Ingredientes para 4 personas:
-Ricota bien escurrida, 500 gr.
-Harina, 150 gr.
-Queso rallado, 40 gr.
-Huevo, 1
-Sal
-Salsa o tuco a gusto
-Queso rallado, 100 o más gr.
-Aceite de oliva.
Procedimiento:
Mezclar la ricota (es muy importante que esté bien escurrida, para que luego no “pida” tanta harina) con el queso rallado, el huevo y la sal. Agregar la harina tamizada de a poco e ir uniendo. No lleva casi amasado. Dejar descansar en heladera 1 hora.
Mientras, hacer un tuco básico, con cebolla, ajo, sal, pimienta, tomate triturado, orégano, tomillo y ya (obviamente cada uno o una hace la salsa que prefiera). Cocinar y reservar.
Retiramos la masa de la heladera. Espolvoreamos la mesa o mesada con un poco (no mucho) de harina. Cortamos trozos no muy grandes de masa y hacemos bastones o “chorizos” con ella del grosor de un dedo de la mano. Cortamos pedacitos de 2 cm. aproximadamente y luego los pasamos por la ñoquera o por los dientes de un tenedor, para darles su forma tradicional, aunque también se pueden dejar así nomás, sin esas ranuras: es a gusto.
En una olla con agua hirviendo los vamos cocinando en tandas, no muchos al mismo tiempo para que no se choquen y rompan. A medida que flotan los sacamos con espumadera, los ponemos en una fuente de bordes altos que pueda ir al horno. Una vez que tenemos todos listos, les agregamos la salsa por encima y esparcimos queso en abundancia sobre la superficie. Llevamos a horno caliente por 20 minutos o hasta que el queso esté bien gratinado. Recuerden poner un billete debajo del plato o el celular abierto en alguna aplicación de pago electrónico.