El placer de escribir “ciencia para todos”

Dra Myriam R Laconi Investigadora de CONICET INBIOMED – UM – IMBECU

Hace poco más de un año la editora de Correveidile me invitó a escribir ciencia para el periódico. Se creó así un espacio en “nuestro diario” para compartir lo que los científicos de Mendoza -en especial  los que elegimos a Chacras como “un lugar para vivir”- hacemos día a día. Este es un espacio para compartir con nuestros vecinos y amigos lo que elegimos como profesión y estilo de vida. Los científicos ya dejamos de ser esos “bichos raros” encerrados en laboratorios, aislados y desconectados de la vida real, cubiertos de libros. Hoy la ciencia se vive de otro modo. En ciencia, cada descubrimiento crea una nueva pregunta y esta otra y otra más, y esa progresión de descubrimiento y más búsqueda motiva, apasiona, y nos regala placer por el conocimiento.

Los científicos tenemos la obligación de difundir nuestros conocimientos en el ámbito científico. Además, día a día ha ido creciendo la habilidad de hacer difusión en otros ámbitos: escuelas, industria, comercio, y comunidad en general, porque la ciencia “es para todos”. La ciencia aporta crecimiento intelectual, desarrollo tecnológico y también placer por el saber y una inquietud creciente como un hormigueo permanente en el cerebro y un deseo de “ir por más”. Así como al deportista la carrera, además de esfuerzo y agotamiento muscular, le devuelve una exquisita sensación de placer, el acercarse a las metas al científico le produce lo mismo.

Hace poco el presidente de Uruguay decía en un discurso: “en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer”. En mi caso no puedo más que agradecerle a la vida la posibilidad de trabajar en lo que me apasiona, vivir de hacer lo que me gusta. En nuestro país se hace muy buena ciencia a pesar de los escasos recursos materiales con que contamos debido a que aun no hay políticas sostenidas que permitan sustentar los proyectos a largo plazo ni salarios suficientes. Los científicos argentinos son codiciados en todo el mundo en todas las disciplinas.

Algunas disciplinas gozan del apoyo de la industria para sostener proyectos -Industria farmacéutica por ejemplo-, otras en cambio deben conseguir subsidios nacionales o internacionales y superar altos niveles de competitividad.

En conclusión: la ciencia implica pocos recursos, mucho esfuerzo, imaginación, creatividad, descubrimiento, capacidad de hacerse preguntas y de volver a empezar ante cada fracaso. Todo esto hace que hoy quiera cerrar este espacio intentando contagiarles el placer por el conocimiento.

Gracias a Correveidile y a los lectores por sus comentarios e interés.