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Historias del Pago: El Día de la Independencia y su repercusión en Mendoza

En nuestra provincia la noticia de la independencia de las Provincias Unidas del Sud se conoció a fines de julio. A principios de agosto, José de San Martín, el entonces gobernador intendente de Cuyo, dispuso que la fecha de fidelidad al acta de emancipación fuese el 8 de agosto.

Por Carlos Campana

Luego del levantamiento y derrocamiento contra el gobierno del Director Supremo Carlos de Alvear, a fines de abril de 1815, se formó un gobierno provisorio que disolvió la Asamblea de 1813 e impulsó mediante un Estatuto Provisional, la convocatoria a una Asamblea General Constituyente” en la que se eligieron representantes de cada provincia.

Posteriormente se determinó que los diputados se reunirían en la ciudad de San Miguel de Tucumán para elegir a los representantes en una elección indirecta. Los objetivos principales de este congreso eran la “declaración de la Independencia” y la adopción de una Constitución que organizara el Estado (ésta tardó más de 40 años en ejecutarse).

A mediados de junio de 1815, los miembros del Cabildo de Mendoza se reunieron y eligieron a los doctores Juan Agustín Maza y Tomás Godoy Cruz, como representantes de Cuyo. Estos viajaron a Tucumán y participaron en la primera sesión, el 20 de marzo de 1816. Cabe destacar que en este congreso, sus miembros eran renovados mensualmente.

El 3 de mayo se abrió la sesión y, con 23 votos sobre 25, Juan Martín de Pueyrredón fue elegido como Director Supremo de las Provincias Unidas de Sud América. El flamante representante apeló siempre a la participación activa de las provincias en las decisiones del gobierno.

El martes 9 de julio de 1816, a las 14 horas, se iniciaron las sesiones y se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia. Los representantes proclamaron la existencia de una nueva nación libre e independiente de España. El diputado sanjuanino Francisco Narciso Laprida preguntó: “¿Queréis que las Provincias de la Unión sean una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?”.

Todos los diputados contestaron afirmativamente. De inmediato, se labró el “Acta de la Emancipación”. Un aspecto que suele quedar en el tintero a la hora de recordar este suceso trascendental fue que días después del acto de desvinculación con el reino español, se volvió a declarar la Independencia, con un artículo adicional.

La causa se debió a un persistente rumor que, a espaldas de los diputados, se estaba gestionando un protectorado portugués. Los diputados aceptaron que a la Declaración de la Independencia se le introdujera una modificación. El nuevo párrafo decía: “…una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y de toda otra dominación extranjera”.

¿Un nuevo monarca?

En los comienzos de julio de 1816, algunos políticos decidieron plantear la designación de una forma de gobierno monárquica, representada por un descendiente inca. La posible designación de esta nueva manifestación de gobierno sorprendió a muchos. Esto fue rechazado rotundamente por los diputados de Mendoza, pero a pesar de la oposición, la idea de un monarca inca cobró forma y hasta se planteó la regencia por parte de la corona portuguesa. Pero la posición de Maza y Godoy Cruz era muy firme; su objetivo era crear una república.

El Festejo en Mendoza

Se blanquearon los frentes de las casas y las calles se adornaron con flores y gallardetes, como se acostumbraba en aquella época. En la mañana del 8 de agosto de 1816, en la plaza mayor de nuestra ciudad -hoy Pedro del Castillo- se reunieron las tropas y gran parte del pueblo para celebrar la jura de la independencia de la península ibérica y del rey Fernando VII.

En la ceremonia, el coronel mayor José de San Martín juró en la sala capitular junto a sus jefes y oficiales la declaración. Después el pueblo hizo lo propio y le tocó el turno a las tropas del batallón de infantería Nº 11, algunos de los escuadrones de granaderos a caballo, el piquete del batallón del N° 8 y las milicias cívicas de Mendoza.

En la tarde del 9 de agosto, se organizó en la plaza una corrida de toros a la que acudieron autoridades y público en general. Por la noche se lanzaron fuegos de artificio, que fueron contemplados por muchos mendocinos que se reunieron en la calle de la Cañada -hoy Ituzaingó- y la plaza principal. En los tres días sucesivos se realizaron bailes en distintas casas, que duraron hasta la medianoche.

Días después de esos actos, el Gobierno de las Provincias Unidas, decretaba la creación del Ejército de los Andes y designaba como General en Jefe al entonces gobernador de Cuyo, José de San Martín.

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