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Las Colinas: El primer parque privado de Mendoza

En donde actualmente se encuentra el complejo Parque de las Colinas al noroeste de nuestra localidad, se asentó en sus inmediaciones, el antiguamente llamado Parque Angélica, único en su tipo, y que fue construido por José Benito de San Martín, alrededor de 1912. Se trató del primer bosque privado de Mendoza.

Don José Benito fue un gran hombre público: nació en 1876 en nuestra provincia. Se recibió de escribano y ocupó varios cargos como funcionario público: entre otros, como intendente de la Ciudad de Mendoza y director de Bosques. También fue empresario y fotógrafo aficionado.

Se casó con Sara Correas, con quien tuvo cinco hijas. Este importante personaje, falleció trágicamente en 1944.

La historia de este parque privado en Chacras de Coria se remonta a los primeros años del siglo XX. Originalmente fue diseñado por el paisajista francés Jules Vacherot, a quien el escribano mendocino conoció en uno de sus viajes por Europa, de donde regresó con un plano para la construcción de un predio con los más modernos adelantos técnicos y paisajísticos de la época.

Como era común por entonces, Vacherot fue un destacado diseñador de jardines y proyectó parques privados en toda Europa. En este sentido, una de sus más importantes obras fue la del “Château des Milandes” en 1900, que luego fue la residencia de la famosa vedette y cantante estadounidense Josephine Baker en Dordoña, Aquitania, en el país galo.

Pero volviendo a Mendoza, el parque fue erigido en algunas hectáreas de terreno pertenecientes a Benito de San Martín en Chacras, a los pies de los cerros que también fueron incorporados, alcanzando una extensión de 10 hectáreas.

En este lugar fueron plantados bosques de coníferas y palmeras con un gran reservorio de agua en un tanque denominado “australiano”, destinado al riego. En distintos sectores del jardín, en un terreno con grandes desniveles, se extendían amplias franjas de césped franqueadas en sus costados por rosales y matas de flores.

Además, el parque al que Benito bautizó con el nombre de Angélica  -una de sus hijas- contaba de flores y plantas que tenían artísticos diseños y con un lago artificial que estaba cubierto de nenúfares y una fuente en el centro. Se construyó una gruta de piedra y poseía un hermoso chalet pintoresquista.

Un invernadero muy de moda para la época fue construido en vidrio y hierro ubicado cerca de los cerrillos. Al parque se accedía cruzando por enormes portones de hierro. Entre la flora plantada en el lugar habían eucaliptus y palmeras, tilos, castaños de la India, fresnos y otras especies. Remataba este espacio una huerta con un amplio parral y variados frutales.

A fines de los 60’s y principios de los 70’s el parque fue vendido a una empresa constructora del arquitecto Cremaschi y asociados, quienes construyeron el actual barrio “Parque Las Colinas”.

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