Archivo | noviembre 10th, 2010

Se inició la forestación del futuro paseo en los marginales del Río Seco Viamonte-Tejo -->

Se inició la forestación del futuro paseo en los marginales del Río Seco Viamonte-Tejo

Reponiendo forestales

Se inició la forestación del futuro paseo en los marginales del Río Seco Viamonte-Tejo

A instancias de la Unión Vecinal Chacras de Coria –y para no quedarnos en el reclamo-  y junto a la Delegación Municipal de nuestro distrito se plantaron diez excelentes moreras de cinco años donadas por la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Otro ejemplo de cómo cuando existe voluntad y acuerdo entre los organismos se pueden realizar numerosas acciones beneficiosas para la comunidad.

Juan Manuel Contreras, Gisela Rivero, Silvia Luna; Adriana Sayavedra, de la Unión Vecinal y Graciela Defeliche, delegada municipal.

Ante el anhelo de la Unión Vecinal de reforestar nuestro distrito como acción compensatoria por todos los ejemplares erradicados, y cumpliendo con el propósito de dicha asociación de crear un paseo peatonal y ciclístico en los marginales de la obra de canalización del Río Seco -que ya casi está finalizando la Dirección de Hidráulica-, se le solicitó a la Dirección de Recursos Naturales los ejemplares para comenzar a forestar el futuro espacio verde. En este punto, cabe destacar que dicho paseo ya fue anunciado por el intendente Omar Parisi, en ocasión de la inauguración de la obra hidráulica en el tramo calle Italia-Panamericana, junto al gobernador Celso Jaque.

De inmediato se hizo presente el ingeniero agrónomo Carlos Barrera Oro, jfe de arbolado Público de la DRNR, con diez bellos ejemplares de morera. Alertada la delegada municipal Graciela Defeliche de la necesidad de plantarlos urgentemente por encontrarse los forestales a raíz desnuda, movilizó de inmediato a personal municipal para que comenzaran la tarea de hacer los pozos.

Agua que no ha de faltar. La primera fue de manos de Juan Manuel y Gisela. Ahora le corresponde a los vecinos de Viamonte y Mitre.

Así fueron plantados tres ejemplares en la curva del canal, frente a la Escuela Francisco Correas; cinco en calle Panocchia antes de la esquina con Liniers y dos más en calle Viamonte: uno en el frente de la ex-casa Cerutti y el otro frente al negocio Just Time, en la intersección con calle Mitre. Cabe destacar que serán los vecinos de este rincón los encargados de regar los árboles hasta tanto éstos prendan y enraicen.

Un comentario aparte merece el celador de la Escuela Pancho Correas, Miguel Turco, que al ver a las damas del municipio pala en mano, haciendo los hoyos para colocar los nuevos forestales, les quitó la herramienta muy decidido y comenzó a cavar él mismo. Además prometió encargarse personalmente de que no le falte el riego. Un buen vecino/A.S.



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Ya empezamos el camino para construir nuestro nuevo salón -->

Ya empezamos el camino para construir nuestro nuevo salón

Ya empezamos el camino para construir nuestro nuevo salón

Por Florencia Díaz y Aylén Fernández

Antes de empezar a llenar las botellas con arena, entrevistamos a la directora de nuestra escuela, Sra. Laura Sevilla, para que nos cuente cómo va el proceso de construcción del futuro SUM de la Escuela.

¿Cuándo vamos a empezar la obra?

Ya empezamos entre las familias a llenar las botellas con arena, que serán los futuros “ladrillos”. Queremos invitar a todos los padres y madres, a los chicos y a los docentes a que se enganchen y vengan a colaborar.

¿Cuándo cree que podamos terminar nuestro salón de usos múltiples?

Va a depender de cuánto trabajemos. Tal vez tengamos que seguir trabajando en las vacaciones, para que esté lindo cuando empiecen las clases el año que viene. Todo depende de cuanto trabajemos y del esfuerzo que hagamos entre todos.

¿Pueden ayudar personas de afuera de la escuela?

Por supuesto que sí. Esta es una tarea comunitaria y nosotros necesitamos colaboraciones de todo tipo: recursos, mano de obra, botellas, etc. Por ejemplo, ya una mamá, Marta Recúpero, nos ha donado una camionada de arena, por eso podemos empezar a llenar las botellas.

¿Qué va a pasar con las botellas que no tienen tapa?

Trataremos de conseguirlas porque hay que taparlas para que no se salga la arena.

Estamos tratando de aprender a reciclar, y este proyecto nos va a enseñar bastante.

Ustedes tienen planeado hacer piezas de un ajedrez gigante también con botellas de plástico, que está muy bueno. Tienen que seguir investigando qué otras cosas se pueden hacer con ellas.

