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Cardos: Dibujos pintados entre lo natural y lo cotidiano

La exposición de Patricia Suárez Roggerone es una serie pensada desde la vida que nos rodea sin que casi nos demos cuenta. En el taller de Chacras de Coria, que alterna con su pasión por la cocina como jefa del restaurante en Bodegas Norton, la creadora los transformó en imágenes preciosas.

En “Natural y Cotidiano”, Patricia Suárez Roggerone captura visiones externas con experiencias de su mundo interno. Lo cotidiano, en su caso, es que la cocina y el dibujo se encuentren amorosamente a diario. Esta vez su conexión es con los cardos, compañeros de la ruta.

En el espacio Antigüedades de Alejandra Cicchitti y con visitas programadas, sus dibujos pintados son motivados por la naturaleza, sinónimo de un todo orgánico y visual que nos provee de alimento. “¿Qué comemos?”, pregunta en voz alta la artista. Y responde que para hacerlo mejor alcanza con mirar a nuestro alrededor.

“Me siento obligada a colocar una pausa de reflexión en los espectadores para que puedan entender que somos parte de esa naturaleza cotidiana, con una responsabilidad sensata y consecuente de alimentarnos sin destrucción. Eso que obtenemos de la tierra es en lo que nos convertiremos, un ciclo del que nos hemos apartado sin conciencia ni observación”, dice.

“En lo natural veo y me sorprendo, en esa costumbre de subsistencia olvidada es donde reparo, intentando despertar lo ancestral y patrimonial, aquello para atesorar”, apunta. Los cardos representan para Patricia Suárez Roggerone un paisaje cotidiano, pequeño, simple y tradicional que habla de quiénes y cómo somos.

Por eso toma a esta flor cynara cardunculus, de la familia de las asteráceas,  planta perenne, con raíz fuerte y profunda, tallos erectos, robustos, hasta de 1,50 metros de alto. Tiene, explica la creadora mendocina, hojas inferiores de más de 50 cm. de largo, de color ceniciento, provisto de largas espinas amarilla y flores azules o violáceas. “Originaria de España y el norte de África, llegó a la Argentina a mediados del siglo XVII. Es considerada maleza en algunas partes del país como el centro, norte y Este de la provincia de Buenos Aires. En Mendoza se halla a los bordes de caminos, cercos, alambrados en predios rurales como en Tupungato, San Carlos, Villavicencio y Ugarteche”, expresa sobre esta planta comestible.

“Natural y Cotidiano” de Patricia Suárez Roggerone puede visitarse hasta el 16 de octubre con aviso previo. En Alejandra Cicchitti Antigüedades, 6ta Sección. Para más información comunicarse al 4232640.


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