Archivo | septiembre, 2024

¿Mostrando la hilacha? -->

¿Mostrando la hilacha?

Dr. Alberto Montbrun

Universidad Nacional de Cuyo

alberto.montbrun@gmail.com

Probablemente, siendo tan solo un economista mediático con escasa formación intelectual, Javier Milei suponga seriamente que el 56 % de los votos que sacó le pertenecen porque la gente apoyó sus propuestas. No se da cuenta que fue, por lejos, el mal menor para millones de argentinos fatalmente condenados a votar candidatos horribles. A pocos meses de haber asumido ¿ya empezó a mostrar la hilacha autoritaria?

¿La gente lo votó porque prometió dolarizar la economía? ¿La gente lo votó porque prometió que iba a suprimir el Banco Central? ¿La gente lo votó porque prometió que iba a facilitar y liberar el comercio de armas y órganos? ¿La gente lo votó porque prometió suprimir la ESI de las escuelas? Seguramente no. Es posible que el original y exiguo 30 % de la primera vuelta tuviera algún remoto componente ideológico o programático, pero no hay dudas de que el paso de los primeros 8 millones de votos –frente a los casi 10 millones de Massa– a los finalmente 14 millones y medio de la segunda vuelta se debieron pura y simplemente al hecho –que parece aún no entendido por la partidocracia tradicional– de que la gente está literalmente podrida y descreída de la vieja política. ¿Y este personaje es “lo nuevo”? ¿En serio? A ver.

No se trata de descalificar o menospreciar los logros del gobierno actual. La reducción del incremento de la inflación es un logro, así como también el acercamiento a la clausura del déficit fiscal más allá de que el costo social del proceso resulte de penuria. Sin embargo existen pautas de conducta del presidente que preocupan a quienes los votaron desde el lado de la democracia y no desde el lado del populismo de derecha. Hasta ahora, para bien o para mal, el papel regulador y controlador del Congreso ha servido para corregir o evitar excesos de un gobierno que, de incrementar su presencia en el poder legislativo en las elecciones de medio término del año que viene, puede empezar a asustar.

Alguien, un político, el político inglés Winston Churchill, dijo alguna vez que “la democracia es una forma de hacer las cosas”. Cuando uno ve que la persona que hemos elegido para gobernar un país agobiado y sangrante de grietas, peleas, insultos, agravios, parejas y amistades destruidas por una forma berreta e inconducente de hacer política y desgarrados por la corrupción y la pobreza agobiante, cuando ve a esa persona incurrir en las mismas actitudes y las mismas conductas que nos han traído al borde de la disolución como sociedad (y que solo parecerse unirse por el fútbol) se preocupa. Digo más, se preocupa y se asusta.

La ley 27275 de libre acceso a la información pública fue tal vez uno de los más significativos logros del gobierno de Mauricio Macri al aprobarse por amplias mayorías y está basada en una premisa esencial de la democracia: que cualquier persona, sin tener que invocar razones o dar explicaciones debe poder acceder a todos los datos e informaciones en poder del Estado. Por supuesto que no solo es una herramienta esencial para ciudadanas y ciudadanos preocupados por la democracia sino también para los organismos de control del poder y para el periodismo de investigación. Jamás fue objetada desde que entró en vigencia.

El Poder Ejecutivo nacional promulgó recientemente el decreto 780/24 que restringe, limita y condiciona de manera significativa los alcances y la efectiva aplicación de la ley.

Se trata de una burda maniobra autoritaria que ha sido rechazada por la totalidad de la prensa y por innumerables organizaciones sociales que trabajan en materia de transparencia y anticorrupción. Solo el prestigioso portal Chequeado.com enumeró algunos de los casos que se hicieron públicos recientemente gracias a esta ley en la actual gestión:

1) las personas que ingresan a la Quinta de Olivos (también clave en la investigación de la conducta del ex presidente Fernández);

2) los alimentos guardados en depósitos del Ministerio de Capital Humano muchos a punto de vencerse;

3) el dinero gastado en los vuelos de Javier Milei al exterior no relacionados con su función de presidente de la República;

4) los montos de las jubilaciones de ex presidentes y vices;

5) la información -tardíamente reconocida por el gobierno- del giro del Banco Central de una cantidad importante de lingotes de oro al exterior.

