Cada dos años El Instituto Curie hace un curso fuera de Francia en algún laboratorio o centro de investigación, con el objetivo de promocionar la interacción entre los científicos del “primer mundo” con los investigadores , y sobre todo, los estudiantes de los laboratorios locales.

Este año, en febrero, el Dr Ariel Savina, un lujanino, orgullo argentino en el mundo de la investigación biológica molecular, del staff del Instituto, propuso que el encuentro se hiciera en Argentina y precisamente en Mendoza.

Convenció al Instituto que la idea de MENDOZA y no BUENOS AIRES, donde está la masa de investigadores y estudiantes de Doctorado, es un buen punto, ya que hay varios grupos jóvenes de investigación que se están abriendo camino y además es un buen destino para atraer gente del resto del país como también del lado de Chile, por la cercanía.

Pero más allá de todo esto, el esfuerzo del Dr Savina obedece al homenaje y reconocimiento al primer lugar de formación académica.

El enorme trabajo de organización y coordinación con la gente de los laboratorios de la Facultad de Medicina de la UNC, quienes dieron un apoyo incondicional, prueban su agradecimiento a sus raíces.

La Dra Teresa Damiani fue determinante, tanto es así que el curso no bubiese sido posible sin su apoyo, conseguido a nivel local.

Por otra parte la Dra Colombo consiguió el sponsoreo de la Universidad Maza.

El curso de un semana, totalmente en Inglés, estuvo dirigido a estudiantes de Doctorado en todas las ramas de las Ciencias Médicas y Biológicas.

El objeto de Curie es llevar a un investigador, por cada una de las diferentes ramas de investigación biológica que Curie tiene, para que dicten conferencias sobre sus últimos avances en sus proyectos y sobre las metodologías que se usan allí.

Debido a esto hicieron un programa basado en la Biología Celular, pero desde diferentes ópticas como la Inmunología y Cancer, Genética, Mecanismos de defensa del organismo y mecanismos de patogenicidad de bacterias y virus, entre otros.

Once investigadores de Francia participaron, el Dr Savina incluído, y también se invitó a cinco locales, tres de Mendoza, uno de Córdoba y uno de la Universidad de Chile.

Los participantes tenían que inscribirse describiendo sus motivaciones y sus actuales proyectos de investigación con un CV.

Serían seleccionados por Curie en Francia, para el curso.

Recibieron más de 130 inscripciones provenientes de todo el país y algunas de Chile.

El curso totalmente subvencionado por el Instituto Curie pagó pasajes y estadía de profesores y becó a más de 50 participantes. Para ese cupo se priorizó a los estudiantes de MENDOZA. El resto  provino de Bs As , Córdoba, Bahia Blanca y hubo 5 chilenos.

La creación de lazos entre la ciencia de Argentina, sobre todo la de Mendoza, con gente que maneja la ciencia en Europa, hizo que los objetivos del Dr Savina se vieran cumplidos.

Paralelamente, dijo el Dr Savina, esto le permitió, en cierta forma, retribuir algo de lo que su formación en Mendoza le dio y por lo que hoy está allí en Paris, en el importante lugar de investigación que ocupa.

Nos dice que a veces tiene la sensación de culpa al no haber regresado al país, pero inmediatamente siente que su lugar es é y que desde allí puede hacer una contribución más importante que si estuviera aquí.

El Encuentro en Mendoza es una prueba de todo esto y se refiere al impacto importante entre los estudiantes de doctorado y demás científicos locales que ven el nivel que hay que alcanzar, lo cual induce a poner metas y objetivos más altos y elevar el nivel de todo. Esto ayuda a nivelar para arriba en un país en el que todo indica que hay que nivelar para abajo.

Ya de regreso en Paris, el Dr Savina disfruta satisfecho de la primavera parisina con la profunda satisfacción de haber contribuído al engrandencimiento de la ciencia integrada a valores éticos de agradecimiento y comunión humana.

Onelia Cobos