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Fernando Fader: El concejal de Luján de Cuyo

Por Carlos Campana

El nombre de Fernando Fader está ligado férreamente al arte, especialmente a la pintura, en donde éste personaje se destacó con amplitud. Pero no solamente incursionó en la plástica sino que se destacó en los negocios y en la política.

Es así como el creador de “La Candelaria”, “Pocho” y “San Francisco del Chañar” fue elegido concejal por el departamento de Luján de Cuyo en las elecciones celebradas en diciembre de 1910.

Por esa época, el joven belga -mendocino por adopción-, contaba con 29 años de edad y tenía a su cargo una importante empresa familiar heredada de su padre. Asimismo, es poco conocido su breve pero efectivo paso como representante del pueblo y que contribuyó a la sociedad lujanina.

Pinturita de edil

Por aquel tiempo, el departamento de Luján de Cuyo era dirigido por Vicente Vargas Videla, quien tenía el cargo de jefe político del departamento -así se lo llamaba al intendente- y fue el mismo que el 26 de julio de 1910 asistió a la inauguración de la sacristía de la capilla de Chacras de Coria.

El 1 de enero de 1911, Fernando Fader juró como concejal del departamento días antes de que su hijo de un año, Emiliano Fernando, enfermara y falleciera, lo que lo mantuvo fuera de sus actividades políticas. Cuando retomó, lo hizo con varios proyectos.

Uno de ellos fue la creación de una Junta de Reclamos, que se constituyó luego de un gran debate entre los ediles lujaninos. Este nuevo comité estuvo a cargo de Luis Keil y Eleutelio Serrano y tenía por objetivo resolver los reclamos de los contribuyentes del departamento.

Entre otras de sus iniciativas, propuso la extensión de los consultorios médicos que favoreció ampliamente al gremio de panaderos para poder realizar sus exámenes de salud en horarios que no interfirieran en sus tareas laborales.

Otra intervención de Fader como concejal fue un decreto para habilitar la calle Vistalba para que se realizaran carreras de caballos y que se nombrara un juez para las mismas. También propuso regular algunos deportes como el fútbol.

Durante su mandato como edil, Fernando Fader tuvo varios problemas que afrontar, como la enfermedad de su mujer quien se recuperó en unos meses, pero en su cabeza estaba gestando un gran proyecto empresario: la construcción de la usina eléctrica en la localidad de Cacheuta, cuya inversión millonaria iba a dar luz a toda la ciudad y zonas aledañas a Mendoza. Esto hizo que el gran artista plástico reviera su situación como político.

Por amor al arte

En noviembre de el año en que asumió su cargo, Fernando Fader solicitó la renuncia como concejal de Luján de Cuyo y el entonces jefe político Vargas Videla, emitió un decreto para sustituir a Fader de su banca. El 31 de diciembre dejó el puesto para seguir con su empresa y su más grande vocación: la pintura.

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