Una ciudadanía sin información clara y fidedigna de lo que hacen sus líderes no puede tener otro destino que el autoritarismo. Ojalá la posición del Jefe de Gabinete Guillermo Francos, que admitió ante la Cámara de Diputados la posibilidad de reformar o anular ese decreto, se imponga a la del monje negro del gobierno, Santiago Caputo que no desea que se toque y es su verdadero impulsor. El liberalismo te lo debo para la próxima elección.

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Pasan cosas lindas en calle Olascoaga -->

Pasan cosas lindas en calle Olascoaga

Cine y debate, buena música en vivo en formato intimista, talleres, exposiciones de arte, libros y vinos. De todo como en botica y de excelente calidad. Es la oferta cultural de Casa Montenegro.

“Nos interesa que, además de disfrutar de un hecho artístico o cultural, quienes vienen a nuestro espacio se lleven un “plus” junto con la diversión. Y ese “plus” está relacionado con la posibilidad de aprender algo nuevo y sorprendente sobre aquello que estás presenciando, viviendo”, explica Patricia Slukish+, periodista cultural ella, con una larga trayectoria en medios mendocinos, a la hora de describir su novedoso espacio de calle Olascoaga y Juan B. Justo de la Ciudad de Mendoza.

“Casa Montenegro es un espacio multicultural sujeto a un concepto esencial que define nuestras actividades; y que tiene que ver con la necesidad de la formación de audiencias en la provincia”, continúa y amplía: “Tenemos varias líneas de trabajo. Una de ellas es la presentación de shows, eventos y actividades (viernes, sábados y domingos). Otra es la venta de vinos y libros, elegidos en un catálogo que también se basa en esta premisa de aprender mientras se disfruta. Y la otra es la de los cursos de formación”.

Una de las propuestas más interesantes es la del ciclo de cine de los viernes, “Cine a la carta”, que viene con premio al finalizar la película. “Elegimos películas que podemos analizar desde la perspectiva cinematográfica pero también sobre temáticas actuales que nos atraviesan. En ese ciclo invitamos a los espectadores no solo a ver la película sino a juntarnos después, en una mesa y entre todos, a comer unos sanguchitos, tomar una copa de vino y charlar sobre lo que nos pasó con esa película. Es un encuentro hermoso que propicia no solo el gusto por el cine sino también la reunión con otros para compartir la experiencia”.

También ofrecen shows de música de todos los géneros: pop rock, jazz, música popular, tango, boleros, fados, etc., siempre de alta calidad  –“cuidamos especialmente la calidad de nuestra oferta en todos los aspectos”, asegura Slukisch. Y suman presentaciones teatrales, degustaciones de vino con maridajes diversos, presentaciones de libros y discos, clases de tango y baile una vez por mes; entre otras actividades.

-¿Cómo surgió este proyecto?

-Es fruto de la idea de quienes lo llevamos adelante: la fotógrafa María José Navarro Sardá y yo. Buscábamos abrir un espacio en Mendoza que no fuese ni una sala teatral, ni una sala de conciertos, ni un centro cultural sino un ámbito de encuentro y de disfrute del arte de alta calidad que se hace en Mendoza; de una manera distinta. Es por eso que incorporamos los libros, los vinos, las joyas artesanales diseñadas por Gabriela Romero como parte de la oferta de nuestros productos. También hemos creado actividades inéditas, como nuestros “podcast en escena” sobre escritores, entre otras ideas.

“Surgió en plena pandemia, cinco días después del cierre total de actividades en marzo de 2020. Teníamos dos opciones: o tirábamos la inversión que habíamos hecho en el espacio o nos lanzábamos a intentarlo en esas condiciones tan extremas. Decidimos lo segundo. Es asi que el primer año de Casa Montenegro, completamente cerrado en su espacio físico, hicimos múltiples actividades online para llegar a nuestras audiencias: entrevistas con escritores, músicos, sommeliers (Teresa Parodi, Federico Jeanmaire, Marcela Rígano, Minino Garay con el que hablamos desde Francia); cursos de apreciación musical, de fotografía, de cine. Y, cuando pudimos abrir nuestras puertas, explayamos la actividad a los encuentros en persona.

En un momento tan duro para las actividades culturales, estas mujeres crearon estrategias para sostener el proyecto. Una de ellas es un sistema de suscripción “muy beneficioso, tanto para sostener el espacio totalmente autogestionado y que no recibe ninguna ayuda estatal, como para los que consumen los productos de Casa Montenegro”, explica Slukish: “por una mínima cuota mensual de $5000 tenés descuentos del 20% en nuestros libros, espectáculos, cursos y actividades”.

