Fue la más grande educadora del arte escénico que trabajó en Mendoza. Era ucraniana, pero amaba a nuestra provincia como si fuese nacida en este suelo. Lo más interesante de esta historia es que Galina Tolmacheva vivió, como muchos importantes personajes mendocinos, en Chacras de Coria.
Galina nació en Ucrania el 15 de febrero de 1895 -el día 2 en el calendario ortodoxo-, aunque algunos autores acreditan su nacimiento en Rusia. De familia de actores, se inició en el teatro desde los cinco años. Luego partió rumbo a San Petersburgo para realizar estudios secundarios y ya de adolescente viajó a Moscú, donde estudió Filosofía y Letras. Pero el arte de las tablas pudo más que todo e ingresó al Teatro de Arte de aquella localidad, dirigida nada más ni nada menos que por Konstantín Stanislavski. Allí permaneció solamente por seis meses y al no coincidir con algunas técnicas escénicas, se incorporó después al estudio-escuela de Theodore Komisarjevsky.
Corría el año 1917 y por aquel tiempo la joven y los habitantes de la capital rusa vivían momentos dramáticos al iniciarse la revolución comunista. Simpatizante de la monarquía, Galina formó parte de los movimientos antirrevolucionarios y participó del Ejército Blanco, en donde luchó durante dos años hasta que estas tropas fueron vencidas por los soviéticos. Fue entonces que emigró hacia Belgrado (Yugoslavia), donde el teatro no tenía gran repercusión y se replanteó la idea de seguir en ese país. Meses después, la ucraniana, partió junto a su hermano a un lugar en el continente sudamericano llamado Argentina.
En 1925, a los treinta años, la artista llegó al puerto de Buenos Aires e inmediatamente comenzó con su tarea docente. Tiempo después descubrió el amor a través de un joven pianista de origen ruso, Konstantín Von Shultz. Ambos contrajeron matrimonio y en 1927, Galina obtuvo la ciudadanía argentina. Alejada de las tablas, trabajó como directora del periódico “El Ruso en la Argentina”: promonárquico y anticomunista, en la capital de nuestro país. Redactado en ruso, este pasquín político tenía como misión arengar el restablecimiento de la monarquía en ese país, hasta que a mediados de la década de los 40, Ponferraras la invitó a formar parte de la escuela de teatro de la Universidad Nacional de Cuyo, en la Ciudad de Mendoza.
Allí se trasladó y se radicó hasta sus últimos días de vida. Su actividad fue dinámica y fecunda y en poco tiempo formó un elenco teatral con actores que luego se destacaron a nivel nacional e internacional. También fue directora de la escuela de teatro hasta 1955. Pero su reducto fue la casa denominada “Jardín de los Cerezos”, en la calle Pablo Casale. En Chacras de Coria siguió con su obra y su espacio intelectual, realizando traducciones de importantes obras de Chejov, Pushkin y de algunos cuentos de León Tolstoi. También escribió varios trabajos literarios y se destacó su libro “El Peregrino”. Por muchos años acudieron a su hogar grandes personajes de la cultura mendocina, quienes eran recibidos con gran amabilidad por Galina. Esto ocurrió hasta que la discípula de Stanisvlaski sufrió una severa paraplejia que le dejó imposibilitada para movilizarse y hablar.
El 16 de febrero de 1987, un día después de cumplir Gallina sus 93 años, un trágico episodio sucedió en la casa de Tolmacheva. Ella y su esposo Konstanstín realizaron un pacto suicida. Como una dramática obra de teatro, Galina murió cuando su cónyuge disparó contra ella para luego suicidarse. Así falleció la artífice del teatro en Mendoza y vecina de Chacras de Coria.