Durante la primavera de 1910, el presidente de la Nación José Figueroa Alcorta, llegó a nuestra provincia junto a los ministros de relaciones exteriores, guerra y marina, Carlos Rodríguez Larreta -bisabuelo del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires-, Eduardo Racero y Juan José Sáenz Valiente. Además se encontraba el distinguido médico y diputado nacional Luis Agote. Juntos estuvieron en la plaza de Luján, Chacras de Coria y el Dique Cipolletti.
Por Carlos Campana
El 22 de setiembre el primer mandatario nacional José Figueroa Alcorta acompañado por una importante comitiva, llegó desde Chile y fue recibido por el entonces gobernador de la Provincia, Rufino Ortega (hijo). Era la segunda vez en la historia local que un presidente en ejercicio se hospedaba en la capital mendocina. El primero fue Julio Argentino Roca, quien en abril de 1885 pisó suelo mendocino y lo recibió el gobernador Rufino Ortega. Esta extraña coincidencia se repitió después de 35 años, cuando su hijo recibió a Figueroa Alcorta.
La comisión fue recibida calurosamente por el gobernador y gran cantidad de público en la estación del Ferrocarril Trasandino. Posteriormente los visitantes partieron en diferentes carruajes hacia las calles principales de la Ciudad, donde fueron recibidos con flores y vítores del pueblo mendocino. Tras una intensa actividad, el presidente Figueroa Alcorta -acompañado por la primera dama-, se dispusieron a descansar en la casa del gobernador para proseguir, al día siguiente con visitas programadas a diferentes lugares de la zona.
A las 10 de la mañana del 23, el presidente de la República llegó con el gobernador a la antigua Casa de Gobierno de calle Rivadavia. Allí se encontraban otros funcionarios nacionales que se preparaban para emprender un viaje recreativo. A esta excursión se agregaron miembros del gobierno provincial que partieron en automóviles.
Para este itinerario, el Poder Ejecutivo alquiló gran parte del parque automotor que tenían los mendocinos para que la comisión viajara rápida y cómodamente, pero no fue suficiente y muchos invitados tuvieron que hacerlo en carruaje o tren. Los autos formaban una larga fila con ministros y representantes a los que se sumaron los gobernadores de San Juan y San Luis.
Al iniciar la marcha, estos móviles partieron rumbo al sur, al centro de Luján de Cuyo por el entonces polvoriento camino del carril Cervantes. El presidente quedó impresionado por los florecientes viñedos que encontró al transitar por el camino.
Luego la comitiva llegó a la plaza departamental y fue recibida con algarabía por conocer al primer magistrado. Aguardaban también a los excursionistas, los alumnos de las escuelas. En aquel sitio se realizó un breve acto y posteriormente la comisión prosiguió su marcha hacia Chacras de Coria y posteriormente al dique del río Mendoza.
Los honorables visitantes observaron aquella gran obra de ingeniería hídrica de sólidos muros. Se les explicó su funcionamiento, la forma por la cual se distribuía el agua y su sistema de riego. Este hecho marcó para siempre a los vecinos de Chacras de Coria, que recibieron por primera vez la visita de un presidente de la Nación.