Luego de que el Concejo Deliberante de Luján de Cuyo resolviera facultar al departamento ejecutivo a iniciar los trámites de expropiación del inmueble en cuestión, la reacción de vecinas y vecinos no demoró en llegar. Si la Municipalidad considera que la propuesta cubre las necesidades de reordenamiento urbano del distrito, podría disponer de un terreno de 2000 m2. Hay tres puntos de uso conflictivo con posibilidades fácticas de acondicionar, expresa la Resolución Nº 053-2020: la intersección de Benito de San Martín con Mitre; la calle Mitre con la Estación Ferroviaria Paso de los Andes y la intersección de Mitre y Viamonte.
La opinión de algunos vecinos:
Esteban Allasino (Jefe de Gabinete – Municipalidad de Luján de Cuyo): “Disposiciones como ésta que ha celebrado el Concejo Deliberante hay múltiples. Ellos entienden que se puede hacer una reserva a beneficio del municipio en un futuro y dejan ese asiento. Después, el municipio, llegado el momento, puede considerar válida esa reserva o no. Nosotros siempre hacemos una evaluación ante cualquier presentación para el mayor aprovechamiento hacia el resto de la comunidad. Si se presenta un proyecto y cumple con la normativa vigente, bienvenido sea. Dentro de la normativa permitimos todo y fuera de la normativa no permitimos nada. Hace un tiempo largo que no existe ningún tipo de excepción ni tratamiento diferencial: se cumple o no se cumple. Entonces, llegado el momento en que se interese alguien para hacer algo ahí, será momento de evaluarlo. Estamos muy familiarizados con este tipo de normativas porque hay centenares de las mismas que son evaluadas de acuerdo a su conveniencia. En la medida en que no se presente ningún proyecto las cosas quedan como están. Es verdad que el Concejo Deliberante tomó la iniciativa de dejar por escrito que ante la posibilidad de ser necesaria una apertura vial por la continuación de calle Mitre, uniendo Viamonte con Pannocchia ya quedara ese registro. Sin embargo es solamente una manifestación que hace el Concejo Deliberante y no tiene por qué hacerse efectivo en el mediano o corto plazo. Nosotros para Chacras y el conjunto de Luján estamos imaginando una ciudad a escala humana. En el último tiempo hemos avanzado fuertemente con obras de servicio peatonal y ciclístico, ampliando ciclovías y uniendo tramos para darle conectividad a los circuitos con Ciudad y Godoy Cruz”.
Gonzalo De Borbón: “Me dirijo a este medio para expresar mi opinión sobre la intención del municipio de conectar la calle Pannocchia con la Ruta Panamericana, con el objetivo de “mejorar el tráfico vehicular”, demoliendo parte del patrimonio arquitectónico de la villa de Chacras. Esta vez le va a tocar a lo que fue en algún momento el bar de Jelacich y también a la zona de la vieja estación de trenes. Esto lograría, aparte de seguir arrasando la belleza y la historia del pueblo, congestionar aún más sus ya agotadas calles. Si bien es cierto que el municipio ha hecho varios aportes muy importantes como la ciclovía, rotondas, cambios de circulación, creo que con esto debería, al menos, hacer una consulta a los vecinos, puesto que la propuesta va en contra de los criterios urbanísticos actuales, los cuales se basan en devolver los centros urbanos a las personas y no a los autos. No hay ninguna necesidad de conectar estas calles, ya que lo hacen por dos vías a pocos metros de ese lugar. Por otro lado, la zona de la estación de trenes es de los pocos lugares que quedan con la fisonomía antigua del pueblo, de una gran belleza. Imaginemos qué sería de pueblos como Purmamarca, Tilcara y tantos otros, si el criterio urbanístico fuese el de la circulación vehicular. Inclusive desde un punto de vista turístico comercial, que no comparto, sería mucho mejor un casco histórico peatonal y no una gran vía de circulación vehicular. La autorización que el Concejo Deliberante de Luján otorga al departamento ejecutivo, se refiere a este lugar como uno de los “cuellos de botella” que impiden la libre circulación de vehículos. Seguramente piensan en el codo que hay que hacer para entrar a calle Mitre desde el oeste, cuando es justamente este codo, aparte de una invitación a disfrutar de la belleza de la vieja estación, una forma natural de frenar la velocidad de los autos. Quizás lo que haga falta allí es simplemente una senda peatonal alejada de la calle para que las personas puedan transitar seguras (una abertura en la cerca es suficiente). Respecto a ideas, podría establecerse un centro de bicicletas de alquiler; mejorar veredas y sendas peatonales (calles como Pueyrredón no tienen vereda); realizar gestiones para transformar la antigua ferretería Quilici en algún centro cultural, auditorio, museo, etc.; recuperar y movilizar la idea de construir un museo de la memoria en la antigua casona de los Cerutti, como tantas otras acciones que convertirían a la villa de Chacras en un lugar hermoso para recorrer y disfrutar. En definitiva, creo que podrían destinarse estos fondos más bien a restaurar y valorar las construcciones antiguas existentes que a destruirlas. Muchas gracias”.
