Octubre es establecido por la Organización Mundial de la Salud como mes de concientización sobre esta enfermedad que afecta a tantas personas, especialmente a las mujeres. En Argentina se detectan entre 15.000 y 20.000 nuevos casos por año. La detección precoz es fundamental para encontrar un tratamiento adecuado.
Por Dra. Ernestina Masiá
Como no es posible prevenir ni evitar la enfermedad, lo único que podemos hacer es detectarla precozmente, antes de que produzca síntomas y la paciente se palpe un nódulo, de esta manera se puede elegir el tratamiento más adecuado, menos agresivo, con mejores resultados y un pronóstico más favorable. Para ello, la mujer debe realizarse los estudios mamarios de control (mamografía y ecografía mamaria).
La Sociedad Argentina de Mastología recomienda realizar una mamografía anual a partir de los 40 años en las mujeres que no tienen antecedentes familiares de cáncer mama y en caso de tenerlos, 10 años antes de la edad de presentación en el familiar. Realizando estos controles rutinarios antes de la presentación de los síntomas, la mayoría de las pacientes logra curarse.
Uno de los síntomas más frecuentes por el que consultan las mujeres es el “dolor mamario”, que la mayoría de las veces no tiene consecuencias importantes. Le sigue la palpación de una dureza, pero también pueden aparecer cambios en la piel, hundimientos, retracciones, derrames por pezón o bultos en la axila.
Los principales factores de riesgo son el ser mujer y la edad, puesto que la posibilidad de desarrollar un cáncer de mama aumenta con los años. Los factores de riesgo que podemos modificar es cuidar nuestro peso, moderar el consumo de alcohol, no fumar y realizar una actividad física, adecuada y permanente en el tiempo.