Cato Aguilar y el mundo de las emociones
No hay duda de que Cato Aguilar, por todos conocido en Chacras, se ha movido siempre en el mundo fantástico de las emociones puras. El teatro, el cine, la narrativa, el fútbol como terapia espiritual lo han tenido siempre como un hacedor del alma.
Chacras lo ha cobijado desde hace mucho tiempo como un personaje más del Asombro y con el permiso de su querida Las Heras de origen, nos ha enternecido siempre con sus fiestas vendimiales locales y sus cuentos de fútbol para niños y adolescentes.
Alguien lo invitó a pisar el centro de nuestra plaza y ya no pudo dejar de fantasear porque creyó desde ese momento, en el Misterio del lugar, donde el duende del baile duerme su sueño de tiempo detenido y permite a quien camina su rotonda adquirir la tremenda capacidad de soñar.
Hoy nos sorprende una vez más con el premio que la AFA le otorga por su relato “Los Ángeles Blanquinegros” el único cuento del interior del país compilado por la AFA en un libro.
Allí cuenta que los Blanquinegros son invitados para celebrar un gran fiesta de fútbol en el cielo.
Cuando Cato habla de la alegría compartida por el grupo cuando juegan nos parece sentir la solidaridad humana hecha un sola persona donde por un instante desparecen por completo, rivalidades, competencia, egoísmos, envidias. Son todos ángeles jugando con amigos igualmente ángeles.