Archivo | abril 14th, 2021

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Alejandro Lavorante: “El boxeador que sonreía demasiado”

Este material es el séptimo trabajo literario editado del periodista y escritor Rolando López, que fue impreso por Ediciones Culturales de Mendoza del Ministerio de Cultura y Turismo en julio de 2020.

Por José Félix Suárez  -  Especial para Correveidile

“El boxeador que sonreía demasiado” permitió rescatar del olvido después de casi 60 años a Alejandro Tomás Lavorante, el pugilista mendocino que desde fines de los 50 hasta comienzos de los 60 dio todo para ser campeón del mundo en la sanguinaria categoría de los pesos pesados en Estados Unidos. Incluso su propia vida, porque quedó inconsciente con muerte cerebral luego de su última derrota en aquel país donde desarrolló su meteórica carrera, el 21 de septiembre de 1962, frente al norteamericano John Riggins, que lo puso knockout en el quinto asalto con una andanada de golpes que dieron de lleno en la cabeza de Lavorante.

Alejandro, con coágulos de sangre en el cerebro, se desplomó para siempre y murió tras una prolongada agonía de18 meses, el 1 de abril de 1964, cuando su cuerpo ya había sido traído de regreso a su Mendoza natal, donde había nacido en el departamento de Godoy Cruz el 20 de octubre de 1936. Tenía entonces 27 años y pese a las operaciones y cuidados que recibió, nunca salió de su coma boxístico.

Dividido en 14 capítulos, que el autor que fuera jefe de la sección Policiales del diario Los Andes califica como “rounds”, el libro es una completa y prolija biografía novelada, consecuencia de una exhaustiva investigación de varios años, que a través de 240 páginas recorre paso a paso la vida familiar, deportiva y sentimental de aquel hombre de 96 kilos y 1,94 de altura. Fuerte, muy buen mozo, respetuoso y educado, tenía la costumbre de sonreír en el duro y violento mundo de la máxima categoría del boxeo mundial. En Estados Unidos provocó el fenómeno de convocar al público femenino a sus peleas como nunca antes había ocurrido con ningún boxeador, por ser ese galán que respondía con una dulce sonrisa y a quien la prensa especializada señalaba como “el lindo que pega fuerte”.

La obra de López con un relato ágil, entretenido, pleno de matices, situaciones y diálogos, registra  un Lavorante más bien tímido e ingenuo, de buen corazón y sin rasgos de maldad, pese a que tenía que ganarse la vida a los golpes sobre un cuadrilátero, y fue elogiada a nivel nacional por medios como La Capital de Rosario o Página 12.

La familia

Contrariamente al origen de la mayoría de los boxeadores que provienen de la calle, el hambre y la pobreza, Alejandro pertenecía a una familia de clase media: su padre Alessandro, italiano, su madre Lidia Ugarte, no se despegó de su lado en los 18 meses de agonía, y sus cuatro hermanos: José María, Lidia, Juan Antonio y Félix (Alejandro era el mayor).

Don Alessandro fue quien influyó para que se dedicara al boxeo luego de una breve etapa como jugador de básquetbol en las inferiores del club Atenas, aunque muy de chico también le había gustado el ciclismo. El padre, como carpintero que era, le construyó entonces un ring reglamentario para que entrenara en una casa de la calle Agustín Alvarez, donde se había mudado la familia al dejar el hogar de la calle Colón frente a la plaza de Godoy Cruz.

Dos de sus hermanos, Juan Antonio (Lalo) y Félix, cuentan distintos episodios de la vida de Alejandro, al que de niño apodaban “el Gringo”. También hay testimonios de su agente financiero y relatos sobre su paso por el Regimiento de Granaderos a Caballo. donde se lo eligió como modelo para una tapa de la revista Leoplan en febrero de 1958.

Los comienzos

En sus inicios, Alejandro resultó campeón argentino amateur de la división pesado y campeón militar cuando estuvo bajo bandera. Recomendado por Pascual Pérez (el mosca mendocino   que en 1954 le dio a la Argentina el primer título de campeón mundial y que también resultó campeón olímpico en 1948) viajó a Venezuela y en un gimnasio de ese país lo descubrió Jack Dempsey (campeón mundial de peso pesado entre 1919-1926), que había llegado como jurado de un torneo internacional de lucha libre y que seleccionaba peleadores de catch para llevar a Estados Unidos, donde lo recomendó a Paul “Pinky” George, que se convirtió en el manager de Lavorante y es el otro personaje principal de la novela.

En sus comienzos Lavorante se encontró también con la propuesta del mismísimo Frank Sinatra,  que intentó seducirlo sin éxito como gancho o carnada para la asistencia femenina en los casinos y night clubs que regenteaba en Las Vegas.

El final

Desde su debut profesional en Estados Unidos el 22 de setiembre de 1959, donde derrotó por KO en el tercer round a Dean Bogan hasta el 29 de diciembre de 1961, había ganado 18 de 20 combates (14 por KO) y registraba solo dos derrotas ambas por puntos: Roy Harris en 1959 y George Logan en 1961. Con un triunfo espectacular ante Zora Folley, que estaba tercero en el ránking mundial en 1961, posición que pasó a ocupar Lavorante.

En poco más de dos años su familia lo había visto solo una vez cuando el 26 de noviembre de 1960 enfrentó a Kid “Tutara” Giorgetti en el Luna Park, al que venció por puntos la única vez que peleó en la Argentina.

