Archivo | junio 3rd, 2021

El Merendero María Silvia -->

El Merendero María Silvia

La vecina y autora de la columna de Neurociencia, Cecilia Ortiz, visitó el espacio de Junín, a donde llevó donaciones para repartir entre la comunidad con la que trabaja María junto a sus hijos.

Philips es una localidad de Junín, a unos 56 km de la Ciudad de Mendoza. Debe su nombre a la estación de ferrocarril que existía allí. Tiene una escuela secundaria y cuatro primarias.

María vive allí y junto a sus hijos abrió un merendero al que bautizó “María Silvia”, en honor a su mamá. Ellos se encargan de ayudar a 200 niños, algunos con patologías neurológicas importantes. Hacen todo a pulmón y no reciben ayuda del Gobierno, sólo de quienes con su generosidad, aportan dinero o alimentos.

Cuentan que ahora, desde la pandemia, los niños no comen ahí pero sí, religiosamente, concurren cada día a buscar su ración y de paso se llevan algo para el resto de su familia.

María tiene los brazos fuertes y la mirada más profunda que he visto. Su sonrisa es maravillosa. Sus hijos, como centinelas, la ayudan.

Su generosidad es tan inmensa como la suma de sus brazos, su mirada y su sonrisa: “Esto es lo que me gusta hacer”, me cuenta, y habla de los niños como si fueran suyos.

Gracias a la colaboración de muchos vecinos de Luján de Cuyo, pudimos acercarle mercadería y ropa para el invierno.

Ella, agradecida, envía un GRACIAS a todos y nos saluda con esa mirada profunda, esa sonrisa maravillosa y el ajetreo de sus brazos fuertes.

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Adiós al Cachorro Aceituno -->

Adiós al Cachorro Aceituno

A los 78 años falleció nuestro vecino Carlos Gil Aceituno, un recordado centro delantero de Gimnasia y Esgrima en las décadas del 60 y del 70. Fue popularmente conocido como el Cachorro, desde sus comienzos en el semillero del Lobo. Autor del histórico gol que en 1969 clasificó al conjunto del parque a su primer Nacional en 1970 al derrotar 1 a 0 al Atlético San Martín tras dos recordadas finales que se jugaron apenas en 24 horas. También  formó parte del equipo que jugó los Nacionales de 1971 y 1972 y resultó campeón en las temporadas de 1964 y 1969. Junto a quienes fueran sus compañeros Víctor Antonio Legrotaglie, el Bolita Alfredo Angel Sosa y el Polaco Alfredo Victorino Torres integró el grupo que se conoció como “los compadres” unidos porque eran inseparables, plenos de optimismo y alegría, espíritu ganador y su condición de líderes. En su querido Gimnasia también trabajó como preparador físico, carrera que completó en su época de futbolista. En el fútbol mendocino dejó su huella de buen jugador, mejor persona y se lo recordará siempre con gratitud, admiración y respeto. ¡Descansa en paz, Cachorro!

Foto: Diario Los Andes

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