Luego de cinco años de permanecer, la Iglesia de Luján –construida hace 150 años- volvió a abrir sus puertas el 8 de diciembre, Día de la Virgen, con una ceremonia que quedará guardada en la memoria de muchos. Ese día asumió también, en un acto previo, el nuevo intendente de Luján, contador Carlos López Puelles.

Por Lourdes Oliva

De la asunción del nuevo intendente, el público cruzó la plaza de Luján para presenciar la reinaguración de la Iglesia.

Suenan las campanas y los feligreses regresan a la casa santa de la Virgen de Luján. Y es que después del recordado sismo del 5 de agosto de 2006 la Iglesia tuvo que cerrar sus puertas debido a los importantes daños causados en sus estructuras e interiores. Con la colaboración de empresas, municipio y vecinos, este 8 de diciembre pudo festejarse nuevamente el Día de la Virgen en el templo parroquial. La misa estuvo a cargo de monseñor José María Arancibia.

El párroco José Rocuzzo y el diácono Leonardo Di Carlo en el ambón recién restaurado detrás.

El párroco de la Parroquia, José Roccuzzo, manifestó que esta reinauguración “es un motivo de mucha alegría para el pueblo de Luján, que vuelve a tener la casa de la Virgen abierta, un lugar de encuentro entre Dios y la feligresía cristiana”.

La reconstrucción del edificio -patrimonio cultural del departamento y de Mendoza-, estuvo a cargo de la empresa Cóndor Arquitectura e Ingeniería. El monto del proyecto total ronda los tres millones de pesos. El mayor aporte lo hizo la empresa YPF, en tanto el municipio de Luján colaboró con 300.000 pesos y el resto lo reunió la gente por medio de donaciones, rifas y eventos a beneficio.

Según nos comentó la arquitecta Cecilia Rousselle, entre los trabajos realizados “se han restaurado y reciclado los elementos originales del año 1800 pertenecientes al ambón y el altar, respetando sus colores y formas e incorporando nuevos elementos como uvas, parras y angelitos entre otros”.

Por su parte, el padre José explicó que desde ahora hasta fines del mes de marzo próximo, el uso del templo parroquial será únicamente para la celebración de misa. Y es que, como aún queda mucho trabajo por hacer, las actividades religiosas como bautismos, casamientos y otras celebraciones continuarán realizándose en las capillas habituales, hasta tanto la obra esté finalizada por completo.