La chef del restaurante de Bodega Norton y artista plástica Patricia Suárez Roggerone comparte su devoción por este fruto tan rico como versátil.
Soy fanática de los membrillos. En todas mis cartas de otoño-invierno los utilizo porque aparte de ser un producto instalado en la cultura de los mendocinos, me acompaña desde la infancia, ya que en mi hogar había una planta y mi madre hacía dulce en pan y jalea. Los meses de frío se convertían en un deleite con el consumo diario de queso cuartirolo, membrillo y nueces, pastelitos de dulce de membrillo, tortitas raspadas y tostadas con manteca y jalea. Son insuperables… ¡Cómo no ser feliz con los pequeños detalles de la cocina!
El membrillo es un ingrediente muy dúctil y mi fanatismo me ha llevado a experimentar muchas formas de utilizarlo. Aquí les comparto algunas…
- Cocinamos el membrillo en el horno -suave-, entero o en mitades. Una vez cocinado, lo pelamos tibio y lo colocamos en un vaso de mixer o en la licuadora: agregamos sal, pimienta negra y aceite de oliva. Realizamos una emulsión consistente como para acompañar cerdo, cordero o carne de vaca. Agregando verduras al horno tenemos un plato ideal.
- Lavamos muy bien los membrillos. Los cortamos en sextos u octavos, los colocamos en frascos para envasar. Por frasco agregamos una hoja de laurel, un clavo de olor, dos granos de pimienta de jamaica, una cucharadita de vinagre de manzana, almíbar liviana -realizada con un kilo de azúcar y un litro de agua-. Cerramos los frascos con fuerza y colocamos en una olla a hervir por el término de una hora y media. Dejamos enfriar dentro del agua, retiramos, terminamos de enfriar y guardamos por el término de ocho meses. De este modo hemos realizado una conserva para utilizar en dulce o salado.
- Con el resultado de la conserva podemos realizar una crema de queso o de chocolate blanco tipo mousse. ¿Cómo? Colocamos en vasitos los membrillos boca arriba cortados en cuñita, rompemos nueces y tenemos el postre ideal sin hacer mucho trabajo.
- Podemos hacer una tarta de membrillos envasados, como si fuera de peras o de frutillas, pero de membrillos.
- Podemos usar para acompañar verduras salteadas al wok o asadas al horno; en las criollas para acompañar al asado.
- Una idea es acompañar los membrillos así como vienen del frasco con un buen queso cuartirolo o cáscara colorada.
- ¡Strudel de membrillos con un helado de crema!
- Ensaladas con los gajos en conserva, rúculas, berros, queso brie, panceta salteada, remolachas asadas y emulsión de mostaza.
- Focaccia de membrillos con cebollas moradas y tomillo fresco.
Yo diría que casi todo combina con membrillo, ¡qué delicia!