Luciana Savina: “Es fundamental cuidar el casco histórico de Chacras. Muchos de nosotros alguna vez vimos “Cinema Paradiso” y pensamos en Chacras de Coria. Aquella inolvidable obra del séptimo arte, además de constituirse como homenaje al cine, resulta un punto de encuentro alrededor del mundo para todos los que crecimos en un pueblo y lo vimos poco a poco desdibujarse. La nostalgia de su música puede emocionarnos y transportarnos al pasado, casi como si en lugar de una película fuese un recuerdo. Año tras año, aquellos que crecimos en Chacras nos vemos invadidos por cambios que no respetan la historia del espacio por el que transitan nuestras vidas y también lo hicieron las de nuestros ancestros. Cada esquina posee una anécdota que dota de riqueza cultural al pueblo y de bases, entendiendo que todo presente no debe despreciar el pasado con pretensiones vanguardistas, pues el árbol sin raíces muere. Por supuesto que el mundo avanza y quedarnos en el pasado no es una opción inteligente, pero cuidar el patrimonio histórico dista mucho de vivir en el “atraso” y constituye un verdadero rasgo de civilización. Desde principios del siglo XX el aumento demográfico y la globalización condujeron a un crecimiento estándar de las urbes. Como resultado, en muchas de éstas los edificios históricos fueron tirados abajo o recortados, un ejemplo claro es del Cabildo porteño, escenario de la Revolución de Mayo. Luego de cometer una serie de verdaderos crímenes contra el patrimonio, las autoridades a nivel mundial tomaron conciencia de la importancia de custodiar el patrimonio edilicio. La especialista Gloria Alcazar, señaló al respecto que “…la baja calidad del diseño urbano, debido a la falta de espacio y a la utilización masiva de materiales estandarizados, ha despertado en las ciudades una apetencia generalizada por la recuperación de sus cascos antiguos. Estos cascos, aunque no hayan sido declarados como conjunto histórico-artístico, poseen muchas veces indudable valor arquitectónico y ambiental y, sobre todo, presentan un trazado y diseño urbanos que permiten la recuperación de una calidad de vida de la que carece la macrociudad deshumanizada. Por ello, los diversos organismos de las administraciones central y local implicados en el tema, concienciados de la problemática sociológica y económica de legislaciones anteriores, han desarrollado y puesto en práctica nuevos instrumentos legales de tipo urbanístico, de rehabilitación y de gestión económica, orientados a conseguir no sólo la conservación de los centros históricos, sino también su incorporación y participación en la vida de la ciudad.” Es decir que hoy, a ningún gobernante de Florencia se le ocurriría construir una bicisenda sobre el Ponte Vecchio. Pero para quienes tenemos conciencia de la importancia de cuidar la fisonomía de Chacras, respetando su historia, la respuesta casi inmediata por parte de las autoridades suena a burla, “se trata del avance”. Pues bien, regresando a Europa, cualquiera que tuvo la suerte de recorrer los caminos europeos, de observar sus casas y calles medievales lo logró gracias al cuidado patrimonial de las generaciones anteriores. Nadie puede discutir que en Europa “hay avance”, hay avance a tal punto que cuidar el casco histórico es una prioridad. Hoy desde el Concejo Deliberante se aspira a expropiar el edificio de 1908, ubicado en Viamonte frente a Mitre, para unir dos calles. Con esto no solo acaban con el edificio de la vieja e icónica pulpería de los Jelacich, también van a realizar otra modificación que va contra las características del pueblo. Hace años que este tipo de verdaderas agresiones a nuestra integridad cultural se vienen soportando, los cambios en calle Italia hicieron morir al centro de Chacras. Ya nadie pasa por la plaza y parece que Chacras va muriendo de a poco, es hora de decir basta”.
