Historias del Pago: Juan Bautista Gargantini, bodeguero y político que amó Chacras

El nombre de los Gargantini está muy ligado a Chacras de Coria. Fue Juan Bautista quien hacia 1921 estableció una pequeña bodega en este lugar. Y cuya figura tuvo una gran incidencia en nuestra provincia.

Por Carlos Campana

Nació en Mendoza el 11 de noviembre de 1891, aunque fue bautizado el 31 de marzo del año siguiente. Juan Bautista Gargantini fue uno de los ocho hijos del suizo Bautista Gerónimo Gargantini y Oliva Bondino. Su padre, de origen helvético, llegó a nuestra provincia como muchos de los inmigrantes que se establecieron con el gran sueño de progresar. Aquí se asoció a su cuñado Juan Giol y a fines del siglo XIX fundaron la empresa “La Colina de Oro”.

El pequeño Juan Bautista fue enviado en 1902 a Suiza, donde  estuvo a cargo de su abuelo Pietro por un tiempo. Allí estudió y se vinculó de lleno al comercio. Durante ese período adquirió una gran experiencia que trajo a su vuelta a Cuyo, en 1910.

Un año después, tras el regreso a Europa de su padre y la desvinculación social con Giol, la familia Gargantini mantuvo una de las bodegas en el departamento de Rivadavia, donde elaboraron vinos finos y de mesa.

En 1921 Juan Bautista estableció una bodega en Chacras de Coria, que elaboraba vino de mesa con una producción de 3 millones de litros. Más de una veintena de obreros trabajan en aquel centro de producción, uno de los tres más importantes que tenía la empresa denominada “Bodegas y Viñedos Gargantini”.

La bodega estaba enclavada en una finca de mayor extensión que además de los viñedos, poseía una gran variedad de frutales propios de la zona de Chacras. La misma perteneció al destacado empresario y político hasta 1950, que pasó a ser dirigida por sus hijos Carlos y Alberto hasta la década del ‘80, cuando fue vendida a una empresa española. Don Juan Bautista fue un enamorado de la bodega de Chacras de Coria y a pesar de que no vivía en la localidad, la visitaba muy seguido.

En 1987, “Clos de Chacras” fue recuperada por su nieta Silvia Gargantini y restaurada conservando su estilo original. En el 2004 inició la producción de vinos de alta gama. Está ubicada en la calle Monte Líbano, en el denominado “Barrio Chino”.

Vida política y deportiva

A principios del siglo XX, con la llegada del fútbol a Mendoza, Juan Bautista quedó profundamente entusiasmado y junto con otros socios fue el fundador del actual Club Independiente Rivadavia en 1913, cuyo estadio lleva su nombre. Además participó activamente de esa actividad y fue uno de los creadores en 1922 de la Liga Mendocina de Fútbol. Además de ser un gran hombre de negocios y dirigente de fútbol se involucró en la política y el turf.

Fue durante la primera década del siglo XX que inició su carrera política militando en la Unión Cívica Radical, vinculado al lencinismo. Durante las elecciones provinciales para la gobernación, Gargantini se alió a Carlos W. Lencinas y ambos conformaron la fórmula electoral Lencinas gobernador y Gargantini vice, asumiendo el 3 de febrero de 1922. Su mandato duró hasta 1924 y dos años después ocupó un escaño como senador nacional por Mendoza.

El golpe de Estado de 1930 y su dedicación a otras actividades hizo que Gargantini se alejara de la política por algunos años pero regresó en las elecciones de 1941 para postularse como candidato a gobernador por la UCR junto a Rubén Palero Infante. Sin embargo quedaron en segundo lugar frente a los candidatos del Partido Demócrata Adolfo Vicchi y José María Gutiérrez.

Un dato curioso es que durante las elecciones de 1946, el candidato a presidente Juan D. Perón le propuso armar una lista como gobernador en la provincia, pero el bodeguero y hombre de negocios no aceptó. Esto originó su retiro definitivo como militante político.

Juan Bautista Gargantini también fue un reconocido criador de caballos pura sangre. Durante su asociación con el turf supo cultivar grandes amistades y fue miembro del Jockey Club local y del de Buenos Aires. Admirador de las corridas de toros, se encargó de traerlas a Mendoza en 1947.

Su vida familiar estuvo marcada por su primera esposa llamada Margarita Brignone con quien contrajo matrimonio en 1914. De esta unión nació Alberto y Carlos. Toda una vida juntos, enviudó en 1978. Dos años después volvió a casarse con Josefina Ceresoli, quien lo acompañó hasta el fin de sus días.

Falleció en Mendoza el 1 de agosto de 1985 a los 94 años.

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