Por Onelia Cobos

Como todos los años para esta fecha, Ariel Savina vuela desde París a Mendoza, más precisamente a Luján y Chacras donde vive el resto de su familia. Desde hace ya 13 años reside en la Ciudad Luz. Es Bioquímico-Farmacéutico, doctor en Bioquímica Celular y  Molecular, doctorado otorgado por la UBA. Luego de su llegada a París en el 2003, trabajó en el Instituto Curie durante 8 años donde formó su grupo de investigación. Actualmente, Ariel trabaja en los Laboratorios Roche, donde coordina un equipo que tiene a cargo más de 40 proyectos de investigación, principalmente en cáncer, que le hacen viajar constantemente por toda Francia y fuera de ella.

Sus proyectos de investigación son en su totalidad estudios en colaboración con los laboratorios académicos de las instituciones públicas, lo que lo convierte gracias a su trabajo, en un verdadero “tejedor de integraciones”.

Por lo que respecta a los avances en contra el cáncer, lo escuchamos hablar de las terapias dirigidas (específicas para un tipo de pacientes) y de la nuevas alternativas como la inmunoterapia, que poco a poco permiten disminuir el uso de la quimioterapia convencional, tratamiento que agrede tanto a células enfermas como sanas, provocando severos efectos indeseables.

ROCHE, que es un laboratorio líder mundial en cáncer, nos cuenta, está dedicado con sus equipos al diseño de nuevos medicamentos, nuevas terapias que mejoren el tratamiento anticáncer. Es importante resaltar los significativos avances que se han hecho en los últimos años para utilizar el propio sistema inmune de la persona como un aliado en la lucha contra esta enfermedad. De hecho, la capacidad de desarrollo de un cáncer es, en gran parte, debido a que las células tumorales burlan al sistema inmune que tiene por misión detectarlas y eliminarlas. El sistema inmune de esta forma se convierte en “permisivo” y no pone obstáculos para que las células cancerosas se desarrollen.

El mundo científico ha dedicado mucho esfuerzo en comprender estos fenómenos, y hoy los investigadores han entendido cómo empezar a manipular el sistema inmune para que pueda identificar a las células malignas como tales y las pueda eliminar. Estas son las nuevas “Inmunoterapias”.

En esta lucha, el abordaje científico nos muestra una categoría humana muy especial: la de aquellos para quienes la universalidad de su hacer es la base de la existencia misma.

Para quienes hacemos ciencia y en particular ciencia médica, nos dice Ariel, las diferencias de cualquier índole, social, religiosa o económica, no existen. Lo que importa es el hombre como ser viviente y su entorno. Aquí no existen las fronteras. No cuentan los fanatismos y si hay uno solo que cuenta, es el de empujar los límites del conocimiento universal para el bien de la humanidad.

Aunque parezca contradictorio, la mirada del científico es entonces, altamente espiritual en cuanto su mira de objetivos es la totalidad de la naturaleza humana.

En este contexto,  la comunidad científica del Instituto Curie trabaja arduamente en promocionar la interacción entre colegas “del primer mundo”, con los investigadores y sobre todo con los estudiantes de todos los rincones del mundo.  Justamente y es bueno recordarlo, el Dr. Ariel Savina propuso y organizó hace algunos años, un curso científico que hizo de la Argentina, precisamente de Mendoza, el lugar de encuentro, de formación y de interacción entre investigadores del Instituto Curie de París con la comunidad científica argentina y chilena (especialmente estudiantes de Mendoza); evento que esta institución hace cada 2 años fuera de Francia.

El fantástico posicionamiento de convocar y aglutinar delicadas fuerzas de apoyo para lograr avances que son verdaderos triunfos del bien sobre el mal, conlleva la moralidad  de la ética en un mundo que simultáneamente se permite la escalada del horror en ataques terroristas como los de noviembre del 2015 en la misma ciudad.

Sí, el pasado noviembre en ese lugar volaban por los aires cuerpos mutilados resultado de la barbarie humana. Una verdadera “Guernica” que buscaba al “enemigo” en la Muerte, contrariamente a esta juventud investigadora que lo busca en la Vida y para la Vida.

La charla con el dr. Savina en cada visita, se vuelve un optimista regalo de pura humanidad.