Categoría | Arquitectura

La casa del poeta

lacasadelpoeta01La casa en realidad nació como capilla. Esa era la idea del creador del Cerro San Luis, don Luis Cerutti, cuando compró los terrenos en 1948 para lotearlos. Para ello se había traído especialmente desde Córdoba una imagen de la Virgen. Tal vez la encontró en uno de sus muchos recorridos por los pueblitos cordobeses, fanático como era de esa provincia y sus sierras. Pero lamentablemente el Arzobispado no le permitió instalarla, ni tampoco abrir la capilla como tal, por aquello de que pertenecía a un lugar privado. Y es que se trataba del primer loteo privado de Chacras, un concepto bastante innovador por aquellos años, aunque bastante lejos de la estética de los barrios cerrados que hoy abundan por nuestros pagos. “Éste era mucho más familiar, más comunitario”, recuerda Pepa Solá, una de las hijas del matrimonio de poetas que compró la casa-capilla, quien atesora anécdotas de fines de semana durante su niñez y
adolescencia por los recovecos del barrio: la pileta comunitaria, el estanque con peces o la caballeriza desfilan entre sus recuerdos. Ella nos cuenta que en realidad esa casa era el lugar de encuentro de sus padres con sus amigos, parte de la bohemia de entonces. Poetas, plásticos e intelectuales supieron compartir buenos momentos en ese mágico reducto. Hasta el por entonces sacerdote Rolando Concatti ofició allí una misa, haciendo buen uso de la función original de la casa de su amigo Solá González. El que más la disfrutó fue el Poeta, según nos cuenta su hija, ya que ese fue el lugar que eligió para crear parte de su obra. lacasadelpoeta02“Fue mamá quien en realidad la compró, en 1964, movilizada por la gran admiración que sentía por mi papá, fue un regalo que ella le hizo” comparte Pepa y explica que compró casa y terreno pagandosela en cuotas al fundador del loteo. “Juntaba unos pesos y se los llevaba a Cerutti”. Ella sabía – Cerro San Luis
lacasadelpoeta03Por cuestiones de espacio en nuestro próximo número les brindaremos más en detalle la historia del primer barrio cerrado de nuestro pueblo, contada por sus propios habitantes, muchos de los cuales viven allí desde sus comienzos.
y compartía- de la plenitud que ese lugar le provocaba a su marido. Por aquellos tiempos, habían muchas palmeras y cipreses rodeando la gran pileta de uso común y llenada con agua de riego. “El agua era verde”, recuerda Pepa. Sucede que apenas compró los terrenos, don Luis comenzó a forestar. Hombre visionario, su idea era la de crear un barrio en medio de un bosque. Similar al lugar creado por Benito de San Martín, hoy conocido como Parque de las Colinas. Algo que muchos deberían imitar, teniendo en cuenta el desierto en que vivimos y es nuestra Chacras precisamente, uno de los principales pulmones que nos van quedando en Mendoza.

Deje su comentario