Vecinos movilizados contra la autorización de emprendimientos de propiedad horizontal

Son casi diez los emprendimientos autorizados durante la anterior gestión municipal, entre ellos dos condominios de torres. Fuerte rechazo vecinal. Desde el municipio, el intendente De Marchi aseguró que se han paralizado los proyectos para evaluar a cada uno de ellos técnica y jurídicamente: “Si esto seguía como venía se reventaba todo”, sentenció.


Por Adriana Sayavedra

Enterados de varios emprendimientos inmobiliarios autorizados -o con factibilidad en otros casos- por el Concejo Deliberante de la anterior gestión municipal -la mayoría han sido otorgadas durante los años 2014 y 2015 a través del mecanismo de la excepción a la norma-, varios vecinos se encuentran movilizándose para frenar estos proyectos.

Específicamente se trata de un par de condominios de torres de departamentos cada uno y de numerosos complejos de departamentos de dúplex, diseminados por las calles Álzaga, Liniers, Viamonte, Pueyrredón, Besares, Las Acacias, entre otras. Por ejemplo, en algunos casos fueron aprobados 15 duplex en terrenos de 2000 m2 y similares. O complejos de tres torres de cinco pisos cada una, con un total de 48 departamentos. Y en este punto vale resaltar que propietarios de estos complejos de edificios de dúplex son los responsables de haber erradicado los forestales de calles de Liniers y Álzaga, y los  de calle Darragueira, que daban la entrada a nuestro distrito.

“Cabe destacar que se trata de una medida tomada de manera inconsulta y en franca violación al ordenamiento municipal que regula el desarrollo urbanístico de nuestro Distrito” -fruto del trabajo mancomunado entre profesionales de la Unión Vecinal Chacras de Coria y la institución municipal-, “que afecta en forma irreversible la calidad de vida de los vecinos de Chacras de Coria”, sostienen en la nota presentada al Departamento Ejecutivo y al Concejo Deliberante, solicitando la urgente intervención del nuevo gobierno municipal. Además, por estos días, el reclamo será presentado ante la Fiscalía de Estado, para que se evalúe un eventual daño ambiental en la zona.

“Somos conscientes de que las ciudades son dinámicas y evolucionan. Pero como vecinos, sostenemos que lo más importante de las imprescindibles adaptaciones de las ciudades a sus nuevas realidades, tiene que ver con el respeto a las necesidades de la sociedad, a la elección de vida de sus habitantes y la priorización de los valores ambientales, sobre toda expectativa de desarrollo inmobiliario. Es imperioso que Chacras mantenga un armónico carácter residencial y de pulmón verde. Por todo esto, resulta inadmisible el descontrol y las habilitaciones puntuales erráticas e improvisadas por vía de las excepciones, pasando por arriba las normas actuales vigentes”, sostienen con energía los vecinalistas.

El problema que dichas autorizaciones acarrea es que han sido otorgadas sin haber elaborado previamente algún plan estratégico de crecimiento urbano. Por lo tanto, el primer escollo insalvable es la falta de infraestructura necesaria para recibir el gran crecimiento demográfico que implican. Como dato relevante, tampoco fueron realizadas las evaluaciones de impacto ambiental obligatorias para estos casos -según la Ley -, en que se pone en riesgo la salubridad y sustentabilidad del medio ambiente del lugar en que se pretende llevar a cabo los emprendimientos inmobiliarios.

Consultado el intendente Omar De Marchi sobre qué pensaba hacer con este grave problema planteado por los vecinos, aseguró que ya estaban frenados para poder ser evaluados en particular: “Entendemos prima facie, que algunos de estos proyectos podrían generar altos impactos negativos en diferentes lugares del departamento. Por eso hemos decidido paralizarlos, como medida previa, a los efectos de sentarnos a analizar la viabilidad técnica de cada uno de esos proyectos. Con esto no estoy prejuzgando ni adelantando opinión. Simplemente digo que, de haber continuado con el desorden urbano que se venía generando en la gestión anterior, terminábamos de perder distritos muy bonitos como Chacras de Coria, La Puntilla, Vistalba, Carrodilla, Mayor Drummond. Ahora estamos en etapa de revisión técnica y jurídica de cada uno de ellos”.

Y especificó que en particular los complejos de edificios torres -los que generan mayor rechazo entre la comunidad-están paralizados, desde las herramientas jurídicas con que, eventualmente contamos. Insisto, no quiero prejuzgar lo que ha hecho la gestión anterior. Estamos tratando de revertir una situación que prima facie aparece como inconveniente para el desarrollo urbano del sector. Además de analizar cada uno de esos proyectos, queremos darles participación a los vecinos si es que algunos de esos diseños necesitaban audiencia pública, por ejemplo, para la aprobación del impacto ambiental, o no. Insisto: no estoy adelantando opinión, simplemente hemos tomado unos días para frenar. Si esto seguía como venía se reventaba todo”.

“La ciudad en que queremos vivir”

“La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede divorciarse de la cuestión de qué tipo de personas queremos ser, qué tipo de relaciones sociales buscamos, qué relaciones con la naturaleza mantenemos, qué estilo de vida deseamos o qué valores estéticos tenemos”, sostiene David Harvey* en su libro “Ciudades rebeldes: del derecho a la ciudad a la revolución urbana”.

*Profesor de Antropología y Geografía en el Graduate Center de la City University of New Cork (CUNY), “Uno de los geógrafos académicos más citados y autor de numerosos artículos y libros de gran influencia en el desarrollo de la geografía moderna, en torno a la ciudad y sus problemas”, define Wikipedia.

Nota de opinión: Chacras hoy: hay un futuro esperanzador

Por Arq. Adolfo Mallea

Es posible producir cambios de las normas urbanísticas y edilicias, considerando nuevos relaciones en los usos del suelo, adaptando factores de ocupación, tamaño de los predios etc., pero ello debe ser motivo de análisis y de estudios técnicos reflexivos que aborden el problema en profundidad para las distintas áreas y, fundamentalmente, con la participación de la gente: vecinos, comerciantes, educadores, instituciones públicas y privadas, prestadores de servicios; es decir, todos los sectores involucrados y comprometidos con un futuro urbano que mejore y enriquezca la calidad de vida de los habitantes.

Hoy se puede pensar en normas que establezcan nuevos factores de ocupación del suelo (FOS) y de volumen construido por terreno (FOT) pero fijando alturas máximas edificios y cantidad de unidades por cada predio, con el fin de mantener un armónico carácter residencial.

Paralelamente hay que resolver problemas de movilidad en todas sus variantes: vehículos particulares, transporte público, desplazamientos peatonales y en bicicletas, estacionamientos, unidades de abastecimientos de comercios, etc., atendiendo también, a la preservación de los espacios públicos -plazas, paseos, edificios emblemáticos-.

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