Raúl Maures: “Me veo en la necesidad imperiosa de fijar mi posición y la de muchos chacrenses que por origen o por adopción nos sentimos parte de este pueblo. Y digo “pueblo” para resaltar que seguimos interesados en que Chacras de Coria siga siendo un lugar tranquilo para nuestros hijos, nietos y para toda aquella gente que quiere vivir en un lugar apacible. No soy de oponerme al desarrollo, pero veo que generar una expropiación tal como la que se quiere hacer con el inmueble de calle Viamonte a la altura de Mitre -ya sea para abrirla al tránsito o para un centro comercial que propone una conocida inmobiliaria de Mendoza y que publicita en medios digitales-, es de mi mayor preocupación. Veo que necesitan, ya por fines económicos o de avance inmobiliario, cambiarle el semblante a un lugar tradicional de Luján de Cuyo, en contradicción con el concepto urbano moderno de la pequeña región, el lugar apacible de vida, de baja contaminación, con baja concentración humana y comercial. Entiendo que la idea de la expropiación del terreno para abrir una calle y/o el proyecto comercial inmobiliario que consta de 22 oficinas, 11 locales comerciales, tal como se publicitó en diciembre de 2018 en la revista Área Tres, es sumamente retrógrada. Por el contrario, se están instalando en forma descentralizada islas o centros de servicios que lejos de afectar el urbanismo del lugar, concentran, en forma organizada y específicamente determinadas, negocios y oficinas que la comunidad requiere. En toda Mendoza y Luján no es una excepción de ello, se están haciendo ciclovías para que los ciudadanos se movilicen con seguridad y por medios menos contaminantes. Se generan espacios para dar mayor seguridad a la población y sobre todo a los niños, que en este hermoso pueblo son muchos y la Municipalidad y nuestros representantes en el Concejo de Deliberante parecen no entenderlo. ¿Cuál es la obsesión de las autoridades para abrir una calle o autorizar un emprendimiento con oficinas como el que pretende la inmobiliaria, cuando en el ejido urbano no hay lugar para estacionar? ¿Para qué otra calle si estamos atestados de vehículos en circulación? ¿Van a habilitar una calle para que luego, como en otros lugares del mundo, tengan que fijar restricciones para circular? Me parece contradictorio que exista una ordenanza para proteger el casco urbano de Chacras de Coria y sin más salgan representantes y privados apoyados por autoridades municipales a realizar un emprendimiento inmobiliario, que va en contra de esa misma ordenanza. También veo con preocupación la rotonda a construirse en calle Besares con la Panamericana. Es evidente que esa arteria en poco tiempo sufrirá una ampliación que implica cortar árboles y un corredor sumamente transitado. Ello significa dejar a Chacras de Coria cercada entre Besares, Pueyrredón, Carril San Martín y la Panamericana. Solo seremos una plaza, no un pueblo y menos un lugar para disfrutar y vivir tranquilamente. Es necesario que, como en tantos lugares del mundo avanzados económica y culturalmente, las decisiones sobre el espacio urbano sean tomadas conjuntamente con la comunidad del lugar. Invito a todos aquellos que consideren inviable el proyecto a que hagamos un reclamo público a las autoridades municipales. Defendamos y protejamos el hermoso lugar en que vivimos”.
