Foto para el recuerdo

Era el año 1957 y  los pequeños vecinos Jorge Gamboa y Enrique Carlos Rafín en las clases de folklore que el profesor conocido como Águila Cuyana daba en el por entonces Cine Splendid, hoy Salón Para Todos.

Tres artistas, unidos por la escultura, el grabado, la pintura.

Los tres grandes: Gabriel Fernández, Fernando Rosas y Guillermo Rigatieri.

El jueves 11 de noviembre en la Sala Paradiso, en calle Mitre de Chacras de Coria, se inauguró la muestra de los artistas Gabriel Fernández, Guillermo Rigatieri y Fernando Rosas.

Grabados, dibujos, pinturas y esculturas invadieron el espacio cultural, donde amigos, conocidos y amantes del arte dijeron presente aquella noche.

Gabriel Fernández, es un destacado artista de nuestro medio, profesor de artes en la Facultad de Artes Plásticas, en el Taller de Escultura. Uno de los mejores ilustradores del pais, ha obtenido ya por tercer año el Premio al Mejor Ilustrador del país. Venimos disfrutando de sus dibujos periódicamente en el Diario Los Andes, donde nos divierte con sus increíbles y certeras ilustraciones de personajes conocidos.

El dibujo de Gabriel es perfectamente expresivo, con un juego de líneas revoltosas logra definir lo que el desea, un dibujo exquisito, en tintas, lápiz o lo que fuere, ningún material le es desconocido. Sus colagrafs tienen un manejo de la técnica muy personal, conoce el grabado a la perfección y siempre con sus ùnicos trazos lineales nos introduce en aquellos ambientes donde algún personaje masculino se halla acompañado de las carnes robustas de una mujer, perfectas figuras anatómicas.

Guillermo Rigatieri , uno de los escultores más reconocidos en Mendoza, posee un excelente oficio del trabajo de los metales, forja cada pieza con delicadeza y prolijidad increíbles, un mundo lúdico, pregnado de figuras divertidas sacadas de algún cuento fantástico,  máquinas bizarras a las cuales dan ganas de subir a dar un paseo por el espacio , esculturas para soñar, para inventar, para crear mundos de niños, para jugar, para mirar.

Fernando Rosas, joven artista, hijo de artista además, maneja el pincel con detallismo y sobriedad,  sus figuras  esconden un erotismo no agresivo, algo misterioso y estático. Con una paleta acotada, muy rica, desarrolla un clima casi irreal, irreal como la piel de estos personajes, casi de plástico, tersa, no se sabe si con vida o sin ella.             Escenas paralizadas en el tiempo y en el espacio, hay un movimiento incierto que invita a quedarse mirando esperando que ellas reaccionen, esperando que en algún momento algo suceda.

Tres artistas que trabajan en conjunto, una exposición variada entre esculturas, grabados, dibujos y pinturas, una conjunción entre lo lúdico, lo mágico, el buen hacer, la entrega a lo artístico y el talento, para disfrutar, para conocer, para admirar, para no perdérselo.

Magdalena Benegas