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Tradicional San Francisco

Nuevo Hotel San Francisco

El Hotel San Francisco abrió sus puertas por primera vez en el año 1954. Diseñado por el arquitecto Ib Fanhoe y construido por sus primeros dueños, F Baúco y sus hijos, respondía a los códigos arquitectónicos de la época. Posteriormente, en 2004, luego de siete meses de trabajos de remodelación, reabrió al público con una concepción adaptada a los tiempos actuales, sin haber perdido un ápice de su identidad de lugar para el descanso y apacible esparcimiento.

Los ladrillos con que está construido llevan el sello de sus primeros dueños, los Bauco, quienes los fabricaron especialmente en su propio horno de ladrillos. En su momento, fue uno de los hoteles elegidos por aquellas personas que buscaban descansar en un ambiente bucólico y natural.

Después de 50 años, y con nuevos dueños, mantiene esas características gracias a una remodelación respetuosa de las características de hotel casi rural. El responsable de llevar adelante ese trabajo fue Marcelo Ortiz -quien cuenta con varias obras en Chacras, entre las más notorias la Finca Adalgisa y el paseo de Mazolari e Italia, donde actualmente funciona la Delegación Municipal-.

La idea principal de los nuevos dueños era esencialmente rescatar el hotel.

El hotel se encuentra rodeado de una hectárea de parque de especies centenarias, de estilo europeo, que fue totalmente respetado por la reforma.

La historia

El Hotel San Francisco fue gestado en la década del cuarenta. Por esa época la familia Bauco tenía la “Residencial Pueyrredón”, el primer hotel de Chacras de Coria, en donde con el tiempo, se hospedaron personalidades como Raúl Alfonsín, Osvaldo Pugliese y Félix Pérez Cardozo y su orquesta. En un momento la casa les quedó chica para albergar tantos turistas, fue entonces que Francisco y sus 6 hijos decidieron comprar una quinta, propiedad de la familia Fernández, ubicada más arriba de la misma calle Pueyrredón, para construir el Hotel. La familia Bauco se dedicaba a fabricar ladrillos, por lo tanto todo el edificio fue construido con ladrillos que llevan el sello Bauco.

La quinta rebozaba de árboles frutales, parrales y pinos, por lo que el arquitecto Fanhoe diseñó el edificio tratando de salvar la mayor cantidad de especies, lo que permitió que hoy se pueda disfrutar el añoso parque que rodea el Hotel.

La reforma

Nuevo concepto en hotelería El hotel cuenta con 40 habitaciones, con balcones y terrazas, que permiten disfrutar el paisaje desde las alturas, cerca de las copas de los añosos árboles del parque. Esto es un lujo que no se da en ningún otro hotel de Mendoza, ideal para cualquier persona que busque paz y tranquilidad. No se lo puede catalogar como un lugar sólo para vacaciones, sino también para reuniones de negocios o eventos -ya que en la reforma se refaccionaron algunos salones con ese fin- en un ambiente muy apacible, a sólo 15’ de la ciudad.

Dentro de la estructura del hotel, el 80 % corresponde a los espacios comunes. Éstos se mantuvieron casi igual. El 20 % restante corresponde a los baños y habitaciones que fueron modernizadas y es donde se hicieron las mayores intervenciones.

Las reformas se circunscribieron básicamente a los elementos ….

Se reemplazaron los antiguos caños de barro y se instalaron nuevas cañerías de agua fría y caliente. Las antiguas ventanitas se convirtieron en puertas ventanas, con lo que se incorporó un pedazo de jardín a cada habitación.

Los pisos de parquet de las habitaciones fueron cepillados y armados de nuevo. Los otros pisos, los de los espacios comunes del hotel, eran de granito y fueron pulidos a nuevo.

“La sensación que queríamos transmitir era la de encontrar un edificio de los ’50 y al entrar comprobar que estamos en el siglo XXI”, sintetiza Ortiz, orgulloso de los resultados.

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