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La nueva posibilidad que brindan las Constelaciones Familiares

¿Por qué no avanzo en mi desarrollo personal? ¿Por qué repito conductas familiares negativas o destructivas? He aquí una forma de acceder a las respuestas.

Muchas veces las personas reproducimos conductas y situaciones basadas en un patrón familiar conflictivo que nos lleva a vivir equivocada y dolorosamente, sin saber cómo solucionarlo. En estas circunstancias, las constelaciones familiares se convierten en una herramienta válida para descubrir las alteraciones o desórdenes dentro del sistema familiar y cómo éstos nos condicionan. El paso siguiente será encontrar una manera sana y respetuosa de volver a conectar entre los miembros del grupo.

Para entender más acerca de esta metodología que viene posicionándose como instrumento para mejorar nuestra calidad de vida, le preguntamos al vecino especialista Agustín Ramal. Formado en el Centro de Constelaciones de Mendoza, Blume, en el año 2016, bajo la dirección de Virginia Riccio, nuestro constelador se encarga desde hace unos años de desarrollar este método en nuestra comunidad. Son cada vez más las personas que lo buscan para tratar de entender y resolver sus problemas.

¿Qué son las constelaciones?

Se trata de un método fenomenológico con efecto terapéutico que permite abordar cualquier problema, síntoma o dificultad. Al lograr tomar conciencia de su existencia podemos abrirnos a la posibilidad de resolverlo y así lograr un cambio de vida liberados de esas angustias que nos aquejaban.

¿A qué te referís cuando decís método fenomenológico?

El campo de la fenomenología es el análisis de los fenómenos o las experiencias de lo real, y del modo como lo percibimos. Fenomenológico, entonces, significa que nos permite descubrir o comprender un problema desde una información nueva, tal cual es, y cómo se presenta ante nosotros en el momento. No hay una receta, es experiencial.

¿Cómo se desarrollan las Constelaciones?

Las Constelaciones Familiar son una herramienta que nos ayuda a mirar desde qué lugar nos estamos vinculando con las áreas de nuestra vida, especialmente con esa donde hay dificultad. Esto es así porque la constelación  nos lleva a descubrir cuál es el lugar que ocupamos en nuestra familia de origen y cómo ese lugar está conectado con el problema que tenemos hoy, a través de nuestras lealtades inconscientes.

No buscamos cambiar ese pasado, pero si transformar la relación con ese pasado, ya que esa relación es la que luego llevamos a la pareja, al trabajo, a los hijos, a la salud o a los proyectos. Necesitamos actualizar esa respuesta heredada o apropiada en función de algo que nos pasó. Cuando ese pasado tiene un lugar (que se lo brinda una constelación) el futuro o “lo nuevo” ahora sí puede tener su lugar. De lo contrario, el pasado sigue en el presente, impidiéndonos crear algo nuevo y dando forma a una imitación de algo que ocurrió pero que está excluido.

Se puede hacer de forma grupal con otras personas -lo que no quiere decir que se trate de terapias grupales ya que la dinámica de trabajo es totalmente diferente- o individual, utilizando plantillas que representan a las personas de nuestro círculo.

La diferencia entre constelar grupalmente y en forma individual es que en un taller grupal las personas del grupo son elegidas como representantes de los miembros de la familia de quien constela. Ellas se van moviendo en el espacio, expresan sus sentimientos y así muestran una situación del pasado con la que esa persona está conectada.

En una constelación individual, las personas son reemplazadas por “plantillas” de colores, que van a representar a la persona, a su problema y a su familia.

¿Qué problemas se pueden constelar?

No todos los problemas se pueden constelar, sino aquellos que se repiten constantemente o que ya probamos intentar solucionarlos y siguen igual. Ahí, desde esta mirada, ya no se trata de un problema del presente, sino de algo del pasado que sigue en el presente, y está en nuestro hoy a través de una dificultad, una enfermedad, o algún conflicto muy difícil de resolver.

Por ejemplo: dificultades en las relaciones familiares, desarrollo personal, traumas de la infancia, depresión, angustia, desorientación, y un largo etc.

¿Cualquier persona puede constelar?

Debe constelar quien tiene el problema, no se puede constelar para ayudar a otra persona, y quien constela debe ser mayor de 18 años.

¿Con qué frecuencia se puede constelar?

Cada un año, pero también he creado un sistema de consultas llamadas “Sesiones Sistémicas” y éstas sí se pueden tomar varias veces al año para ordenar. En ese caso, trabajamos con ejercicios sistémicos que son visualizaciones, frases, movimientos, etc. (Adriana Sayavedra)

Los ConstelaTé son talleres temáticos de desarrollo personal,  en los que se trabaja con charlas, ejercicios y representaciones en relación a los asuntos que quieran mirar las personas, alrededor de una mesa donde tomamos el té.

Agustín Ramal, el constelador de Chacras de Coria.

Contacto:

Instagram: juanagustinramal


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