En estos tiempos difíciles que vivimos, lo corriente es lamentarnos día a día por las malas noticias. Pero suceden cosas buenas también, que es preciso resaltar.
Inesperadamente un hecho ocurrido hace unos días, me devolvió la fe en el ser humano.
Una persona cuyo oficio es lavar autos en el lavadero Viamonte, Miguel Antonio González, encontró en la guantera de mivehículo una importante suma de dinero que había olvidado guardar. Inmediatamente la trajo de vuelta a mi casa, con diligencia, con honestidad, con hombría de bien, con educación y generosidad.
Gracias por su gesto, Miguel, que nos recuerda que no todo está perdido.
Carmen
Miguel Antonio, una buena persona.