Categoría | Historias de Chacras

Familias pioneras

Los Bauco, la cultura del trabajo y un callejón que los homenajea

Los Bauco llegaron a nuestro país, como muchos por aquellos años en que se construía la Patria, desde “la Italia”. Proveniente de la provincia de Aquila “Comune Di Civita  D’Antino, fue en el año 1901 cuando Rafael se radicó en nuestros pagos. Aquí se dedicó, como la mayoría de sus pares, a la agricultura. Luego fue la vitivinicultura, más tarde la instalación de talleres de maquinaria agrícola y luego de transporte de pasajeros. La pequeña empresa nacida de tanto esfuerzo era administrada por su dueño, quien contaba con la colaboración solidaria de su cuñado Juan Olivano, su concuñado Armando Caponi y sus primos hermanos Luis y Lorenzo Bauco, este último más conocido como Minoto.

Numerosos emprendimientos comerciales llegaron a nuestro pueblo de la mano de esta familia que recaló en nuestros pagos cuando el siglo XX nacía.

1- El Hotel San Francisco

Fue gestado en la década del cuarenta. Por esa época la familia Bauco tenía la “Residencial Pueyrredón”, el primer hotel de Chacras de Coria, en donde con el tiempo, se hospedaron numerosas personalidades. Por ejemplo, escribe Nicolás Sosa Bacarelli en aquella nota sobre la familia Bauco en Correveidile del año 2014, “una vez llegó un joven estudiante de Derecho, con su familia. Traía un niño enfermo de asma y le habían recomendado el aire de aquí y las atenciones de los dueños de casa. “El chico sostenía con una mano el libro –estaba estudiando las últimas materias- y con la otra, su hijo”, cuenta Marcelina. El joven estudiante era el doctor Raúl Alfonsín y luego llegaría a ser presidente de la Nación”.

En un momento la casa les quedó chica para albergar tantos turistas, fue entonces que Francisco y sus seis hijos decidieron comprar una quinta, propiedad de la familia Fernández, ubicada más arriba de la misma calle Pueyrredón, para construir el Hotel. La familia Bauco se dedicaba a fabricar ladrillos, por lo tanto todo el edificio fue construido con ladrillos que llevan el sello Bauco. Finalmente el Hotel fue inaugurado en 1954.

La quinta rebozaba de árboles frutales, parrales y pinos, por lo que el arquitecto Fanhoe diseñó el edificio tratando de salvar la mayor cantidad de especies, lo que permitió que hoy se pueda disfrutar el añoso parque que rodea el Hotel.

EPIGRAFE

Fachada del viejo Hotel San Francisco, en sus primeras épocas de gloria.

La Cena Inauguración del Hotel San Francisco

Corría el año 1954 y el Hotel San Francisco abría sus puertas al público. Sentados entre los comensales vemos a recordados vecinos de nuestro pueblo, como el querido doctor Carlos Levy, “el médico gaucho”.

2- Primera línea de ómnibus Chacras-Mendoza

“Los vecinos aún recuerdan otro interesante emprendimiento de la familia Bauco, que logró cambiar el ritmo del pueblo y “acercarlo” un poquito más a la Ciudad. Considerando lo difícil que resultaba para muchos llegar al centro mendocino, don Francisco adquirió cuatro colectivos y con ellos fundó a principios de los años 40, lo que podríamos llamar la primera empresa de transporte de pasajeros dedicada al trayecto Chacras-Centro, Centro-Chacras. Los ómnibus partían de la casa familiar y lo hacían con la frecuencia justa para acompañar el ritmo de vida de aquel tiempo”, sigue contando Sosa Bacarelli.

La empresa de ómnibus Paso de los Andes, primera línea de pasajeros que conectaba Luján  con la ciudad de Mendoza.

1- El tren turístico de Luján y el balneario Cipolletti

Con dos vagones tirados por un tractor, esta especie de tren turístico nacido del ingenio de Rafael Bauco, formaba parte de una “escudería” compuesta de tres unidades. Fue una de las primeras líneas de transporte público de nuestro departamento.

El recorrido comenzaba en la plaza de Luján, frente a la Iglesia y, por Sáenz Peña hacia el oeste, se dirigía por calle Chile hasta el dique Cipolletti.

Y es que allí se encontraba “el balneario de moda” de la época, a orillas del Río Mendoza: contaba con una hostería, pileta de natación, un inmenso parque de frondosos árboles y un lago artificial, hábitat de plantas acuáticas y peces multicolores.

“Otro de los atractivos era la presencia de un fotógrafo, creo que se llamaba Alfonso Segovia, que posibilitaba que los visitantes se llevaran un recuerdo del paseo”, cuenta Roque Bauco, nieto y tocayo de aquel pionero, quien se desempeñó como concejal por el Partido Demócrata en la década del ’60 y que gentilmente nos cediera la foto.


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