Una academia de primera

Aquel sueño que a comienzos de año parecía una quimera, una encendida ilusión y una infinita esperanza, se convirtió en una hermosa realidad. La Academia Chacras de Coria alcanzó el ansiado ascenso a la primera división luego de una brillante campaña en su primera participación en la “B”.

Merecido premio a un proyecto serio y responsable que se respaldó en los jóvenes del semillero, de la mano de Daniel Carrique y Guillermo Fiti Estrada, responsables de una idea de juego y de una línea de conducta. Con el apoyo de cientos de padres y familias enteras, de toda una comunidad y del feliz pueblo chacrense que hoy celebra entre la emoción y la alegría una hazaña histórica. Única e incomparable como la legítima fiesta del lunes 10 en el estadio de la Panamericana donde el Azul y Blanco brilló como nunca.

A comienzos del mes de enero de este año se conoció la feliz noticia de que Chacras de Coria tendría nuevamente un equipo en la primera “B” del fútbol mendocino. Lo haría a través de la Academia Formativa de Talentos Chacras de Coria Fútbol, una propuesta que el profesor Daniel Carrique –director general del proyecto– había iniciado algunos años antes con la presencia de alrededor de 500 chicos en el ámbito de la Escuela de Fútbol del Club del Personal del Banco de Mendoza. La nueva Academia intervendría con una formación muy juvenil integrada en su mayoría por elementos surgidos de las inferiores y participaría además en todas las divisiones menores de la Liga Mendocina.

Vamos por el ascenso

Corría el mes de febrero cuando el Fiti Guillermo Adolfo Estrada, un joven y estudioso entrenador, con amplia experiencia en el medio local, se hizo cargo de la dirección técnica y planificó la actividad futura con una exigente pretemporada que incluyó la prueba e incorporación de otros chicos de la villa. El sueño del ascenso se ponía en marcha con planes serios y responsables, además de ambiciosos.

Por esos días el periodista de Correveidile, quien suscribe, se reunía habitualmente cada mañana y compartía largas y amenas charlas con Carrique y Estrada en la confitería Vía Veneto, del centro de la ciudad. Se trata de dos entrañables amigos de la vida y del fútbol que volvieron a reunirse después de conocerse en la década del ‘90 en la Escuela Modelo Provincial de Fútbol y de haber trabajado juntos en Andes Talleres en 1944. Ambos estaban convencidos de que con esfuerzo y trabajo el sueño del campeonato podía convertirse en realidad, aunque reconocían que se encontrarían con la dificultad del mal estado de los campos de juego, del clima adverso y hasta hostil en condición de visitante, de la agresividad de algunas hinchadas y hasta  la masiva presencia de futbolistas con mayor experiencia en los rivales a enfrentar. Parecía una misión compleja y difícil por la participación además de clubes del prestigio de Gimnasia y Esgrima, Deportivo Guaymallén y Boca Júniors de Bermejo en esa categoría.

Paso a Paso

Ahora cobran valor aquellas declaraciones de los integrantes de la exitosa dupla técnica formuladas en rueda de amigos, entre ellos Jorge Conte, Carlos Benítez, Jorge Cattáneo, Carlos Vilchez y Martín Bilén.  Por ejemplo, decía Carrique muy convencido de sus frases y juicios: “queremos que Chacras de Coria vuelva a ser protagonista del fútbol mendocino. Tenemos absoluta confianza en nuestros chicos y a la gente –padres, familiares y vecinos en general– les pedimos que nos acompañen, que nos apoyen con su aliento. Ofrecemos seriedad y responsabilidad y no los vamos a defraudar. La meta es el ascenso a primera y para ello estamos identificados y convencidos de nuestro proyecto de inferiores”. Por su parte, Fiti Estrada comentaba con idéntica seguridad y autoridad: “siento una alegría increíble al regresar a mi querido hogar chacrense después de 17 años de ausencia (había jugado en la década del 90). Regreso convocado por mi amigo Carrique, con quién siempre hemos tenido algo en común: la necesidad de buscar en el semillero, entre los más pequeños. Siempre hemos coincidido también en el gusto de formar jugadores, de educarlos y protegerlos desde bien abajo, de prepararlos para que sean personas de bien. Tenemos plena confianza en que podemos salir campeones”.

Sueño hecho realidad

A medida que se acercaba la fecha de inicio del campeonato la fe se mantenía intacta y crecía el optimismo. Los chicos respondieron de manera magnífica, con gran entrega y concentración. “Estamos muy conformes, creemos que vamos a hacer un buen campeonato. La ilusión es mantenernos en los primeros puestos y llegar al final del torneo con posibilidades ciertas de ser campeones. Vamos a ir paso a paso, partido a partido”.

Mientras se desarrollaba el campeonato y crecían las posibilidades de la Academia Chacras en razón de su buen nivel futbolístico  y de sus excelentes resultados, los miembros de la dupla eligieron la mesura, el equilibrio y la prudencia a la hora de formular declaraciones. Sabían que estaban en el buen camino y que el final del recorrido podía mostrar la luz que todos esperaban. Del mismo modo que en las horas previas del juego decisivo frente a El Algarrobal el lunes 10. El partido que definía el campeonato y que podía hacer realidad el sueño del título y del ascenso. Como felizmente ocurrió para la inmensa alegría del pueblo chacrense y de esos miles de aficionados y cientos de familias que compartieron la interminable fiesta de la Panamericana. Entre gritos, llanto, besos y abrazos y esa interminable vuelta olímpica azul y blanca, los colores del flamante campeón. Con los chicos de la hazaña, aquellos surgidos del semillero, envueltos en las lágrimas de un gozo histórico.

3 a 1 – Favorable desde el comienzo

La prematura conquista de Ezequiel Videla, apenas a los 5’ de juego, llevó tranquilidad a los chicos de la Academia. Esto le permitió controlar las acciones desde el mismo comienzo, serenarse en todos los sectores de la cancha y tocar de primera, con pases cortos y precisos. A a los 20’ Lucas Bianchi logró el segundo gol, estableciendo una diferencia que a esa altura parecía decisiva. Sin embargo a los 36’, casi sin proponérselo y para sorpresa general, Laverreire llegó al descuento en una maniobra de José Baigorria que estableció el 2 a 1 parcial con que se cerró el primer tiempo.

El visitante mejoró el complemento con más entrega física que fútbol. Se adelantó en el campo y hasta inquietó con un par de aproximaciones. Por fin, casi sobre el final, a los 35’ de la segunda parte, el pibe  Maximilano Iranzo -había ingresado por Bianchi-  estampó un verdadero golazo que puso el definitivo 3 a 1 favorable al nuevo campeón de la categoría. Sin duda que Laverreire fue un duro y digno rival, que entregó todo lo que tenía, lo que hizo mucho más valioso y elogiable el éxito de la Academia.

Por José Félix Suárez.

Especial para Correveidile