¡El Metrotranvía tiene que llegar a Luján! La actual gestión municipal, continuando la que comenzó a finales de 2015, tiene proyectos para recuperar y poner a resguardo buena parte de las vías que son imprescindibles para continuar el Metro hacia nuestro departamento.
Por Natalio Mema*
Llama la atención una nota de opinión en la que el autor exhibe sus “títulos” como antecedente y a continuación brinda una serie de datos totalmente errados, sumado a una amnesia selectiva, en el marco de una situación sumamente crítica a nivel mundial. Más aún cuando quien lo hace ha defendido a capa y espada las gestiones que más atraso y decadencia nos trajeron a nuestro querido departamento (léase 2.011-2.015).
Me llegó por mensaje la petición de firma para que llegue el Metro a Luján, sostenida en una columna de opinión que aparentemente ha publicado un vecino del departamento, munido de grandes títulos de grado, postgrado y demás. Pero sin duda con desconocimiento marcado sobre el particular, ¿quién no firmaría esa petición? En esa ocasión comencé a escribir estas líneas para echar un poco de luz al asunto. La nota y petición son parte de lo anecdótico, vienen de personas que formaron parte y defienden las gestiones de la época en que comenzó a gestarse la construcción de la obra del Metrotranvía y que en paralelo nos sumergieron en un atraso imperdonable.
A continuación, acompaño una imagen que mapea el Proyecto del Metrotranvía que con distintos colores señala las etapas del mismo y el orden de implementación. Podemos ver en rojo la Etapa II que va a la Estación Luján de Cuyo y la Etapa V que va a la Estación Paso de Los Andes, nuestra estación de Chacras, al oeste de calle Mitre.
Cabe preguntarse entonces, ¿por qué después de la Etapa I, se pasó a la III? La respuesta es clara: las autoridades de aquel momento no pudieron lograr que se concretara, básicamente porque las vías en Luján de Cuyo, sobre todo en los tramos que se afectarían para esta obra, se encuentran en buena parte intrusadas. El abandono de las distintas administraciones del departamento, sobre todo entre 2007 y 2015, hicieron que los particulares avanzaran sobre el tendido ferroviario sin que nadie los detuviera; cualquier vecino puede observar el mapa y sacarse la duda por sus propios medios de la situación. Estaciones tomadas, terrenos de particulares extendidos sobre la vía, casas construidas, barrios, comercios, de todo un poco.
Godoy Cruz despejó el entramado ferroviario, lo recuperó, reubicó numerosas familias, transformó oscuros lugares a favor de sus vecinos y mantuvo hasta la actualidad el espacio liberado para que pudiera funcionar y llegar el Metrotranvía a Luján y mientras tanto, las personas disfrutaran de ese espacio para el esparcimiento. Es bueno aclarar que la infraestructura actual es totalmente compatible con el paso de un tren urbano, pueden convivir armoniosamente. Por el contrario, de este lado sólo hubo abandono. El resultado no debería sorprender a nadie, mucho menos a los vecinos de Luján que lo vivimos en carne propia.
Se están haciendo las gestiones ante las autoridades nacionales para obtener definitivamente las autorizaciones para operar e intervenir las vías, se está avanzando en un master plan ferroviario urbano para el área metropolitana con las vías existentes; el próximo paso es llevarlo al Proyecto Ejecutivo para conseguir el financiamiento necesario. Personalmente evito en materia de gestión pública las grandes promesas, entiendo que deben privilegiarse los hechos a las promesas, por eso hay que ser claros en este sentido. Se requieren obras importantes y muchas reubicaciones para recuperar las vías y recién ahí comenzar con las obras propias del Metro. Ello no implica abandonar la idea ni mucho menos, implica mucho trabajo y conseguir los recursos para llevarla adelante. Hemos hecho un gran esfuerzo para dejar una política de Estado en materia de movilidad, ha sido votada en la Legislatura casi por unanimidad. Ese es el camino, avanzar e ir abriendo paso a este proyecto.
Para finalizar, algunos datos relevantes: el Proyecto del Metrotranvía fue ideado en la administración provincial encabezada por Julio Cobos, quien en el 2007 dejó lista la licitación para los primeros 13 kilómetros. Celso Jaque recién en el 2009 adjudicó el proyecto, según los pliegos debía realizarse la primera etapa en 11 meses. En setiembre del 2010 luego de interminables vaivenes, se adquirieron los trenes usados en Estados Unidos. Francisco Pérez en 2012 recién pudo ponerlo en funcionamiento con pasajeros. En 2013 se intentó comprar más material rodante, el resultado de esa compra fueron 7 unidades totalmente desguazadas por la que la Provincia pagó 3,5 millones de dólares en ese año y el material obtenido fue liberado en aduana recién en 2018 y utilizado como repuesto de las que están actualmente en uso. Recién en 2014 comenzó la ejecución del tramo que va a Las Heras. A finales de 2015 la obra se encontraba totalmente paralizada e inmiscuida en innumerables reclamos por mayores costos, se retomó luego de renegociar el contrato y recién en 2019 se pudo inaugurar ese tramo. El presupuesto de 2007 era de $63.000.000, esa etapa costó más de 100 millones de pesos, la etapa siguiente costó dos veces y media el presupuesto inicial. Las demoras y la improvisación las hemos pagado muy caras. Como nota de color, la EPTM, empresa estatal que operaba el Metro, finalizó el 2015 totalmente fundida con pérdidas superiores a los 300.000 dólares mensuales y con 486 empleados, inviable por donde se la mire. Es decir que, administrando medianamente bien, con los mismos recursos empleados, deberían haberse terminado las 5 etapas del proyecto en mucho menos tiempo y hasta contaríamos con fondos disponibles para sumar y renovar las unidades.
No hay que llorar sobre la leche derramada, pero me parece necesario aportar información para dar mayor claridad al asunto y evitar usos malintencionados de un tema sensible para nuestra provincia y para nuestro departamento especialmente.
*El autor es Secretario de Servicios Públicos de Mendoza.