El dibujo, una práctica asidua para Cris y Martín, es motivo de esta exposición de amigos y colegas que puede visitarse hasta el 4 de noviembre en la Nave Cultural.

Foto: Iván Delhez

Se conocieron en 1968, cuando el joven artista Martín Villalonga “apareció” en Chacras para conocer personalmente al maestro del grabado y el dibujo Víctor Delhez. Con Cris, su hijo, docente y artista, entablaron una relación de encuentros amistosos, conversaciones tendidas e intercambios productivos.

Una nueva instancia expositiva los encuentra juntos, esta vez en la Sala 1 de la Nave Cultural y en una muestra dada en llamar “Permiso de la razón y la razón del permiso”, un juego dialéctico entre las habilidades dominadas y la presencia de lo espontáneo. Los dibujos abstractos en tinta de Martín se encuentran entonces con las obras surrealistas y figurativas de Cris.

“La idea de exponer juntos andaba latiendo hace mucho. En este caso la planificamos teniendo en cuenta que es una disciplina que practicamos asiduamente desde hace muchos años”, expresa Villalonga. “Es un diálogo entre los dos hemisferios: razón e intuición”, expande.

Por su parte, Delhez apunta: “Siempre nos divertimos trabajando con su gran sentido del humor y su misticismo. Martín siempre ha estado en contacto conmigo (es como un hermano), mi hijo Iván y mi sobrino Cristóbal, con quienes se sigue entreteniendo seriamente”. Sobre el resultado de la muestra, comparte que se trata de la diversidad que existe entre dos creadores de una ideología artística semejante. “Uno más místico, el otro más hereje”, opina.