerte de venir a vivir a Chacras. Rápidamente, gracias al Padre Juan Carlos Vignoli, a muchos vecinos y ciertamente, a Toño, nos integramos a la comunidad de nuestra Parroquia. Toño ya servía a la comunidad como Diácono permanente.
Su ejemplo de vida, fue un elemento central en mi vocación eclesial y en el –siempre proyecto sin terminar- compromiso concreto con vida.
Cómo dice la gente de la Pastoral del Duelo y la Resurrección, te recordamos y rezamos vivo, Toño, porque, desde la Fe, tenemos la Esperanza en una vida de Caridad, de gozar como vos lo hacés ahora de la gloria del Padre. Nuestros muertos no están muertos. ¡Están vivos en el Padre!!!
NIDIA SILEONI DE SCONFIENZA
El Señor lo convocó por su fe y su bautismo para servir al mundo y especialmente, a la comunidad chacrense.
Lo hizo con alegría, con humildad, profundizó su entrega al hermano y enseñó la Palabra con su ejemplo.
¡Gracias Don Antonio por su legado! ¡Gracias por ser como fue! ¡Hasta siempre!
COCO GARCIA SAEZ
Querido Toño:
El recuerdo al amigo de grandes valores personales y ejemplo de vida cristiana.
JUAN CARLOS VIGNOLI
Hay personas que dejan huella en el alma; Toño Gallar fue uno de ellos.
Tuve la suerte de que Toño fuera designado Diacono en la Parroquia de Chacras durante el tiempo en que fui párroco de la misma.
Definir a una persona no resulta adecuado; cada uno de nosotros es un enigma insondable para sí mismo y para los otros. Salimos del corazón del Dios con un potencial infinito y a su “imagen y semejanza”. Sin embargo, si podemos describirla y detallar el vínculo que nos unió a ella.
Toño fue (y seguirá siendo en la Casa del Padre Dios), servidor, trabajador, pensante, enérgico, silencioso, abnegado y orante. Jesús le habrá mostrado la hermosa habitación que le había preparado según su promesa y, ahora libre del espacio y tiempo, seguirá unido a nosotros. Nuestra fe sencilla es la garantía de lo que decimos.
De Toño me queda su cercanía, sus consejos, sus silencios, su alma inquieta, su tesón en el servicio a Dios y a sus hermanos.
Toño, el dolor de tu partida no empaña la alegría de saber que estás disfrutando de quien siempre buscaste y experimentaste; un Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Rezá por mi, que yo rezaré por vos.
PARROCO EDUARDO LOPEZ
El pasado 19 de enero, don Marcos Antonio Gallar más conocido como Toño, partió a la Casa del Padre, dejando en todos nosotros un sentimiento de pena, pero a la vez de esperanza firme en Dios. Era uno de los Diáconos que servía en nuestra Parroquia desde que se instaló en Chacras de Coria, plasmando en nuestra memoria su paternal figura y sabios consejos brotados desde su experiencia de fe. Efectivamente, como hombre de profunda fe –nunca fingida-, a lo largo de su vida supo vivirla comprometido con la Iglesia, ya desde su niñez en la Parroquia de San José de Guaymallén, una militancia juvenil férrea en las filas de Acción Católica en sus años dorados y en estas últimas décadas, consagrado como Diácono Permanente con múltiples servicios a la Iglesia Diocesana y a nuestra comunidad.
Estaba casado con Nati, y junto a su varios hijos conformaron una excelente familia donde el cultivo de la fe, los valores evangélicos, la honestidad y responsabilidad fueron signos cabales de su ser cristiano. Veinticinco días antes había fallecido una de sus hermanas y a raíz del hecho platicamos mucho en su casa, pero más me impactó la despedida que hizo de sus restos al día siguiente, casi anticipando también su pronta partida. Todas sus palabras, aunque llenas de duelo, significaron un especial testimonio de una vida consagrada a Dios, pero también cargada de noble humanidad que a todos nos embargó de sentimientos. Por eso, para concluir este sencillo recuerdo, no tengo dudas en expresarlo, que desde el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva, Toño sigue acompañándonos más que nunca y orando por nosotros que aún tenemos que cumplir nuestra misión terrenal. Hasta muy prontito querido Marcos Antonio, que te vaya bonito. Con afecto sincero.
ALBERTO CABANILLAS
Su paso por la comunidad de Chacras será inolvidable. Demostró que se puede ser coherente con lo que se predica: amor, bondad, humildad, caridad, vivir una vida cristiana.
Trabajó incansablemente recorriendo las calles con su valija a cuestas, siempre bien dispuesto. Sembró con el ejemplo y se fue habiendo cumplido la misión. Seguramente quienes lo conocieron anidarán por siempre su recuerdo
¡Chau, Marco Antonio!
Los 85 del Toño El párroco del pueblo, Marco Antonio Gallar, cantó ochenta y cinco y lo festejó con toda su familia a pleno: su compañera de vida, Natividad, sus hijos y sus nietos.