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Propusimos registrar al Viejo Roble como árbol histórico -->

Propusimos registrar al Viejo Roble como árbol histórico

Propusimos registrar al Viejo Roble como árbol histórico

Los integrantes del Club de Periodistas visitamos al viejo roble ubicado en la calle La Falda 5939.

Se trata de un enorme roble que, con 139 años de vida, muy buen estado vegetativo y una conformación estética perfecta  puede ser definido como el árbol ideal, algo difícil de encontrar por estos días, especialmente si tenemos en cuenta la cantidad de años que tiene.

En el año 2004 se propuso como primer hito del Camino del Árbol. Junto a este ejemplar se halla una escombro de ladrillos que se dice fue parte de la vieja construcción de la Escuela Teresa O’Connor.

La dueña de la propiedad donde se encuentra este roble, Rosa, nos contó que necesita mayor caudal de riego, porque no recibe agua casi nunca. La buena noticia es que ahora, con el arreglo de un caño que trae el agua desde el otro lado del zanjón, tal vez reciba la cantidad que necesite.

Los periodistas lo presentamos en la Dirección de Recursos Naturales Renovables, para que ingrese al Registro Provincial de Árboles históricos y notables, por lo que es muy posible que pase a formar parte del patrimonio natural de los mendocinos.

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Se llenaron las primeras 150 botellas, los “ladrillos” del futuro salón de la Escuela Teresa O’Connor -->

Se llenaron las primeras 150 botellas, los “ladrillos” del futuro salón de la Escuela Teresa O’Connor

Proyecto movilizador

Se llenaron las primeras 150 botellas, los “ladrillos” del futuro salón de la Escuela Teresa O’Connor

Con la primera tanda de botellas de plástico llenas con arena se dio por iniciado el proceso de construcción del salón de usos múltiples –SUM- de la Escuela Teresa O’Connor.

El primer grupo de padres y alumnos, más algunos vecinos entusiasmados con la movida -como Perla, la cafetera del pueblo, y Chicho Oliva, un arquitecto amante de los proyectos innovadores- se reunió la mañana del sábado 23 de octubre a comenzar la tarea. Fue así que, entre risas y al ritmo de los golpeteos de los embudos en las botellas, en un par de horas se alcanzó la meta para el primer día de trabajo.

Desde entonces, cada sábado, con música y premios, la actividad convoca en la Escuela a todos los interesados en participar y colaborar con  este proyecto ecológico.

El SUM

Se trata de la construcción de un salón de usos múltiplos en el patio de la Escuela utilizando materiales reciclados: botellas de plástico como “ladrillos”, pallets para la estructura del techo y cámaras de auto en vez de tejas.

Por ser un proyecto ecológico, que integra a la comunidad en su desarrollo, que difunde la educación ambiental y capacita a las personas en nuevos oficios, será declarado de interés departamental por el Concejo Deliberante de Luján de Cuyo.

Según la directora de la Escuela, Laura Sevilla, las obras de construcción estarían próximas a comenzar, con la idea de alcanzar un 50 % de la obra antes de terminar las clases. Esto sin perjuicio de que, tal vez, surja la propuesta de seguir trabajando durante las vacaciones.

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Volvió el riego a la calle Benito de San Martín -->

Volvió el riego a la calle Benito de San Martín

Asunto arreglado

Volvió el riego a la calle Benito de San Martín

Finalmente se solucionó el  problema de la falta de riego de los árboles y jardines de Calle La Falda -o Benito de San Martín-, con el arreglo del caño que cruzaba el agua a través del Río Seco Sosa. Gestión exitosa de los vecinos.

El tema es de larga data. Desde hace bastantes años los vecinos de esta bella calle chacrense, lindante con el Pedemonte, vienen reclamando para que se arreglara el caño que les cruzaba el agua de riego desde el otro lado del canal. Y es que, además de no poder regar sus jardines ni la arboleda pública de su calle, entre ésta se encuentra el Viejo Roble patrimonio natural e histórico de Chacras, declarado Primer Hito del Camino del Árbol. Tanto este fabuloso ejemplar, como el resto de la añosa arboleda de esta calle, vienen sufriendo una lenta muerte al no recibir el agua necesaria, desde hace mucho tiempo atrás.

Finalmente, los vecinos se organizaron y con sus gestiones, lograron reponer el viejo y destruído caño por uno nuevo. Por su parte, la Inspección Oeste de Luján, del Departamento General de Irrigación, hizo la instalación y, acto seguido, largó el agua para hacer la prueba de rigor. Grande fue la alegría de los vecinos cuando vieron aparecer el agüita clara nuevamente por la acequia que, dicho sea de paso, también había dejado en condiciones la gente de la Inspección Oeste.

