Por Carlos Campana
Desde nuestra formación en la escuela primaria, aprendimos a través de los manuales escolares que el 25 de mayo de 1810, se creó la Primera Junta de gobierno y, por ende, dimos el primer grito de libertad independizándonos de España para iniciar una nueva y gloriosa nación. Pero esta historia oficial dista mucho de los verdaderos acontecimientos que se produjeron en aquel tiempo.
Posteriormente a estos hechos, se desarrolló una serie de alzamientos, revoluciones y sublevaciones, animadas por dos sectores políticos, uno más conservador y el otro más liberal, generando así una feroz compulsa por el poder, que dio comienzo a una grieta que desde hace más de doscientos años sigue vigente.
Después de creada la Junta Provisional de Gobierno -o Primera Junta- fue puesta en vigencia una nueva Junta denominada ‘Grande’, que incluía a los representantes de las provincias. Al poco tiempo de gobernar entró en crisis por cuestiones internas que desencadenaron en un hecho llamado “La Revolución de los Orilleros” ocurrida en Buenos Aires entre el 5 y el 6 de abril de 1811. Tiempo después, hubo otros alzamientos que dieron paso a la formación de una Junta Conservadora y del recordado Primer Triunvirato. Todos a favor del monarca Fernando VII.
Caos peninsular
En la primavera de 1808, se produjo una profunda crisis política en la corte española, como consecuencia de las diferencias surgidas entre el controvertido primer ministro Manuel Godoy y el príncipe de Asturias, llamado Fernando, quien era el sucesor de la corona del entonces rey Carlos IV.
Tras la ocupación de la Península Ibérica por las fuerzas armadas francesas al mando de Napoleón, con el objetivo de invadir Portugal, el aspirante al trono inició un motín en contra de Godoy en la ciudad de Aranjuez. Como consecuencia de esto, Manuel Godoy fue destituido y el rey Carlos IV abdicó a favor de su hijo Fernando VII.
Estos acontecimientos también se reflejaron en las colonias americanas, especialmente en el territorio del virreinato del Río de la Plata, que se vio envuelto en constantes sublevaciones y peleas políticas entre facciones generando una gran confusión política.
El 1 de enero de 1809, se produjo en Buenos Aires una asonada por parte de Martín de Álzaga en contra del entonces virrey Santiago de Liniers quien renunció a su cargo. Así, las sublevaciones se fueron extendiendo en otros lugares sudamericanos, como en el Alto Perú.
Nace la Primera Junta en Buenos Aires
Con el vacío institucional se fueron desarrollando varios hechos con marchas y contramarchas que desembocaron en el 25 de mayo de 1810, cuando se creó una Junta Provisional de Gobierno y se nombró al jefe del regimiento de Patricios, Cornelio Saavedra como presidente.
A partir de entonces se generaron grandes diferencias políticas entre el grupo más conservador, que apoyaba a Saavedra, y otro más liberal, que sostenía a Moreno. Dos días después de la formación de este gobierno se convocó a las provincias para que enviaran sus representantes.
En Cuyo fue elegido Bernardo Ortiz, pero este murió previo a su viaje y entonces fue reemplazado en sus funciones por Manuel Ignacio Molina.
El 18 de diciembre de 1810 se incorporaron los delegados para formar una nueva Junta denominada ‘Grande’. Durante la reunión, el secretario Juan José Paso se opuso a la creación de la misma y Mariano Moreno renunció. A pesar de estas oposiciones, la Junta quedó institucionalizada.
Luego de renunciar, Moreno fue enviado por el gobierno provisional de Buenos Aires en misión diplomática a Gran Bretaña, pero falleció durante el viaje. Hay quienes dicen que fue envenenado.
Las diferencias políticas entre conservadores y liberales se hicieron cada vez más profundas. Por aquel tiempo, las noticias que llegaban desde la Banda Oriental, Paraguay y el Alto Perú a la metrópoli porteña no eran muy alentadoras para la Junta.
Se habían enviado a esos lugares emisarios con tropas para el reconocimiento del gobierno formado el 25 de mayo, pero estos no fueron reconocidos, lo que produjo enfrentamientos armados que desembocaron en una sangrienta guerra interna que estaba fuera de los planes de la Junta.
Varios eventos negativos hicieron que el gobierno presidido por Saavedra flaqueara y esto fuese aprovechado por sus adversarios políticos, para derrocar a las autoridades en los primeros días de abril de 1811 con el denominado “alzamiento de los orilleros”. Posteriormente a estos acontecimientos, se creará la Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII quien sustituirá a la Junta Grande y elaborará el reglamento de división de poderes.
Fue tal el caos político y la confusión que existía en aquel tiempo que, a sólo un año de haberse constituido la Primera Junta, ya habían pasado por el poder una serie de gobiernos y varias sublevaciones.