Instalada en Estados Unidos, donde vive y trabaja, la lujanina comparte su presente y la vida que lleva lejos de su pago de origen.
Por José Felix Suárez
Desde el país del norte, donde está radicada por segunda vez, nos llegan excelentes noticias de Marina Emilse Di Giacómo, la recordada Leona que fuera Medalla de Oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo (2003) y Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) en la época que Luciana Aymar comenzaba a brillar en la Selección Argentina Femenina de Hockey sobre Césped.
Buenas noticias que queremos compartir con nuestros lectores porque en su provincia siempre se la recuerda con orgullo y afecto, de modo especial en su Luján de Cuyo natal. Cómo olvidar que integró la primera promoción de la Escuela de Iniciación del Hockey Femenino del Club Banco Mendoza conocida como “la escuelita”, y donde Marina alcanzó el nivel que la llevó a la Selección Nacional convocada por Cachito Vigil.
Ahora, a los 42 años, la lujanina reside en California y está vinculada a la compañía Taylor Made que se dedica a la comercialización de los palos de golf y a otros materiales relacionados con la práctica de ese deporte.
Cuenta Marina en diálogo con el periodista de CORREVEIDILE: “Estoy maravillosamente bien, feliz. Mi elección fue Estados Unidos por la buena educación, el respeto, la palabra, el nivel de profesionalismo que existe. La premisa es “donde crece uno, crecemos todos” y la mujer es vista y tratada de la mejor manera. Cuando dejé de jugar al hockey me dije más de una vez: “¿Marina, y si aprendés a jugar al golf?”. Hasta imaginé que podía hacerlo profesionalmente. Y bueno, aquí estoy: “Ahora soy la Leona del golf”. Porque lo notable es que me relacioné con una empresa líder, tengo acceso a las canchas y puedo utilizar sin gasto los mejores materiales. Aunque lo hago como aficionada, aprendí a jugar y me defiendo bastante bien. Participo una vez al mes de un certamen que es organizado por la compañía en espacios verdes donde habitualmente se desarrolla el tour de la PGA con el privilegio de un clima ideal que nos acompaña todo el año. Hace poco nos visitó Pedro Benenati, el gran golfista mendocino que vino a comprar palos y otros materiales. Obvio que no renuncio a mis raíces porque el hockey fue mi vida y siempre lo voy a extrañar. Me abrió puertas, me permitió viajar y conocer otras costumbres y culturas, me vinculó con mucha gente y me permitió quedar en la historia de Las Leonas, a las que recuerdo con admiración y nostalgia cuando me pongo a pensar en mis comienzos y a lo lejos que llegue a través del tiempo y de la vida”, comparte Marina.