Esta calle, una de las más antiguas de Chacras, es una de las únicas que van quedando con su morfología original. Las familias que allí viven, Pegorín, Piccione, Cacciavillani, entre otras, lo hacen desde hace muchísimos años, por lo que mantienen una relación de vecindad de larga data. Desde hace tiempo compartían la preocupación por salvar la añosa arboleda de su calle que, día a día, agonizaba por la falta de riego. Ahora y gracias a sus esfuerzos y a la buena predisposición de la Inspección Oeste, lograron que el agua vuelva a correr por la acequia trayendo vida al Viejo Roble y a todos los forestales de la zona./A.S.

Finalmente el Viejo Roble, declarado Primer Hito del Camino del Árbol, fue puesto a salvo.

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Piden que ingrese el colectivo al Barrio Sol y Sierra -->

Piden que ingrese el colectivo al Barrio Sol y Sierra

Reclamos vecinales

Piden que ingrese el colectivo al Barrio Sol y Sierra

Para ello hace falta abrir una salida a la Ruta Panamericana, pero existe conflicto con el propietario. Desde el municipio aseguran que en este punto no pueden hacer nada, pero sí pueden arreglar la actual calle de ingreso al Barrio.

Un grupo de antiguos vecinos del Barrio Sol y Sierra, varios de ellos fundadores del lugar, reclaman el ingreso de la línea 15 de colectivos, ya que en estos momentos el colectivo los deja a casi un kilómetro de sus casas, en la parada de la rotonda del Olimpo, que toma el nombre por la discoteca que allí se encuentra.

Según cuenta Rubén Agostinello, fue el vecino Jorge Mastiuba quien hizo el pedido a la empresa de colectivos y “le aseguraron que están dispuestos a ingresar al Barrio, siempre y cuando se haga un ingreso como corresponde, porque el actual no está en condiciones”.

En este sentido, cabe destacar que actualmente el único ómnibus que ingresa es el escolar, dos veces al día, para llevar y traer los niños de la escuela. Para aumentar la frecuencia se hace prioritario disponer de una calle en buen estado, que no es el caso de la que existe en estos momentos.

Trámite parado

Con esta intención los vecinos comenzaron hace bastante tiempo ya los trámites para que se abriera la calle Antártida Argentina hasta la Panamericana, lo que facilitaría el ingreso por allí del colectivo. Se trata de un tramo de sólo 10 metros que separan esta calle de la Ruta, pero a pesar de la corta distancia, la obra se encuentra paralizada. Y aquí comienzan los inconvenientes.

En primer lugar no existe acuerdo entre la Dirección de Vialidad y la Municipalidad de Luján, ya que en el organismo provincial aseguran que es problema de la entidad municipal. Por su parte, desde el municipio lujanino sostienen que el intendente ya hizo los contactos necesarios con Vialidad para la apertura de la calle, pero actualmente no se puede hacer nada si el particular propietario del terreno no accede a donar esos metros.

Pero ofrece en su defecto una solución alternativa. Según nos dijo Roberto Ajo, secretario de Obras y Servicios Públicos, “podemos arreglar y emparejar el actual ingreso al Barrio para que el colectivo pueda entrar y salir por allí”.

En este sentido, al cierre de esta edición, Ajo, aseguró que la calle de ingreso ya había sido arreglada./A.S.

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Un lujanino en el rescate de los mineros -->

Un lujanino en el rescate de los mineros

Javier José López -  Técnico en perforación

Un lujanino en el rescate de los mineros

Entre los cientos de rescatistas, ingenieros, técnicos, operarios y obreros en general que participaron de la difícil misión que se convirtió en proeza y milagro al rescatar con vida a los 33 mineros que permanecieron encerrados durante casi 70 días en la mina San José, muy cerca de la ciudad de Copiapó, al Norte de Chile, se encontraba un mendocino, oriundo de Luján de Cuyo, Javier José López, técnico en lodo y perforación, con una amplia experiencia de 13 años como inyeccionista de pozos de petróleos en la Compañía Internacional MI Swaco, empresa norteamericana con sede en Punta Arenas, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Salta y Mendoza.

Por José Félix Suárez.

Javier -33 años de edad- casado con Carla Ferreyra y padre de Gregorio, su primer hijo de apenas 4 meses de edad, pasa gran parte del año en la ciudad de Punta Arenas, en el extremo Sur chileno. Allí tiene su base de operaciones la empresa en que trabaja. Resulta que Javier integró el equipo de técnicos y especialistas que participó del Plan C, una de las tres alternativas que se habían instrumentado para dar con vida con los ahora héroes del milagroso rescate de la mina San José. Durante 28 días, entre el 17 de septiembre y el 14 de octubre, permaneció en terreno hasta que se suspendió la tarea cuando se encontraban a 85 metros del lugar en que esperaban los mineros chilenos.