Su manager “Pinky” George esperaba que 1962 fuera el año de la esperada pelea con el campeón Floy Patterson pero dos durísimas derrotas fueron el comienzo del fin: el 30 de marzo de 1962 luego de una dura paliza perdió por KOT en el décimo round ante Archie Moore y el 20 de julio de aquel año cayó por KO en el quinto asalto  frente al ascendente Cassius  Marcelus  Clay, que luego tomaría el nombre de Muhammad Alí, considerado el mejor boxeador de todos los tiempos.  La tercera caída consecutiva fue el 21 de septiembre contra John Riggins, que lo dejó en un sueño profundo y se llevó para siempre la sonrisa de aquel boxeador que sonreía demasiado.

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Chacras de Coria: el club del pueblo cumplió 100 años y los vecinos se unen para su refuncionalización -->

Chacras de Coria: el club del pueblo cumplió 100 años y los vecinos se unen para su refuncionalización

Habitantes del distrito se vienen juntando en la sede de la entidad. Impulsan que la institución desarrolle diferentes actividades para la sociedad chacrense.

Por Matías Carretero – Especial para Correveidile

Recientemente vecinos de Chacras de Coria, han organizado diferentes reuniones con el objetivo firme de poder refuncionizalizar el Club Atlético Social y Deportivo Chacras de Coria, todo esto se realiza en el marco de los 100 años de la entidad que se celebraron el día  21 de marzo con un almuerzo en calle Loria.  La institución fue creada un 20 de marzo de 1921.

Dentro de esos encuentros se decidió la conformación de una subcomisión que se encargará de la realización de diferentes actividades junto con la actual Comisión Directiva, como la de activar el tema de que las personas que se quieran asociar lo puedan hacer. Además se organizó un almuerzo para celebrar este acontecimiento. Se seguirá trabajando a lo largo del año en el club,  para poder mejorar las instalaciones de calle Loria.

Hay que tener en cuenta que como toda institución centenaria, el Club representa para los vecinos del pueblo, principalmente para aquellos que conocen cada rincón y cada detalle de éstos 100 años recorridos, un pedazo de su propia historia personal.

“Los años transcurridos, los períodos de inestabilidad social y económica por los que ha transitado el país, la propia vida interna de la institución han brindado momentos felices y otros no tanto, para aquellos que siendo socios o no, abrazaron con amor y pasión los colores del viejo albiazul de los cerros”, explicaron los referentes de la agrupación Renovación Chacras.

Es importante señalar que en esta refuncionalización club, participan los actuales integrantes de la Comisión Directiva de la entidad. “Siempre con la mirada puesta en el club, en el punto de encuentro, en la identidad y en todos aquellos fines y valores por los que bregaron socios y antiguos vecinos es que nos encontramos. Y esta reunión de jóvenes y viejos, antiguos y nuevos, familias afincadas hace más de 100 años y otros recién llegados es para celebrar que después de tanto tiempo el club está vivo y que todos tenemos la firme intención de volver a encontrarnos en la vieja sede de calle Loria”, detallaron desde el grupo Renovación Chacras.

Los referentes de este movimiento coincidieron en afirmar y en invitar a que más vecinos se sumen a esta actividad: “Todos juntos, comisión directiva, socios, vecinos, amigos del albiazul trabajando en la refuncionalización de nuestro querido club del pueblo”, finalizaron.

Campaña de socios

Para aquellos interesados en colaborar con el club, lo pueden hacer asociándose. Mediante un mail a la dirección de correo clubchacrasdecoria@gmail.com. Requisitos: una foto carnet (la podés sacar con tu celular), foto de tu documento (adelante y atrás), foto de un impuesto del domicilio donde vivas. Si no podés mandarlo por mail, acercarlo los requisitos antes mencionados a la Delegación Chacras situada en la calle Italia de 8 a 17 (lunes a viernes).

Proyecto en la Legislatura

En la Legislatura Provincial se desarrolló una propuesta presentada por el diputado Helio Perviú para declarar de interés de esta Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Mendoza el centenario del Club Atlético Chacras de Coria.

“En el marco del centenario del Club Atlético Chacras de Coria, nacido gracias a la voluntad de los vecinos un 20 de marzo de 1921, creemos de sumo interés para la comunidad, el recordar a esta institución, que con el trabajo en conjunto del pueblo lujanino creció y llenó de alegrías a niños y adultos”, reza fragmento del proyecto.

En el año 1965, un 11 de agosto, adquiriría un terreno de gran superficie, ubicado en calle Loria al 5259, bajo la presidencia de Ramón Abraham Quiroga, espacio que daría comienzo a una nueva etapa para el Club.

Su historia está marcada por grandes logros, ya el año 1950 llegaría a Primera dentro de la Liga Mendocina de Fútbol. Su victoria más importante sería en el año 1998, donde se consagraría campeón de la mencionada Liga.

Parte de ese crecimiento se ve reflejado en la construcción de su “gran tribuna” en las laderas de un pequeño cerro que llevaría el nombre del “El Glorioso del Cerro”, familias enteras trabajarían arduamente para poder así disfrutar de tan lindo deporte.

“El Club Atlético Chacras de Coria debe ser reconocido, no ya como una institución en sí, sino que éste es el fruto del trabajo, la iniciativa, la pasión de los vecinos que con el transcurso de los años han luchado para mantener vivo este sueño”, expuso Perviú.

Declaración de Interés del Club Atlético Chacras de Coria

Recientemente el HCD Luján de Cuyo aprobó el proyecto de la concejal Sonia Quiroga para declarar de interés el Club Atlético Chacras de Coria en el año se su centenario. “Desde el Frente de Todos consideramos fundamental la labor del club y queremos agradecerles por todo estos años de compromiso con nuestra comunidad”, remarcaron.

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