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El discreto encanto del adobe

Casas restauradas. De cómo una vieja casona de adobe de principios del siglo XX, puede convertirse en el hogar soñado. La nobleza y calidez del barro, elemento natural de nuestro hábitat mendocino, aún no son suficientemente reconocidas, a pesar de su reiteradas muestras de permanencia y durabilidad.

Por Adriana Sayavedra

Cuenta la arquitecta mendocina Adriana Saua, desde su San Carlos natal, que según sostiene el arquitecto mejicano Luis F. Guerrero Baca* en “El campo de las restauración de espacios históricos”, “cuando se piensa en el cuidado de los edificios antiguos, normalmente se utiliza el término de “restauración” para referirse a todas aquellas acciones que hacen posible su estabilidad y permanencia, con el fin de ser transmitidas a las generaciones futuras. Sin embargo, es indispensable  reconocer que a lo largo del tiempo el sentido que se le ha dado al término de restauración se ha modificado”.

Según este especialista, en 1976, desde la Conferencia General de la UNESCO de Nairobi, se recomienda utilizar un término más abarcante que el de restauración y se plantea la noción de salvaguardia. Este concepto es utilizado para señalar una serie de procesos vinculados con la protección de las obras patrimoniales y plantea, además, “que se incluyan todos aquellos espacios y edificaciones que posean significado cultural para la comunidad que las destaca”, o sea, no sólo aquellas de gran valor arquitectónico o monumental.

La casa que hoy describimos no es “un edificio patrimonial” en cuanto a valor arquitectónico. Pero si constituye una clara muestra de un tipo de construcción muy común en nuestra provincia durante las primeras décadas del siglo pasado. Anchos muros construídos con adobes -ladrillones de barro-, techos de caña y tirantes de álamo bien estacionado, al igual que la carpintería, son sus elementos básicos. Todos materiales al alcance de la mano en  nuestra zona.

Dentro de los criterios de intervención y conservación que se siguieron, en un todo de acuerdo entre profesional y propietarios, fue descartada totalmente la utilización de hierro y cemento, para conservar la identidad original de la casa, ya que la idea era que el arreglo se hiciera con los materiales originales de construcción de la vivienda.

La puesta en valor de nuestras viejas casas de adobe, “habla de la importancia de recuperar el patrimonio en pie. En nuestra provincia existen muchas casas, dignas e inmejorables, como la que hoy describimos, con espacios confortables, que bien pueden utilizarse como infraestructura turística o industrial, especialmente en áreas rurales, si los municipios encararan el tema con seriedad, como ocurre en otros países” explica la arquitecta Saua, quien lleva más de 15 años especializándose en el tema y quien se considera discípula de -“además de las familias campesinas y los muchos libros leídos”- los arquitectos Pedro Canepuccia y el ya fallecido Esteban Fernández. Y agrega que “en la provincia de San Juan, por ejemplo, existen normas técnicas y mejoras a la construcciones en barro. En este caso, aún siendo el área del epicentro del último sismo de Caucete, las viviendas de adobes realizadas bajo código no colapsaron ni presentaron fisuras”.

Lamentablemente, en nuestra provincia, la falta de respeto y de valoración hacia las construcciones de adobe durante varias generaciones, especialmente de funcionarios con poder de decisión sobre ellas, ha sido tal vez la causa que más ha incidido en su deterioro y destrucción.

Otro problema causado por el hombre sobre la durabilidad de las viviendas construidas con barro, ha sido la alteración de las construcciones originales en diferentes momentos de su historia, generalmente utilizando materiales diferentes, con comportamientos muy diferentes entre sí a la hora de un sismo. Tal es el caso cuando las construcciones de adobe, se emparchan con ladrillos, hierro y cemento.

*Maestro en Restauración Arquitectónica, Doctor en Diseño con Especialidad en Conservación. Coordinador de la Red Iberoamericana PROTERRA, Coordinador del Comité Científico de Tierra del ICOMOS-México. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.

La restauración

La dirección y diseño de los sistemas de restauración de esta vieja pero bella casona fueron dirigidas por la arquitecta Adriana Saua y las tareas fueron realizadas por Fabio Álvarez, constructor especializado en barro.