DESTACADO

Casa Montenegro

Olascoaga 1480

+54 (9) 261 156545912

En Instagram: @casamontenegro.mza

Mail: casamontenegro.mza@gmail

Los que quieran estar al tanto de las actividades que allí se realizan pueden escribir al WhatsApp y ser incluídos en la lista de difusión que comunican los martes de cada semana.

DESTACADO 2

Talleres ofrecidos

*Curso de fotografía

Dictado por Martín Correa Llano. Miércoles de 20 a 21.30hs.

*Taller de teatro

Dictado por Diego Quiroga. Lunes de 19 a 21 hs.

*Taller canto para todas las edades

Dictado por Cristian Ojeda. Lunes y Miércoles de 17.30 a y sábados de 10 a 13 hs.

*Taller para el asombro literario (profundización en la lectura y la escritura). Viernes de 18 a 20 hs.

+Conductora del programa Subí el Volumen – en streaming (Mza, AR) | En Spotify: Cuentos al oído | Álbum |


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Australia hoy -->

Australia hoy

El país de las grandes oportunidades, como la Argentina de 1920

Se trata de uno de los tres países que copió el sistema impositivo de Argentina, en 1911, cuando junto a Canadá y Nueva Zelanda se separaron económicamente de la corona británica.

El 90 % de las bicicletas que circulan son eléctricas.  Todo el mundo trabaja 40 horas semanales y los feriados cobran doble. Desde los 15 años trabajan media jornada y estudian; los adolescentes sólo tienen casa y comida, la ropa y gustos varios se los tienen que conseguir trabajando.

Existe un control muy estricto con los planes sociales y con las visas de trabajo, de todos los que quieren ir a vivir y a trabajar a este país de 26 millones de habitantes.

Los primeros pobladores ingleses fueron presos y estafadores. Hoy solo el 15 % son descendientes de estos pioneros forzados, otro 20 % es de origen asiático, el resto es oriundo de todas partes del mundo.

Hay mucho alcoholismo después de trabajar pero no hay casi mendigos (homeless ) y están trabajando para disminuir este flagelo casi invisible. En la escuela primaria le dan clases sobre los efectos negativos del alcohol, las drogas, la ludopatía y cómo evitar el bulling. Les enseñan el amor al trabajo y a crear el hábito, los beneficios del ahorro, el respeto a la propiedad privada y a ser agradecidos y no resentidos.

Existen muy pocos perros en las ciudades y muy pocos veterinarios. Pero sí muchísimos enfermeros veterinarios que manejan el A B C  de nuestra profesión.

Es el país y continente de los grandes incendios pero donde luego todo vuelve a florecer.

En este país el que no trabaja se muere de hambre, y permítanme decirles que el hambre es un buen concejero, más si tienes hijos. El que escribe ha pasado hambre varías veces -por mal administrarme- y les puedo escribir varias páginas.

Australia tiene una economía con muy pocos impuestos, muy pocos políticos y alta rentabilidad. Por esto de todo el mundo quieren ir a trabajar y vivir allí.

La seguridad es casi absoluta, pero las bicicletas igual tienen su candado. Los jubilados que aportaron tienen grandes privilegios y son los mimados de Australia. Un país donde todo se controla, desde lo privado hacia lo estatal. Cuando trabajan son eficientes, no se la pasan hablando de fútbol o boludeando con el teléfono.

No hay ñoquis en el Estado porque los privados “controlan al Estado” . Así de simple.

Trabajan y ganan bien. Por donde mires, sobra el trabajo pendiente, hay mucho por hacer.

En nuestra Argentina, por su parte, hay que hacer tres millones de casas y 60.000 km de asfalto en doble vía, si queremos parecernos a países trabajadores, es decir, hay mucho por hacer también.

Pero un obrero de la construcción en Mendoza trabaja cuatro horas por día (si lo estas viendo) en vez de seis a siete horas y media en Sidney.

Todos conocemos a más de un “ñoqui ” y nos quedamos callados (escupiendo para arriba). Somos cómplices con nuestros silencios y muy  culpables de nuestro presente .

Así de simple, así de crudo.

Hay que controlar más, en especial a los que trabajan para el Estado. Es decir: desde lo privado al Estado.

¡A trabajar más!!!!

Ojalá les sirva.

Sergio de la Torre

Veterinario


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¡¡¡Ya salió Correveidile!!! -->

¡¡¡Ya salió Correveidile!!!

Pueden encontrarlo  en versión papel, en el kiosco de diarios , libros y revistas CorreVeiLee ubicado frente  a la Plaza de Chacras.

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