Diana Santolini: “Vivimos con mi familia en Chacras de Coria desde 1980; acá nacieron mis hijos y siguen siendo parte del distrito (ahora ya tenemos nietos). Nos atrajo el lugar verde y fresco con su microclima, tranquilo y seguro para circular. El contacto con la naturaleza, el arbolado, los jardines, nos llevaron a vivir en esta zona. Por supuesto que ahora reside más gente que en esa época y hay más vehículos. Todo va cambiando, pero creo que el cambio tiene que ser hecho con inteligencia para que podamos darle la bienvenida a cosas nuevas y no para perder aspectos importantes que hacen a la esencia del lugar. No necesitamos fomentar el movimiento vehicular, esa línea de pensamiento de los ‘60 y ‘70 quedó atrás. Estamos en una era donde la contaminación y el cambio climático son un hecho. Entonces hay que cuidar lo que nos va quedando y no fomentar la apertura de nuevas calles. No es necesario seguir desarrollando espacio para los automóviles cuando lo han perdido peatones, ciclistas y deportistas. Fomentar el uso de bicicletas o de caminatas no pasa solamente por hacer ciclovías. No podemos mandar a un niño a la casa de un amigo o a la escuela en bicicleta porque es peligroso por la cantidad de autos que circulan, entonces estamos perdiendo en materia de seguridad. Hay ciudades diseñadas para los ciclistas y peatones porque el auto contamina y es peligroso. Por otra parte se habla de preservar el casco histórico y existe la intención de abrir una calle donde no la había, lo que implica demoler una construcción que hace a la historia de este lugar. Hay un montón de otras alternativas, habría que estudiarlas, preguntar y no alentar tanto la circulación de vehículos. Vivo a unas cuadras de la Plaza en una calle que sigue siendo de tierra y la valoramos. La temperatura se mantiene mucho mejor que donde hay construcción o asfaltos. También tengo una bodega en la calle Viamonte 5224 y estoy permanentemente en el centro comercial de Chacras. Recibimos mucho turismo y a la mayoría le encanta la zona precisamente por las características que mencionaba. Muchos extranjeros que están acostumbrados a la bici recorren Chacras con este medio y se les dificulta por el tránsito. Creo que si queremos desarrollar un polo turístico deberíamos cuidar eso que vienen a buscar quienes nos visitan. Si no nos convertiremos en cualquier otro lugar lleno de negocios y autos donde se perdió la esencia”.
Ricardo Zumel: “Con respecto al proyecto de continuar calle Mitre a Pannocchia, estoy totalmente en desacuerdo, porque no encuentro sustento técnico suficiente; creo que los chacrenses estamos hartos de las malas ideas que siguen perjudicando a nuestro pueblo. Desde hace mucho tiempo, el primer mundo sabe que el automóvil particular es el gran contaminante de las ciudades por la emisión de monóxido de carbono, vapores de aceite y combustible, contaminación sonora, pero fundamentalmente por la peligrosidad que implica (6.600 muertes en 2019 en Argentina). Los planificadores de países desa- rrollados han tratado de reducir el impacto del vehículo particular en las ciudades, desalentando su uso con diversas estrategias, llegando en algunos casos, directamente a prohibir el ingreso al centro de las ciudades. En Chacras, incentivar el uso de la bicicleta está perfecto, pero si no reducís la cantidad de autos y no bajás la velocidad, el uso de la bicicleta es suicida. Nosotros, que siempre compramos la revista correcta pero el número atrasado, estamos tratando de incentivar el uso del vehículo particular abriendo nuevas calles, generando lo que en planificación se llama “tránsito inducido” (una locura). No dudo de las buenas intenciones del Municipio, pero descreo de las ideas sueltas y las soluciones espasmódicas. Opino que no hay en Luján y particularmente en Chacras un proyecto muy claro para el largo plazo, en el que podamos fundar las diversas propuestas como parte de un todo coherente. Me preocupa la tendencia a la demolición, porque luego, cuando te diste cuenta del error, ya es tarde. Creo que tenemos que retomar un proyecto para 50 años, pensando en el hombre de a pie como principal usuario del espacio público y en el paradigma, ya definido hace bastante tiempo para Chacras, como “Pueblo sin prisa”.