La foto, tomada en el año1908, es de la familia de Cayetano y Teresa Ripazzi, nacidos en1860 y 1864, respectivamente, en la Toscana, Italia.

Desde allá se vinieron a la Argentina, en 1895, plena época de las primeras olas inmigratorias que recibió nuestro país, tal vez dejando atrás el dolor de la pérdida de sus seis primeros hijos, todos de bebé. Su nieta Teresa nos cuenta que suponen “según dichos de la abuela, que era por problemas de la sangre”, lo que hoy conocemos como la bilirrubina y que se soluciona poniendo a los bebés a la luz del sol o de una lámpara especial.

Aquí se instalaron en la finca Videla, de Cruz de Piedra, Maipú, y tuvieron los otros seis hijos, que son los que aparecen en la foto. En la falda de su madre vemos a Oreste Ripazzi, vecino de Chacras quien, desde 1930 hasta 1950, se desempeñó como contratista de la finca Aguinaga. Entre 1951 y 1958 lo fue de la finca de la señora de Farrel, en Besares y Darragueira, donde hoy se encuentre el barrio privado Chacras de Farell. Nos cuenta su hijo Domingo, que esta foto se la sacaron para mandarla a los parientes de Italia. Y para estar a la altura de la ocasión, los Videla les prestaron la ropa que luce toda la familia.

Oreste –foto- se casó en 1930 con Pascualina Ficcardi y tuvieron cinco hijos: Teresa, Ana, Domingo, Oscar y Carlos. Fue precisamente Domingo, vecino de Carrodilla, quien gentilmente nos cedió tan buena foto familiar.

Mire lo que fue del tierno niño en brazos de su madre.

Recibieron su diploma los nuevos egresados del Instituto Superior de la Empresa.

Y lo festejó con los compañeros de la Teresa O’Connor, los amigos de La Gruta y la familia en Espantapájaros.

Olga y Alberto, mas conocido como el Chipica, dueño del puesto de fiambres de la Ruta 1, frente a bodegas Norton, festejaron los 15 de su hija Silvia, con una fiesta bien criolla en el Club de Chandón, de Perdriel.

Los 18 de Camila y Victoria

El 25 de julio, las amigas y ex compañeras del Rainbow, Camila Suárez y Vicky Boueri festejaron juntas su cumpleaños número 18, en la casa de los Boueri, con buenísima música. Lo mejor de todo fue cuando entre todos los amigos con actitud y buena onda solucionaron el problema técnico que amenazaba con aguar la fiesta. “¡Un 18 dónde todos nospudimos divertir muy bien…!”, dijo la mamá de Camila, Calina Videla. Al otro día, asado con las familias y amigos.