Experiencia inolvidable

En su hogar de su querido Luján de Cuyo, donde disfruta de un merecido descanso y del pequeño Gregorio que feliz juega en sus brazos, Javier se emociona cuando recuerda las distintas sensaciones que vivió en la mina San José, una experiencia que no solo lo conmovió, sino que también lo marcó para siempre, porque como reconoce con sinceridad descubrió el valor de la vida, el heroísmo de esos mineros que estuvieron encerrados durante tantos días, el amor de sus familias en el “Campamento Esperanza”. Allí madres, esposas, padres, hijos y hermanos esperaron con inmensa fe el  feliz final del increíble rescate, que se convirtió en realidad cuando el Plan B llegó a destino con tanta precisión y esfuerzo.

Conversando con Correveidile, Javier nos cuenta que es inyeccionista de una empresa norteamericana y que trabaja en Punta Arenas, al Sur de Chile. Fue en ese lugar donde recibió la noticia de que debía viajar al Norte de ese país para participar en las tareas de rescate, cuando se confirmó que los mineros se encontraban con vida luego de los primeros 17 días de encierro, los más duros y difíciles porque se temía lo peor, que pudieran estar sin vida luego de tanto tiempo sin noticias.

- ¿Cuál es su sensación actual?

-Siento un quiebre interior que es difícil de explicar, como una sensación de paz, de mucha tranquilidad. Es que he vivido una experiencia que para mi resultó no solo increíble, sino también inolvidable. Cuando acepté la misión en la mina San José lo tomé como un trabajo más, como una responsabilidad que debía cumplir porque había sido seleccionado por mis superiores para viajar a terreno. Sin embargo desde los primeros días y después de todo lo que ví y sentí a mi alrededor, mucho más luego del feliz final de la historia que me tocó compartir, me cambió la cabeza, la mente. Ahora pienso y entiendo las cosas de otra manera. Descubrí el valor de la vida, del heroísmo, de la esperanza, del amor.

-¿Qué es lo que más lo conmovió?

-Tengo sensaciones encontradas, porque ubico en un plano de igualdad no solo el heroísmo de esos trabajadores que compartieron tantos días en la soledad del encierro de la mina sino también las muestras de amor y esperanza de sus familias. No había noticias de ellos y esa gente permanecía sin moverse del lugar, con la fe intacta de que podían estar vivos, de que regresarían a casa sanos y salvos. El último día fue conmovedor, el reencuentro de los mineros con sus seres queridos. El llanto, la alegría, los abrazos. El “Campamento Esperanza”, que se había convertido en una ciudad, explotaba de felicidad.

-¿Cuál fue su trabajo?

-Trabajé como inyeccionista y estuve asignado al grupo del Plan C, donde actuó la perforadora RIG 421. Las jornadas eran muy largas, agotadoras, con escaso tiempo para el descanso. Pero eso era lo de menos, porque la tarea que hacíamos dejó de ser una rutina para nosotros y se convirtió en una necesidad. Teníamos que sumar metros y metros, debíamos perforar cada día más, para llegar a destino. Teníamos la íntima ilusión de que nuestro plan podía ser el primero en llegar a destino, pero igual nos dio mucha alegría que los operarios del Plan B fueran los primeros en lograrlo. Cuando esto ocurrió nosotros estábamos también muy cerca, apenas a 85 metros.

-¿Cómo era la vida en el campamento?

-Los primeros días fueron los más complicados. Apenas llegué no tenía donde dormir y debía pernoctar en una camioneta. Después me armaron un pequeño trailer, con una cama, que es donde permanecí el resto de la misión. Solo pude viajar dos veces a Copiapó, donde pude bañarme y descansar con mayor comodidad. Acampábamos cerca de la mina, donde se realizaban las perforaciones. Más de una vez solo pude dormir un par de horas porque me venían a buscar de nuevo y había que regresar al puesto de trabajo.  Yo tenía que preparar y controlar el fluido de la perforación por lo que debía estar siempre listo.

-¿Tuvo trato con la gente?

-No, no podíamos. Nosotros estábamos en la entrada de la mina, a unos 200 metros del campamento donde acampaban. Pero los mirábamos y escuchábamos a lo lejos y tanto a mi como a mis compañeros nos partía el alma la vigilia de esa gente. Veíamos las 33 banderas desplegadas y los carteles o pancartas, con palabras de bienvenida, de mucho amor, de encendida esperanza. La primera vez que lo ví, el día que llegué, no pude controlar las lágrimas. Me emocioné, resultó una sensación muy fuerte. Cuando se produjo el rescate si me mezclé con la gente y pude verlos de cerca.

En la despedida, Javier José López, ese lujanino que ya es orgullo del departamento por su compromiso y solidaridad, dejó un último testimonio: “soy un agradecido a la vida, porque me permitió ser parte de un hecho histórico, único e inolvidable. De un verdadero milagro, muestra de fe y de coraje, de heroísmo y mucho amor”.

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