Según cuenta la arquitecta Saua, “esta vivienda familiar, de tipo colonial, presentaba un estado general regular, las estructuras más afectadas eran los muros, debido a la acción de dos agentes: la humedad ascendente descendente y la acción de esfuerzos de flexión que, debido a un  mal manejo de la técnica, generaron grietas en encuentros de muros por falta de trabas adecuadas para el amarre de los mismos”.

“Se realizaron, por lo tanto, trabajos de canalización  de aguas subterráneas, sistemas de ventilación en cimientos y protección con zócalo de piedra -con mortero de barro en la base de muros para evitar la acción del agua-, se colocaron trabas de madera en encuentros de muros con un posterior enfajado con mallas plásticas de los mismos, para lograr un correcto amarre. Finalmente, se revocó todo con barro mejorado con agregados industriales y vegetales –léase cactus- de la zona. Cabe destacar que en ninguna de estas intervenciones se ha utilizado ni hierro ni cemento, manteniendo la estructura y morfología original de la casa”.

Contacto: Arquitecta Adriana Saua; 0261 68 45 324; adrisaua@yahoo.com.ar

La romántica casa rosa viejo y azul francia de la calle Loria

El adobe ha convocado siempre evocaciones del pasado unido a lo más ancestral de nuestras vidas: nuestra manera de ver el mundo.

Esta casa ha podido volver a usar, reciclar, restaurar, recordar, reinventar, retrotraer y finalmente ha podido soñar en tiempo de nostalgia.

La recuperación de la vivienda en tiempo de adobe ha permitido a su dueña la decoración de la misma, reviviendo un sueño de niña y adolescente. La casa toda recrea la atmósfera de los años ‘20.

Empáticamente comunicado con una época de charleston, boggie- boggie, champagnes, vestidos con cinturas bajas, boquillas perfumadas, vinchas y cintas sujetando melenas cortas, el espíritu de Adriana se regocija creando rincones evocadores de aquellos tiempos de los “locos” años del jazz, la literatura de Fitzgerald en América, la picardía de Colette, la sensualidad de Channel en París.

El uso del color y los espacios abiertos hacen que la luz caiga y descanse en el patio circular, abrazante, y la geometría  lúdica de paredes con botellas empotradas y columnas de madera, por donde se descuelgan artificiales pájaros blancos que engañan a la gata de la casa en una inútil cacería, construyen una atmósfera festiva plena de fantasía.

“Vale la pena construir elementos cuya única función es lograr que surja la poesía”, dice Luis Barragán, el arquitecto mejicano y en esta casa esta afirmación se vuelve un credo.

Murales planos cubiertos de nudos de lana y soga, incorporan alambres para dibujar y plasmar imágenes surrealistas. No hay trabas para forjar y traer al presente, la picardía irreverente de Colette, o la osadía de Cocó Channel.

El hogar en una esquina de un muro despliega su frente hecha de pequeños mosaicos españoles.

Cada rincón guarda una intención.

Todo se comunica e intercomunica, la cocina, el living, un segundo estar.

Mamparas altas nos traen el verde del jardín y lo instalan en la mesa de trabajo con revistas, recortes, periódicos.

La amarilla puerta de entrada, como el submarino amarillo de los Beatles, no nos deja sospechar que nos empujará al ensueño por un estrecho y corto corredor.

La totalidad del espacio interior fantasea con los espacios de Medianoche en París, de Woody Allen.

La casa vive, vibra y nos descubre la posibilidad de trasladarnos a otro tiempo histórico a cada paso.

Bibliotecas, sillones rústicos, antiguos cacharros de metal buscan rincones.

Describir es poco. La fuerza de una adhesión fantástica a una idolatría adolescente, hacen de esta casa un lugar pleno de sentimiento y homenaje.

1 Comentar este artculo

  1. nadie importante Dijo:

    les doy una idea. si quieren saber de adobe, consulten a alquien que sabe mucho del tema, PHD Arq. Hugo Pascolatti

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