Categoría | Historias de Chacras

Hablemos de Chicha Franco

La calle Delhez es corta y no tiene salida a ninguna otra arteria o callejón. Es un viejo refugio del Ensueño chacrense.

*Por Onelia Cobos

La última casa a la derecha es de troncos. Es de dos pisos y la madera nos recuerda a la casa del bosque de arrayanes de Walt Disney en la película “Fantasía”.

Allí vive Chicha. Vive en esa calle desde 1946 cuando dejando Agustín Roca, un pequeño pueblo en Junín de Bs As, se trasladó a vivir en Chacras.

Casada con Francisco Aníbal Franco, joyero y relojero del lugar desde entonces, se convirtió en la  inseparable compañera del cómplice metafísico del Tiempo en el Chacras de Ayer.

Chicha tiene 97 años. Sigue cosiendo como lo hizo siempre. Aún sin lentes cuando “levanta ruedos”. Su memoria intacta, su salud plena, la hacen parecer una persona sin Tiempo.

Sin embargo, en el rincón del living, un alto reloj de madera, impecable y mentiroso ha camuflado el transcurrir del devenir en las personas y el lugar.

Todo parece ayer cuando zorzales, teros, zorros, lechuzas, terneros, vacas, caballos y potrillos quedaron atrás en la pampa húmeda y se convirtieron en hijuelas, túneles verdes de arboledas regadas por acequias.

Chicha tiene tres hijas, Gladys, Betty, y Susana.

Susana, que vive al fondo de la casa de troncos, ha sabido integrar icónicamente el mundo de lagunas  con cisnes de cuello negro del origen familiar campero, con el milagro verde del oasis chacrense en el desierto. Las paredes de su casa muestran lazos, tientos, herraduras, arneses y las viejas herramientas del taller joyero de su papá.

El lugar se vuelve mágico  cuando el elegante reloj del living canta una armonía envolvente que corre al silencio. No hay melodía es un viaje a las estrellas y todo allí se deja llevar.

¿Sabrá Chicha que lo mágico del lugar la convierten en mágica también a ella?

Nota publicada en setiembre de 2018.

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