Por Francisco Guerrero
La Lujanita es motivo de orgullo de los lujaninos y todos los mendocinos, porque esta pequeña generadora de energía nacida a principios del siglo XX se mantiene en plena actividad, luego de un largo proceso de recuperación que lideró la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo.
En la actualidad, la central hidroeléctica se mantiene en manos de la Universidad, pero la generación y disposición de la energía es manejada por Sirj, la Pyme que hizo posible el regreso de la histórica usina como tal.
Frente a algunas noticias que tomaron estado público hace unos días respecto a que había sido vendida, desde la UNCuyo explicaron que la entidad educativa mantiene la titularidad de las instalaciones y el predio.
“Lo que ha cambiado es la relación entre las partes que intervienen en el tema energético”, explicaron desde la Universidad y agregaron que Sirj ahora directamente le vende la energía que genera a Cammesa -Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima-. Antes lo hacía a través de Enarsa -empresa pública encargada del sector energético-. Esa es la relación que cambió y generó confusión y que muchos interpretaron que La Lujanita se había vendido, indicaron en la UNCuyo. La Casa de Estudios tiene la concesión por 50 años desde que la Provincia le transfirió el dominio del complejo y todo el predio ubicado en Las Compuertas y que se extiende varios kilómetros, prácticamente hasta la “Rotonda de los Bomberos”.
En un principio se pensó en recuperar las instalaciones abandonadas y muy deterioradas hasta casi la primera década de este siglo. La idea era transformar La Lujanita en museo y laboratorio. Pero en 2009, la Facultad de Ingeniería convocó a un concurso público para la refuncionalización y puesta en marcha de la central, bajo la figura de un PAH -Pequeño Aprovechamiento Hidroeléctrico-. La firma Sirj fue seleccionada finalmente y tras varios años de trabajo puso en marcha las instalaciones. Se le otorgó una concesión por 15 años para operar y generar energía.
La Lujanita genera 1,7 MW y podrá abastecer alrededor de 4.300 familias en la zona de Luján de Cuyo. El PAH prevé una energía anual de 7.500 MWh (megavatios hora) o superior. De esta manera, Sirj se constituyó desde 2017 como inversor, operador técnico y comercializador de la energía que provee al Sistema Interconectado Nacional -SIN-.
Para ello, fue necesario realizar importantes obras de infraestructura y equipamiento con el objetivo de aprovechar el agua proveniente de la cuenca del río Mendoza. Para lo cual se contó con el aporte de la compañía Insur, con sede en Buenos Aires, que se encargó de la fabricación de nuevas turbinas Francis dobles.
La historia
Sirj srl informa que la central hidroeléctrica se construyó en 1890 y fue ampliada en 1912. Entró en servicio para abastecer el consumo de fincas ubicadas en los alrededores y llegó a proporcionar energía al antiguo tranvía que funcionó en la provincia hasta mediados de la década del 60. Luego fue adquirida por la Compañía de Electricidad de Los Andes, de capitales estadounidenses y afectada a satisfacer el servicio público de electricidad. Posteriormente pasó a manos de Agua y Energía, que la abandonó en la década del 60.
Con el desmembramiento de Agua y Energía paso a los bienes de EMSE, luego de su privatización pasó a ser parte del fondo residual de EMSE y quedó librada al vandalismo. Luego la provincia transfirió las instalaciones y el predio a la Universidad Nacional de Cuyo.
El predio se ubica entre la margen derecha del canal Cacique Guaymallén y la avenida Cipollletti, a unos 20 km al sudoeste de la ciudad de Mendoza.
La central se construyó aprovechando el desnivel del canal Cacique Guaymallén y turbina los caudales de riego captados del río Mendoza en el dique Cipolletti. La descarga del agua turbinada se realiza por el canal de restitución que se extiende 800 metros para regresar al canal Cacique Guaymallén.