Agosto tiene algunas fechas conmemorativas que nos pueden ayudar a reflexionar sobre nuestra realidad y nuestro presente como ciudadanos.
El 17 se conmemora el aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria, el General José de San Martín. Para muchos esta fecha es sólo un buen motivo para disfrutar de un fin de semana largo y para hacer turismo. No importa demasiado el hecho histórico sino la posibilidad de disfrute que este nos brinda.
Paradójicamente, también existe entre los mendocinos una fuerte admiración por San Martín, a quien se lo siente como “un prócer mendocino” a pesar de haber nacido en Yapeyú y de haber vivido muy poco tiempo en nuestro suelo.
Llegó a Mendoza en 1814 con su esposa Remedios Escalada y se afinaron en la casa de la familia Alvarez, ubicada en la actual calle Corrientes 343 de Ciudad. Ahí nacería, el 24 de agosto de 1816, Mercedes, su única hija.
Como Gobernador Intendente de Cuyo y mientras organizaba lo que sería el ejército libertador tomó decisiones verdaderamente importantes para el bienestar de la ciudadanía.
Instó a blanquear los frentes de las viviendas, realizó la extensión de la Alameda, el orden en la actividad de las pulperías, las disposiciones contra el juego y la regulación del tránsito con la prohibición de galopar en las calles, que redundaron en la seguridad de los habitantes.
La salud pública también fue una de sus preocupaciones, por eso creó dispensarios, realizó una campaña de vacunación antivariólica y emprendió un lucha contra la hidrofobia.
Tuvo siempre la intención de radicarse en Mendoza. De hecho compró algunos solares para permanecer aquí luego de terminada la Campaña Libertadora. Lamentablemente las luchas intestinas lo obligaron al exilio y murió lejos de su patria.
En su homenaje, en 1953 la profesora Lucía Zuloaga de García Sada presentó un proyecto ante la Dirección General de Escuelas para que el 24 de agosto se celebre el Día de Padre. Este fue aceptado y luego aprobado también por el Concejo Federal de Educación.
Sin embargo, por razones netamente comerciales, esta fecha no prosperó en nuestro “calendario festivo” y homenajeamos a nuestros padres el tercer domingo de junio, tal vez ignorando que en esa fecha se honra a un ignoto norteamericano llamado John Bruce Dood, padre de 9 hijos.
No se trata sólo de un mero cambio de fecha sino de una actitud que no nos deja bien parados. Debemos replantearnos seriamente si como ciudadanos conscientes de nuestra tradición podemos revertir este presente y honrar a los padres definitivamente el 24 de agosto.
Por otra parte, el 15 de agosto, en Mendoza se celebra el Día del Árbol.
Correveidile siempre ha sido la voz que alertó sobre la progresiva erradicación de forestales en Chacras de Coria. En más de una ocasión, nuestra intervención evitó que talaran innecesariamente añosos árboles de distintas especies que crecieron en nuestro pueblo.
Es urgente que la ciudadanía y las autoridades comiencen a tomar conciencia de los enormes costos ambientales, sociales y ecológicos de la destrucción del arbolado, así como de las posibilidades de nuevas tecnologías más sostenibles para la producción forestal, transformando así el mero acto formal de plantar arbolitos en un día especial por los niños de las escuelas en un cambio radical de cultura en relación al árbol.