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Una de las principales causas de demencia

Mitos y Verdades sobre la Enfermedad de Alzheimer

A nivel mundial se destinan costos importantes para su investigación, ya que hay incógnitas sobre su inicio, factores de riesgo y métodos preventivos. Circulan aseveraciones o creencias que no son del todo ciertas y que nos llevan a tomar medidas inadecuadas. Les presentamos algunas de ellas…

Por Lic. Cecilia C. Ortiz – Neuropsióloga y Mgster. en Neurociencias

¿El Alzheimer es una demencia? Cuando hablamos de demencia, decimos que es un síndrome: un conjunto de signos y síntomas que progresivamente afecta las facultades mentales ocasionando pérdida de autonomía en el paciente. Existen diferentes enfermedades que producen demencia y la enfermedad de Alzheimer es una de ellas. También hay otras como Parkinson, ACV, Enfermedad por Cuerpos de Lewy, demencia fronto-temporal, traumatismos de cráneo, etc.

¿Es normal perder la memoria con la edad? Nuestro cerebro envejece, como ocurre con el resto del cuerpo. Los olvidos de información reciente, el enlentecimiento psicomotor, la dificultad para tomar decisiones de manera rápida son síntomas de una vejez normal. Ahora bien, no todos los olvidos son benignos: si nos dificultan la vida cotidiana entorpeciéndola, si nos llevan a perder datos relevantes (turnos, citas, eventos importantes, nombres de seres queridos, dónde se han guardado elementos de utilidad), si son llamativos para nuestro entorno, resulta beneficioso consultar con un especialista. Muchas veces, por asumir que “es propio de la edad” dejamos pasar un tiempo valioso.

¿Es hereditaria la enfermedad de Alzheimer? Se conocen dos variantes de la enfermedad. Una, que es de muy baja incidencia (aproximadamente el 1% de los casos) es hereditaria. Se presenta en sujetos jóvenes (35 años), con historia de Alzheimer de inicio temprano en por lo menos dos generaciones anteriores. La presentación más común es la esporádica, lo que significa que NO ES HEREDITARIA, aunque sí genética, es decir que la persona ya nace con la predisposición a padecer la enfermedad.

El principal factor de riesgo es la edad: a mayor edad, más posibilidades de desarrollarla. Luego, hay otros factores, algunos con mayor incidencia que otros, como: historia de alteración vascular, nivel educativo alcanzado, actividad física, hábitos alimentarios, historia de traumas de cráneo o exposición a sustancias tóxicas durante períodos largos.

La enfermedad de Alzheimer empieza con alteraciones en la memoria. La forma de inicio más frecuente incluye alteraciones en la memoria inmediata, pero ésta no es la única forma en que puede manifestarse la enfermedad: apatía (disminución o pérdida de interés en actividades que antes eran importantes), tendencia al aislamiento, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, alteraciones en el lenguaje (dificultad para encontrar palabras o para comprender lo que otros dicen), alteración en la escritura, alteración en el juicio crítico, pueden ser síntomas indicativos de Alzheimer. Lo ideal es que a partir de los 50 años, si hay algún cambio en la forma habitual de ser o en el normal desenvolvimiento en la vida cotidiana, se lleve a cabo una consulta con especialista.

Si tenés Alzheimer, nada se puede hacer. La enfermedad es progresiva y crónica y aún no existe una cura. Sin embargo, el tratamiento consta de cuatro patas fundamentales: medicación, estimulación cognitiva, actividad física y social. Está fundamentado por cuantiosos estudios que estas pautas, si bien no logran que la enfermedad retroceda, garantizan un enlentecimiento en la progresión y/o presentación de síntomas, que logra mejorar la calidad de vida del paciente y su contexto familiar, ya que garantizan mantener autonomía y aliviar cargas por cuidado. La estimulación cognitiva o “gimnasia mental” es un factor de suma importancia para postergar el avance de los síntomas.

Sostengamos un estilo de vida saludable evitando factores de riesgo y, sobre todo, comprendamos que el diagnóstico de Alzheimer no es una sentencia de muerte. Se puede hacer mucho para que nuestros pacientes tengan una vida digna.

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